Globovisión asediada por investigaciones, multas y violencia
Por Monica Campbell
CARACAS. - En Venezuela, existe una sola cadena televisiva crítica del gobierno
que aún se mantiene al aire, pero sólo apenas. El canal privado,
Globovisión, está haciendo frente a multas por parte del ente
regulador, una oleada incesante de menosprecio por parte del gobierno e
incluso violencia directa contra su personal. Está siendo obligado a
defenderse en la justicia y aún debe producir cobertura de noticias
durante un año electoral que es crucial para el país.
Nadie espera que las cosas sean fáciles para Globovisión en un país
dominado por los medios del estado y donde las concesiones de varios
medios audiovisuales críticos han sido revocadas durante el mandato
del Presidente Hugo Chávez. Pero el último año trajo aparejado desafíos
sin precedentes. En octubre de 2011, tras un violento motín en la
prisión El Rodeo, en las afueras de Caracas, Conatel, el organismo que
regula el espectro radioeléctrico, le impuso a Globovisión una multa
9,3 millones de bolívares (2,16 millones de dólares) por su cobertura
sobre la crisis.
Si bien otros medios venezolanos e internacionales cubrieron los
disturbios, entrevistando a testigos y familiares preocupados por la
situación, el ente regulador eligió a Globovisión, y reclamó que había
transmitido demasiadas secuencias de familiares llorando que fueron
empalmadas con el sonido de disparos. El canal, según concluyó el ente
regulador, promovió un clima de "odio e intolerancia". Globovisión
respondió que había informado sobre el tema en forma completa,
dialogando con familiares de los involucrados y trabajando con las
limitaciones impuestas a la prensa, que incluyeron mantener a los
periodistas retirados a casi un kilómetro de la cárcel.
La multa es el último añadido del expediente del gobierno sobre
Globovisión. Chávez había acusado previamente a la emisora de apoyar en
2002 el fallido golpe de estado en su contra. En ese caso, Globovisión
encontró el mismo escrutinio oficial que otros canales privados,
incluyendo Radio Caracas Televisión, o RCTV, cuya concesión no fue
renovada en 2007. En 2010, RCTV salió también de la grilla del cable y
el satélite luego de rehusarse a transmitir los mensajes del Presidente
Chávez.
Conatel también investigó a Globovisión en 2009, luego de que la
emisora informara sobre un terremoto que ocurrió en Venezuela antes de
que los funcionarios hubieran difundido un comunicado público sobre el
sismo. El ente regulador reclamó porque la emisora había contado con
información proporcionada por las autoridades sismológicas
estadounidenses en lugar de funcionarios venezolanos, y que pudo haber
provocado pánico y desorden público. El director de Globovisión
argumentó que las autoridades nacionales reaccionaron con lentitud
frente al terremoto y que información confiable fue proporcionada por
otras fuentes.
Entre los numerosos procedimientos administrativos abiertos contra
Globovisión, el ente regulador ha acusado a la televisora de "incitar a
la rebelión" y crear "pánico y zozobra en la población", según la investigación del CPJ.
Una sanción en cualquier caso podría ocasionar la suspensión de la
emisora por un período de hasta 72 horas; una segunda sanción
resultaría en la revocación de su licencia.
Guillermo Zuloaga sale del Palacio de Justicia en Caracas el 17 de julio de 2009. (AP/Ariana Cubillos)
En 2010, Guillermo Zuloaga, el presidente de Globovisión,
abandonó el país para escapar de una serie de acusaciones, incluyendo
la difusión de noticias falsas, ofender a Chávez en declaraciones
públicas, además de cargos por supuesta usura y agavillamiento en
relación con un negocio de venta de automóviles del empresario. Zuloaga
negó las acusaciones e indicó que habían sido fabricadas en un intento
por cerrar la emisora. El empresario permanece en el exilio en Estados
Unidos. "Somos la última emisora independiente que queda en pie y el
gobierno está haciendo lo que puede para intentar cerrarnos", aseveró
María Fernanda Flores, la vicepresidenta de Globovisión, en una
entrevista en la sede del canal, en Caracas.
