28 agosto, 2012

Astérix contra el imperio germano

Cartel oficial de los dos candidatos a las próximas elecciones francesas, el actual presidente de la República y líder del UMP, Nicolas Sarkozy, y el representante del partido socialista François Hollande. / PHILIPPE WOJAZER (REUTERS)

No hace tanto, si alguien hubiera dicho que un personaje como François Hollande podía encarnar la esperanza de millones de europeos en un comienzo de rebelión contra el asfixiante estado de las cosas, habría sido tomado por loco.
Nada en su físico de probo funcionario o comerciante, en su carácter pragmático y consensual o en su visión política de tibio centroizquierda, hacen de Hollande un genio del panache como Cyrano de Bergerac, un gigante histórico como De Gaulle o un artista florentino de la política como Mitterrand. Y sin embargo, signo de estos tristes y mediocres tiempos, Hollande es ahora percibido a lo largo y ancho del Viejo Continente como el único Astérix posible que, desde la siempre indómita aldea gala, se alce contra el imperio germano de la austeridad y los recortes, y proponga el estímulo del crecimiento y el empleo como primer objetivo económico colectivo.

¡Señora Merkel, haga algo!

Crisis de la deuda
Il Sole-24 Ore, Financial Times
Después de que The Economist exhortase a Angela Merkel a que “volviese a encender los motores” de la economía de la zona euro, ahora le toca el turno a Il Sole 24 Ore. A pesar del anuncio del plan de rescate de los banco españoles, la prima de riesgo de la deuda española y de la italiana ha vuelto a subir, y el diario económico italiano alienta a la canciller alemana a actuar con su titular “Schnell, frau Merkel”, “Dése prisa, señora Merkel”. Il Sole le pide que reaccione para “mandar un mensaje contundente a los mercados: Europa existe, no ha volado por los aires, punto”, escribe el director del periódico, Roberto Napoletano.

Hagamos los pequeños Estados Unidos de Europa

Hagamos los pequeños Estados Unidos de Europa

Tomo
El tamaño de un país importa, sea para cuestiones de economía, de diplomacia o, simplemente, de administración. Y el de los Estados de la Unión Europea, demasiado pequeños a escala mundial, no se adapta a la situación actual. ¿La solución? Aplicar a Europa el modelo de Estados Unidos.
Alfred Heineken hizo algo más que fabricar cerveza. También pensaba en cosas, como en el futuro de Europa y en cuál era la mejor forma de evolucionar. "Propongo una Europa Unida de 75 Estados", escribió en un panfleto publicado en el verano de 1992, "cada uno con una población de entre cinco y diez millones de habitantes".
Heineken, un hombre creativo con mucho tiempo y dinero en sus manos, era famoso por sus ideas extravagantes. Y su idea sobre Europa cayó rápidamente en el olvido. Una pena. Porque 20 años después, es más actual que nunca.

Nuestra verdadera comunidad europea

Nuestra verdadera comunidad europea

Beppe Giacobbe
El único modo de salir de la crisis es implantando una unión fiscal que complete lo conseguido con la moneda común, al menos así lo plantea el escritor alemán Martin Walser. Aunque no hay que olvidar que la auténtica Europa siempre ha sido una comunidad de aprendizaje que respeta las diferencias culturales que la integran.
Todas las noches, podemos divertirnos con los distintos puntos de vista sobre la crisis. Todo esto produce en mí el siguiente efecto: escucho a cada experto para comprobar si (aún) defiende a Europa o si, al contrario, prefiere que volvamos a una variedad de divisas nacionales, sin el euro.
Sólo cuentan con mi apoyo los que desean que la Unión Europea sea también una unión monetaria. El euro está ahí. Es más que una divisa. El hecho de que actualmente un país europeo pueda verse obligado a salir del euro, a regresar a la era de las monedas nacionales, a volver a ser el juguete de todas las especulaciones, es un argumento que da miedo.

Romney y el voto latino, una estrategia complicada

William Márquez

 
Mitt Romney
Los latinos tendrán una visión completa de Mitt Romney durante la convención, aseguran sus asesores.
Mitt Romney llega a la Convención Nacional Republicana -que lo oficializa como candidato presidencial del partido con Paul Ryan como su compañero de fórmula- virtualmente empatado con el presidente Barack Obama en la carrera por la Casa Blanca, según las más recientes encuestas.
Si continúa ese patrón, cómo voten ciertos bloques de la sociedad estadounidense en los llamados "estados péndulo" -cuyo resultado es impredecible- será definitivo y no hay sector que pueda inclinar ese péndulo más que el hispano.

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