El presidente sirio Bashar al-Assad dio órdenes directas para que se ejecutaran ataques terroristas en el Líbano, según los detalles de una investigación sobre el ex ministro de información libanés, Michel Samaha, detenido por su presunta implicación en la trama.
El periódico libanés al-Joumhouria informó que Samaha había admitido a los investigadores que él estaba trabajando para el régimen sirio intentando ejecutar un plan para hacer estallar explosivos en la ciudad norteña libanesa de Akkar.
Samaha admitió haber colaborado con el general al-Ai Mamlouk, jefe de la oficina de seguridad nacional siria, quien Samaha dijo que ahora ostenta un alto cargo dentro del régimen sirio.
Samaha fue detenido el 10 de agosto y fue acusado de planear detonar bombas preparadas por los sirios con el objetivo de "incitar a la lucha sectaria" en el Líbano.
El agente informó al jefe del servicio de seguridad interna del Líbano, el coronel Wissam al-Hassan, que Samaha le había pedido que "le asegurarara a un grupo de jóvenes de confianza para transportar artefactos explosivos al norte y que los colocaran allí a cambio de una suma de dinero".
El coronel Hassan inicialmente encontró la historia "extraña", según el diario As Safir, pero después de la repetida insistencia por parte del agente y a petición de este último de protección para su seguridad personal, el jefe de la seguridad interna informó al Procurador General, el juez Said Mirza.
Mirza obtuvo la protección para el agente y abrió la investigación sobre el ex ministro, considerado cercano al régimen sirio del presidente Assad.
Una cámara bolígrafo espía utilizada por el agente registró una llamada telefónica entre el agente y Samaha en la que acordaron reunirse en la oficina de este último.
Las grabaciones de la reunión revelaron detalles acerca de los explosivos, cómo iban a ser transportados hacia el norte del país y colocados en una reunión masiva de personas en la ciudad de Akkar. Los hombres también discutieron atentar contra objetivos de alto perfil libaneses, especialmente del lado de la oposición y de los que estaban en contra del régimen sirio.
Los dos hombres más tarde tuvieron su última reunión en un aparcamiento bajo la oficina de Samaha. Samaha, según los informes, le entregó los explosivos y $170.000 al agente.
Según Assafir, Samaha fue filmado llevando personalmente en su maletero del coche los explosivos, que fueron 24 en total, incluyendo cuatro que pesaban 15 kilogramos. El resto pesaba 1,5 kilogramos. El agente después condujo hacia los servicios de seguridad libaneses y les entregó los explosivos.
El jueves, las fuerzas de seguridad libanesas arrestaron a Samaha y un juez ordenó que se le mantuviera bajo arresto como parte de la investigación.
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