El gobierno sostiene que Globovisión tiene una historia plagada de sensacionalismo y manipulación. "Es un perjuicio público", aseguró Julio Rafael Chávez Meléndez, diputado de la Asamblea Nacional y vicepresidente de la Comisión Permanente del Poder Popular y Medios de Comunicación. "Aun así, se les permite emitir sus notas, que claramente justifican el objetivo político de la oposición. Pero tampoco podemos permitir que pisotee nuestras leyes sin consecuencias. Si bien pueden defender su derecho a existir como un canal de noticias, nosotros debemos defender nuestro derecho a aplicar la ley. Esto no es un intento de silenciar a la oposición".
Carlos Ayala, un experto en derecho constitucional en Caracas y ex presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, está en desacuerdo. Aseguró que la audiencia de Globovisión puede quedarse con la impresión de que los medios venezolanos son libres de criticar al gobierno venezolano, pero el canal está pagando un alto costo por expresar sus puntos de vista. "Estamos viendo cuán lejos puede llegar el gobierno, amenazando la propia existencia de un canal de televisión al imponer enormes multas". La multa de 2,16 millones de dólares estadounidenses por la cobertura de Globovisión sobre la crisis carcelaria es equivalente al 7,5 por ciento de los ingresos brutos de 2010.
El gobierno sostiene que Globovisión tiene una historia plagada de sensacionalismo y manipulación. "Es un perjuicio público", aseguró Julio Rafael Chávez Meléndez, diputado de la Asamblea Nacional y vicepresidente de la Comisión Permanente del Poder Popular y Medios de Comunicación. "Aun así, se les permite emitir sus notas, que claramente justifican el objetivo político de la oposición. Pero tampoco podemos permitir que pisotee nuestras leyes sin consecuencias. Si bien pueden defender su derecho a existir como un canal de noticias, nosotros debemos defender nuestro derecho a aplicar la ley. Esto no es un intento de silenciar a la oposición".
Carlos Ayala, un experto en derecho constitucional en Caracas y ex presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, está en desacuerdo. Aseguró que la audiencia de Globovisión puede quedarse con la impresión de que los medios venezolanos son libres de criticar al gobierno venezolano, pero el canal está pagando un alto costo por expresar sus puntos de vista. "Estamos viendo cuán lejos puede llegar el gobierno, amenazando la propia existencia de un canal de televisión al imponer enormes multas". La multa de 2,16 millones de dólares estadounidenses por la cobertura de Globovisión sobre la crisis carcelaria es equivalente al 7,5 por ciento de los ingresos brutos de 2010.
Aún así, algunos críticos reconocen que la emisora exacerba la
polarización de la prensa y es culpable de una cobertura sesgada como
sus colegas pro-Chávez en medios oficiales. Si bien es comprensivo con
la posición en soledad de Globovisión, Andrés Cañizález, profesor y
experto en medios de la Universidad Católica Andrés Bello, admitió que
la emisora invierte "menos tiempo en periodismo investigativo y más
recursos en señalar los errores que comete el gobierno".
Lysber Ramos Sol, quien lidera la unidad de investigación de Globovisión, afirmó que las investigaciones periodísticas y objetivas son parte de los ideales del canal, pero añadió que los reportajes contundentes son "casi imposibles" de realizar dada la falta de transparencia que existe en Venezuela. Los reporteros de Globovisión también alegan que forman parte de una lista negra. Con mucha frecuencia, afirman ellos, funcionarios les niegan pedidos de información y entrevistas con el gobierno. El ingreso a las conferencias de prensa oficiales es bloqueado como rutina.
Lysber Ramos Sol, quien lidera la unidad de investigación de Globovisión, afirmó que las investigaciones periodísticas y objetivas son parte de los ideales del canal, pero añadió que los reportajes contundentes son "casi imposibles" de realizar dada la falta de transparencia que existe en Venezuela. Los reporteros de Globovisión también alegan que forman parte de una lista negra. Con mucha frecuencia, afirman ellos, funcionarios les niegan pedidos de información y entrevistas con el gobierno. El ingreso a las conferencias de prensa oficiales es bloqueado como rutina.
