08 agosto, 2012

EL PRI CUMPLE.


Ricardo Alemán

acuerdopriEste martes se hizo público que Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón coordinarán las bancadas del PRI en el Congreso de la Unión. La Cámara de Diputados estará bajo el control de Beltrones y la de Senadores quedará en manos de Gamboa.
Evidentemente estamos ante el cumplimiento de un pacto de hace meses, cuando Beltrones y Peña disputaron la candidatura del PRI.

Vayamos por partes.

A finales de 2011, con los números y la opinión pública en contra, Manlio Fabio Beltrones se aferró a la precandidatura presidencial. Prácticamente sin esperanza, el todavía senador se rehusó a dejar el camino libre a Enrique Peña.



En su momento, en éste y otros espacios dijimos que Manlio hacía las veces de contrapeso. Que el ex gobernador de Sonora se había convertido en un elemento de presión y que pretendía acotar la influencia y el poder de Peña Nieto.


Días después, también dijimos que a cambio de "bajarse de la contienda", Beltrones habría pactado alguna posición de poder en el eventual gobierno de Peña.


Hoy el tiempo ratifica lo dicho. El Congreso de la Unión estará en manos de Beltrones y Gamboa –las dos caras de la misma moneda–, de modo que el PRI consolidaría el pacto de unidad que lo llevó de vuelta al poder presidencial.


Y es que no hay que ser muy leído para notar que el Revolucionario Institucional fue el único partido que logró consolidar un frente común y luchar –en conjunto– por la Presidencia de la República.


En el PAN, la necedad del Presidente y la falta tanto de cuadros como de talentos resquebrajó al partido. Los azules se enfrentaron a los azules y el partido sufrió una de las mayores derrotas de la historia reciente.


En el PRD la historia no fue distinta. Luego de seis años de recibir el repruebo de López Obrador, se tragaron el orgullo y permitieron que el de Tabasco los usara –una vez más– como fuente de ingresos y plataforma electoral.


Con el "secuestro" del partido la unidad pasó a segundo plano, al grado que hoy el PRD y las izquierdas se cuentan, al mismo tiempo, entre los triunfadores y los grandes derrotados.


Al final del día, el PRI se aglomeró en torno a su candidato presidencial y superó las diferencias que lo dejaron cerca de la muerte política en 2006. Pero como en política nada es gratuito, el virtual Presidente electo debe pagar sus deudas y dejar –en este caso– la influencia, el poder y los millones que acompañan al Congreso, en manos de Beltrones, su otrora competencia.

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