Francisco Garfias
Llegó la hora de las definiciones. El
TEPJF declaró válida la elección presidencial del primero de julio. Le
dio palo a la solicitud de invalidez del Movimiento Progresista. Ni las
tarjetas Soriana ni Monex
ni chivos ni patos ni pollos ni amenazas ni manifestaciones cambiaron
el resultado. Nomás no se pudo acreditar la compra de votos por parte de
la Coalición Compromiso por México. Por unanimidad, los siete
magistrados del Tribunal declararon infundada la queja del Movimiento
Progresista.
La frase “México tiene Presidente electo por el pueblo: Enrique Peña Nieto”, pronunciada ayer por el magistrado Salvador Nava Gomar, perfiló un fallo que no sorprendió ni a los más ingenuos seguidores del Peje. La decisión estaba cantada.
Lo que no sabemos es hasta dónde van a llegar los partidarios más radicales del Peje. Esos que se agrupan tras la etiqueta de la Convención Nacional contra la Imposición (SME, atencos, #YoSoy132 y anexas.) Tampoco lo que hará el aferrado hombre de Macuspana, quien tiene ante sí la disyuntiva entre convertirse en el líder opositor que puede equilibrar al PRI o abandonar los cauces legales y terminar yéndose a La Chingada (la finca, por supuesto).
La cúpula del PRD se reunió anoche. Lo que sabemos es que Los Chuchos ya escogieron el camino institucional. “No vamos a ir al desbarrancadero”, nos dijo uno de sus dirigentes, a condición de que no lo citáramos, antes de ingresar al cónclave amarrillo. Si Andrés Manuel López Obrador se aferra y abandona los cauces legales “iríamos hasta la ruptura”, aseveró. Miguel Mancera, jefe de Gobierno electo del DF, y Graco Ramírez, gobernador electo de Morelos, van a acatar el fallo. Lo tenemos confirmado. El tabasqueño Arturo Núñez se ha mantenido en silencio. Tendrá que definirse.
Al cierre de esta columna no había una postura oficial de la izquierda frente al fallo del Tribunal. Tampoco de López Obrador. Sólo declaraciones virulentas del radicalizado Ricardo Monreal, coordinador de la campaña del Peje, en contra de los magistrados. “Son unos farsantes con toga y birrete, pagados con millones de pesos, que no cumplen con el mandato ciudadano, que sepultan la Constitución y van a convertirse en la comparsa más vil del PRI en la historia de la democracia nacional”, dijo el zacatecano. ¡Sopas!
El propio Monreal nos adelantó hace unas semanas la ruta que los obradoristas van a seguir para dar cauce a su inconformidad, en caso de que el fallo no les favoreciera. Nos dijo que irían a las instancias internacionales. En concreto, a la CIDH de la OEA, cuyo secretario ejecutivo es el mexicano Emilio Álvarez Icaza. Pero nadie apostaba anoche a que López Obrador va a conformarse con llevar el caso fuera del país y quedarse tan tranquilo. “Ahí está el detalle”, diría el clásico Cantinflas.
El ambiente entre los seis coordinadores parlamentarios de las principales fuerzas políticas es de cordialidad. Eso ya marca una diferencia con relación a 2006. Los priistas Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa; los panistas Ernesto Cordero y Luis Alberto Villarreal, y los perredistas Miguel Barbosa y Silvano Aureoles, comieron ayer en el Salón La Noria del restaurante La Hacienda de los Morales. “Es un encuentro para abrir confianza”, nos dijo el senador Emilio Gamboa. “Se armó hace dos semanas con dos o tres puntos. Uno de ellos es la plenaria del primero de septiembre, de quienes van a hablar. Otro es cómo se va a conformar la Junta de Coordinación Política. El reparto de comisiones, donde sí va a haber jaloneo”, adelantó el priista. La comida de los coordinadores acabó en los momentos en que el TEPJF iniciaba su sesión. Los coordinadores, incluidos los perredistas, tenían claro que el fallo iría contra la solicitud de López Obrador de invalidar la elección presidencial. Por allí surgió una pregunta sobre la posibilidad de que hubiera una toma de tribuna para protestar el fallo.
El senador perredista Miguel Barbosa aprovechó el viaje para dar a conocer su postura personal frente a ese tipo de acciones. “Las obstrucciones legislativas, momentáneas, coyunturales, como han sido las tomas de tribuna, esas ya han sido calificadas por la gente, las rechaza”. “Nosotros queremos presentar el rostro de una izquierda propositiva, moderna, que dialogue, que acuerde, una izquierda con vocación de poder”, sintetizó.
Sabe, sin embargo, que no puede obligar a ninguno de sus diputados a no ocupar la tribuna.
Por allí salieron también a relucir declaraciones de Monreal en el sentido de que Peña será un Presidente ilegítimo. Esta vez fue Silvano Aureoles, coordinador de los diputados del PRD, el que respondió: “Las declaraciones y opiniones de nuestro compañero y amigo Ricardo Monreal son de él…”
Un dato curioso. Al término del evento los meseros andaban vueltos locos para ver quién les pagaba. Fue una comida de coperacha. Mil 300 pesos por cabeza. Me tocó atestiguar cuando a Barbosa le cobraron. Ya iba rumbo a la salida y no tenía ni idea de que no estaba pagado. Uno de sus asistentes sacó el billete y saldó la cuenta.
Idéntica situación con Ernesto Cordero. La cara se le descompuso al mesero al ver que el senador del PAN ya no estaba. Respiró aliviado cuando le dijeron que el panista aún se encontraba dentro del restaurante. Se había trasladado a uno de los salones para felicitar a un amigo que se acababa de casar.
La frase “México tiene Presidente electo por el pueblo: Enrique Peña Nieto”, pronunciada ayer por el magistrado Salvador Nava Gomar, perfiló un fallo que no sorprendió ni a los más ingenuos seguidores del Peje. La decisión estaba cantada.
Lo que no sabemos es hasta dónde van a llegar los partidarios más radicales del Peje. Esos que se agrupan tras la etiqueta de la Convención Nacional contra la Imposición (SME, atencos, #YoSoy132 y anexas.) Tampoco lo que hará el aferrado hombre de Macuspana, quien tiene ante sí la disyuntiva entre convertirse en el líder opositor que puede equilibrar al PRI o abandonar los cauces legales y terminar yéndose a La Chingada (la finca, por supuesto).
La cúpula del PRD se reunió anoche. Lo que sabemos es que Los Chuchos ya escogieron el camino institucional. “No vamos a ir al desbarrancadero”, nos dijo uno de sus dirigentes, a condición de que no lo citáramos, antes de ingresar al cónclave amarrillo. Si Andrés Manuel López Obrador se aferra y abandona los cauces legales “iríamos hasta la ruptura”, aseveró. Miguel Mancera, jefe de Gobierno electo del DF, y Graco Ramírez, gobernador electo de Morelos, van a acatar el fallo. Lo tenemos confirmado. El tabasqueño Arturo Núñez se ha mantenido en silencio. Tendrá que definirse.
Al cierre de esta columna no había una postura oficial de la izquierda frente al fallo del Tribunal. Tampoco de López Obrador. Sólo declaraciones virulentas del radicalizado Ricardo Monreal, coordinador de la campaña del Peje, en contra de los magistrados. “Son unos farsantes con toga y birrete, pagados con millones de pesos, que no cumplen con el mandato ciudadano, que sepultan la Constitución y van a convertirse en la comparsa más vil del PRI en la historia de la democracia nacional”, dijo el zacatecano. ¡Sopas!
El propio Monreal nos adelantó hace unas semanas la ruta que los obradoristas van a seguir para dar cauce a su inconformidad, en caso de que el fallo no les favoreciera. Nos dijo que irían a las instancias internacionales. En concreto, a la CIDH de la OEA, cuyo secretario ejecutivo es el mexicano Emilio Álvarez Icaza. Pero nadie apostaba anoche a que López Obrador va a conformarse con llevar el caso fuera del país y quedarse tan tranquilo. “Ahí está el detalle”, diría el clásico Cantinflas.
El ambiente entre los seis coordinadores parlamentarios de las principales fuerzas políticas es de cordialidad. Eso ya marca una diferencia con relación a 2006. Los priistas Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa; los panistas Ernesto Cordero y Luis Alberto Villarreal, y los perredistas Miguel Barbosa y Silvano Aureoles, comieron ayer en el Salón La Noria del restaurante La Hacienda de los Morales. “Es un encuentro para abrir confianza”, nos dijo el senador Emilio Gamboa. “Se armó hace dos semanas con dos o tres puntos. Uno de ellos es la plenaria del primero de septiembre, de quienes van a hablar. Otro es cómo se va a conformar la Junta de Coordinación Política. El reparto de comisiones, donde sí va a haber jaloneo”, adelantó el priista. La comida de los coordinadores acabó en los momentos en que el TEPJF iniciaba su sesión. Los coordinadores, incluidos los perredistas, tenían claro que el fallo iría contra la solicitud de López Obrador de invalidar la elección presidencial. Por allí surgió una pregunta sobre la posibilidad de que hubiera una toma de tribuna para protestar el fallo.
El senador perredista Miguel Barbosa aprovechó el viaje para dar a conocer su postura personal frente a ese tipo de acciones. “Las obstrucciones legislativas, momentáneas, coyunturales, como han sido las tomas de tribuna, esas ya han sido calificadas por la gente, las rechaza”. “Nosotros queremos presentar el rostro de una izquierda propositiva, moderna, que dialogue, que acuerde, una izquierda con vocación de poder”, sintetizó.
Sabe, sin embargo, que no puede obligar a ninguno de sus diputados a no ocupar la tribuna.
Por allí salieron también a relucir declaraciones de Monreal en el sentido de que Peña será un Presidente ilegítimo. Esta vez fue Silvano Aureoles, coordinador de los diputados del PRD, el que respondió: “Las declaraciones y opiniones de nuestro compañero y amigo Ricardo Monreal son de él…”
Un dato curioso. Al término del evento los meseros andaban vueltos locos para ver quién les pagaba. Fue una comida de coperacha. Mil 300 pesos por cabeza. Me tocó atestiguar cuando a Barbosa le cobraron. Ya iba rumbo a la salida y no tenía ni idea de que no estaba pagado. Uno de sus asistentes sacó el billete y saldó la cuenta.
Idéntica situación con Ernesto Cordero. La cara se le descompuso al mesero al ver que el senador del PAN ya no estaba. Respiró aliviado cuando le dijeron que el panista aún se encontraba dentro del restaurante. Se había trasladado a uno de los salones para felicitar a un amigo que se acababa de casar.
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