"Lo típico es llegar a una conferencia de prensa y ser detenido en
la puerta de entrada por no estar en la lista de periodistas
autorizados", afirmó Sasha Ackerman, que se unió al equipo de
reporteros de Globovisión hace tres años. "Entonces esperamos afuera
con el resto de los periodistas excluidos y obtenemos información de
otros colegas o la rebuscamos por otro lado".
Periodistas en los estudios de Globovisión. (AP/Ariana Cubillos)
Los periodistas de Globovisión también enfrentan amenazas físicas e
intimidación. En marzo, un grupo de sujetos armados no identificados,
vistiendo chaquetas rojas del Partido Socialista Unido pro-Chávez,
atacaron a Ackerman y a un camarógrafo de la emisora y robaron material
mientras cubrían una concentración del candidato presidencial de la
oposición Henrique Capriles Radonski. La noche del ataque, el esposo de
Ackerman le preguntaba si informar sobre las elecciones presidenciales
este año le pondría en peligro. "Lo pensé mucho", indicó Ackerman. "Fue
la primera vez que había enfrentado violencia directa por reportear.
Pero al mismo tiempo me he vuelto más determinada para salir e
informar".
Mientras tanto, integrantes enmascarados del grupo pro-gubernamental
"La Piedrita" se reunieron en marzo afuera de las oficinas de
Globovisión para lanzar insultos y agitar armas, según informó el canal.
En años anteriores, el grupo se atribuyó la responsabilidad
de atacar a periodistas y medios con gases lacrimógenos y amenazó con
"tomar las armas" contra Globovisión, mientras acusaba a la emisora de
promover la violencia contra Chávez.
En 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos solicitó al
gobierno que proporcionara protección al canal y a sus periodistas,
pero el gobierno nunca implementó las recomendaciones del tribunal. El
gobierno venezolano, junto con su par de Ecuador, ha propuesto reformas
para restringir las funciones del tribunal allegado de la
organización, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y en
particular su relatoría especial para la libertad de expresión, cuya
oficina ha difundido informes críticos sobre el clima de libertad de
prensa en ambos países.
Resulta difícil predecir cuánto tiempo más se tolerará a
Globovisión. "Los ratings de RCTV subieron cuando se aproximaba su
cierre", señaló Carlos Correa, director ejecutivo de Espacio Público,
una organización que promueve la libertad de expresión y la ética
periodística en Venezuela. "Emprenderla con Globovisión puede volverlo
más popular". Globovisión informó que las tarifas de publicidad se han
mantenido firmes.
A fines de junio, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó un embargo ejecutivo sobre bienes de Globovisión totalizando 24,4 millones de bolívares (5,7 millones de dólares). El asesor jurídico del canal, Ricardo Antela, indicó al CPJ que la decisión estaba dirigida a obligar a Globovisión a pagar la multa por su cobertura sobre la crisis carcelaria. Unos días después, la emisora pagó la multa de 2,16 millones de dólares. Una apelación para anular la multa aún está pendiente en un tribunal administrativo. Si ese fallo fuera favorable, Globovisión solicitará que le reintegren la multa pagada, sostuvo Antela. Mientras tanto, la empresa fue obligada a tomar deuda, indicó el abogado, y el impacto financiero se sentirá en todo el canal.
A fines de junio, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó un embargo ejecutivo sobre bienes de Globovisión totalizando 24,4 millones de bolívares (5,7 millones de dólares). El asesor jurídico del canal, Ricardo Antela, indicó al CPJ que la decisión estaba dirigida a obligar a Globovisión a pagar la multa por su cobertura sobre la crisis carcelaria. Unos días después, la emisora pagó la multa de 2,16 millones de dólares. Una apelación para anular la multa aún está pendiente en un tribunal administrativo. Si ese fallo fuera favorable, Globovisión solicitará que le reintegren la multa pagada, sostuvo Antela. Mientras tanto, la empresa fue obligada a tomar deuda, indicó el abogado, y el impacto financiero se sentirá en todo el canal.
En tanto, Antela afirmó que la situación es tal que el ente
regulador puede apuntar a cualquiera de una serie de procedimientos
administrativos abiertos contra Globovisión y clausurar el canal en
cuestión de días.
Monica Campbell es una periodista independiente radicada en San Francisco y fue consultora del CPJ.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario