Juan O. Tamayo
La familia del disidente cubano Oswaldo Payá dio a conocer el
miércoles una nueva versión sobre otro carro que estuvo involucrado en
el accidente que causó su muerte, e insistieron en que no aceptarán la
versión del gobierno hasta que hablen con los sobrevivientes.
A su vez, el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución que exige una investigación independiente del accidente, y una política española dijo que Angel Carromero, que puede ser acusado de homicidio vehicular por el accidente, merece un proceso legal “claro y transparente”.
El hijo de Payá, Oswaldo José, de 24 años, indicó que habían recibido información de que un Lada, el auto típico de los agentes de la Seguridad del Estado, estuvo al menos muy cerca del Hyundai alquilado de Carromero cuando éste se salió de la carretera y se estrelló contra un árbol cerca de la ciudad oriental de Bayamo.
El Lada se detuvo en el sitio del accidente y uno de los pasajeros ayudó a Carromero a salir del Hyundai. El español preguntó entonces: “¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué nos hacen esto?”, según Oswaldo José.
Lo que es más, un pasajero del Lada rojo utilizó su teléfono celular para pedir inmediatamente una ambulancia, demostrando que conocía el número telefónico de alguien con la autoridad para despachar el vehículo, dijo Oswaldo José a El Nuevo Herald.
Agregó que su familia recibió la información de amigos en el hospital de Bayamo, donde Carromero y el otro sobreviviente, el sueco Jens Aron Modig, fueron atendidos después del accidente. Los amigos afirmaron que habían escuchado al capitán de la policía Fulgencio Medina cuando le confiaba la información a otro agente.
En una entrevista el miércoles con la radioemisora española COPE, la viuda de Payá, Ofelia Acevedo, dijo que los amigos escucharon claramente que Medina decía: “Un Lada rojo”.
Acevedo repitió esta versión más tarde en su casa de La Habana durante una conferencia de prensa. Tanto ella como Oswaldo José rehusaron identificar a los amigos.
Payá y su correligionario Harold Cepero murieron en el accidente del 22 de julio, mientras que Carromero y Modig sufrieron lesiones leves. Carromero permanece encarcelado por sospechas de homicidio vehicular, y Modig regresó el martes a Estocolmo.
La versión oficial de Cuba indicó que Carromero conducía a exceso de velocidad y causó el accidente, en que sólo estuvo involucrado un auto. El lunes, los europeos también negaron que un segundo vehículo estuviera involucrado durante una conferencia de prensa en el Centro de Prensa Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, en La Habana.
Los familiares de Payá, como han hecho repetidamente, insistieron en que no pueden confiar en la versión oficial hasta que puedan hablar con los sobrevivientes, lejos de posibles presiones del gobierno, porque agentes de la Seguridad del Estado habían amenazado repetidamente a Payá.
La conferencia de prensa fue supervisada por el director del centro, Gustavo Machín, que era el primer secretario de la misión diplomática cubana en Washington en el 2002, cuando fue expulsado en conexión con el caso de Ana Belén Montes, una importante analista del Pentágono condenada por espiar a favor de Cuba. Montes está cumpliendo una condena de 25 años.
Beatriz Jurado, presidenta nacional de Nuevas Generaciones, el ala juvenil del gobernante Partido Popular, de España, dijo a los periodistas que espera que Carromero tenga un proceso legal “claro y transparente”, en el cual puedan defenderlo.
Su situación ahora es “muy difícil”, agregó Jurado. Carromero es vicepresidenta de la filial en Madrid de Nuevas Generaciones. Modig es presidente de la Liga Juvenil del Partido Demócrata Cristiano de Suecia. Ambos tienen 27 años.
Modig dijo que viajó con Carromero a Cuba para reunirse con Payá y entregar alrededor de $4,900 para la disidencia. El dinero estaba destinado tanto a Payá como a miembros de su Movimiento Cristiano Liberación.
La resolución del Senado, aprobada unánimente, elogió a Payá por su “dedicación a la libertad y a la fe”, así como por su valentía ante décadas de represión gubernamental. También ofreció condolencias a su familia.
La resolución apremia al gobierno cubano “para que permita una investigación imparcial de terceras partes” sobre el fatal accidente, y pide al gobierno estadounidense que siga presionando por “libertad religiosa y derechos humanos en Cuba”.
La resolución fue copatrocinada por los senadores Bill Nelson, demócrata de la Florida; Marco Rubio, republicano de la Florida; Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey; John Kerry, demócrata de Massachusetts; Richard Lugar, republicano de Indiana; Dick Durbin, demócrata de Illinois, y Joe Lieberman, un independiente de Connecticut.
Lech Walesa, ex líder disidente y ex presidente de Polonia, emitió una declaración elogiando a Payá como “un hombre de coraje, decisión y espíritu extraordinariamente luchador [ …y…] una de las más importantes voces de la libertad en Cuba”.
Aunque nunca se conocieron, agregó Walesa, espera que algún día podrá llegar al cementerio que guarda sus restos para “decirle adiós a mi amigo y rendirle el tributo de un hombre grande y sabio”.
A su vez, el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución que exige una investigación independiente del accidente, y una política española dijo que Angel Carromero, que puede ser acusado de homicidio vehicular por el accidente, merece un proceso legal “claro y transparente”.
El hijo de Payá, Oswaldo José, de 24 años, indicó que habían recibido información de que un Lada, el auto típico de los agentes de la Seguridad del Estado, estuvo al menos muy cerca del Hyundai alquilado de Carromero cuando éste se salió de la carretera y se estrelló contra un árbol cerca de la ciudad oriental de Bayamo.
El Lada se detuvo en el sitio del accidente y uno de los pasajeros ayudó a Carromero a salir del Hyundai. El español preguntó entonces: “¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué nos hacen esto?”, según Oswaldo José.
Lo que es más, un pasajero del Lada rojo utilizó su teléfono celular para pedir inmediatamente una ambulancia, demostrando que conocía el número telefónico de alguien con la autoridad para despachar el vehículo, dijo Oswaldo José a El Nuevo Herald.
Agregó que su familia recibió la información de amigos en el hospital de Bayamo, donde Carromero y el otro sobreviviente, el sueco Jens Aron Modig, fueron atendidos después del accidente. Los amigos afirmaron que habían escuchado al capitán de la policía Fulgencio Medina cuando le confiaba la información a otro agente.
En una entrevista el miércoles con la radioemisora española COPE, la viuda de Payá, Ofelia Acevedo, dijo que los amigos escucharon claramente que Medina decía: “Un Lada rojo”.
Acevedo repitió esta versión más tarde en su casa de La Habana durante una conferencia de prensa. Tanto ella como Oswaldo José rehusaron identificar a los amigos.
Payá y su correligionario Harold Cepero murieron en el accidente del 22 de julio, mientras que Carromero y Modig sufrieron lesiones leves. Carromero permanece encarcelado por sospechas de homicidio vehicular, y Modig regresó el martes a Estocolmo.
La versión oficial de Cuba indicó que Carromero conducía a exceso de velocidad y causó el accidente, en que sólo estuvo involucrado un auto. El lunes, los europeos también negaron que un segundo vehículo estuviera involucrado durante una conferencia de prensa en el Centro de Prensa Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, en La Habana.
Los familiares de Payá, como han hecho repetidamente, insistieron en que no pueden confiar en la versión oficial hasta que puedan hablar con los sobrevivientes, lejos de posibles presiones del gobierno, porque agentes de la Seguridad del Estado habían amenazado repetidamente a Payá.
La conferencia de prensa fue supervisada por el director del centro, Gustavo Machín, que era el primer secretario de la misión diplomática cubana en Washington en el 2002, cuando fue expulsado en conexión con el caso de Ana Belén Montes, una importante analista del Pentágono condenada por espiar a favor de Cuba. Montes está cumpliendo una condena de 25 años.
Beatriz Jurado, presidenta nacional de Nuevas Generaciones, el ala juvenil del gobernante Partido Popular, de España, dijo a los periodistas que espera que Carromero tenga un proceso legal “claro y transparente”, en el cual puedan defenderlo.
Su situación ahora es “muy difícil”, agregó Jurado. Carromero es vicepresidenta de la filial en Madrid de Nuevas Generaciones. Modig es presidente de la Liga Juvenil del Partido Demócrata Cristiano de Suecia. Ambos tienen 27 años.
Modig dijo que viajó con Carromero a Cuba para reunirse con Payá y entregar alrededor de $4,900 para la disidencia. El dinero estaba destinado tanto a Payá como a miembros de su Movimiento Cristiano Liberación.
La resolución del Senado, aprobada unánimente, elogió a Payá por su “dedicación a la libertad y a la fe”, así como por su valentía ante décadas de represión gubernamental. También ofreció condolencias a su familia.
La resolución apremia al gobierno cubano “para que permita una investigación imparcial de terceras partes” sobre el fatal accidente, y pide al gobierno estadounidense que siga presionando por “libertad religiosa y derechos humanos en Cuba”.
La resolución fue copatrocinada por los senadores Bill Nelson, demócrata de la Florida; Marco Rubio, republicano de la Florida; Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey; John Kerry, demócrata de Massachusetts; Richard Lugar, republicano de Indiana; Dick Durbin, demócrata de Illinois, y Joe Lieberman, un independiente de Connecticut.
Lech Walesa, ex líder disidente y ex presidente de Polonia, emitió una declaración elogiando a Payá como “un hombre de coraje, decisión y espíritu extraordinariamente luchador [ …y…] una de las más importantes voces de la libertad en Cuba”.
Aunque nunca se conocieron, agregó Walesa, espera que algún día podrá llegar al cementerio que guarda sus restos para “decirle adiós a mi amigo y rendirle el tributo de un hombre grande y sabio”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario