Hoy entra en vigor el mandato antireligión de Obamacare
Ayer, en la víspera de la entrada en vigor del mandato aplastando la libertad religiosa, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) del presidente Obama realizó una indignante afirmación:
La administración Obama continuará trabajando con todos los empleadores para darles la flexibilidad y los recursos que necesitan para implementar la ley de atención médica de un modo que proteja la salud de las mujeres a la vez que realizan ajustes de sentido común para valores como la libertad religiosa.La libertad religiosa es un derecho fundamental garantizado por la Primera Enmienda de la Constitución, no es un mero “valor” cuya importancia está sujeta a la devaluación por parte de una determinada normativa de la administración. Lamentablemente, una devaluación de este principio básico es exactamente lo que hemos estado viendo por parte de la administración Obama, que un año después de que tal apoyo de boca para afuera a la libertad religiosa se ha mantenido firme a su mandato original a pesar de las amplias e intensas protestas religiosas en su contra.
La promesa más reciente de la secretaria del HHS Kathleen Sebelius no sirve de nada y añade el insulto a la dolorosa injuria que el HHS ya está infligiendo a los americanos que creen que la libertad religiosa no es algo que se acaba cuando uno abandona una casa de culto.
Pero el mandato anticonciencia del HHS ya está en vigor.
¿Qué sucede a partir de hoy?
El día de hoy marca el comienzo de una época de decisiones imposibles para los empleadores que, por razones de conciencia, no han estado pagando los medicamentos abortivos, la contracepción o la esterilización para sus empleados. Ahora se requiere que los empleadores ofrezcan estos servicios “gratis”, lo que significa que los empleadores asumen el costo de incluir estos servicios en sus planes de seguros médicos. En la renovación de la duración de sus planes médicos, el mandato del HHS obligará a los empleadores a tomar una decisión insostenible: violar sus creencias profundamente mantenidas o perder el derecho a la disposición del seguro médico en general y arriesgarse a fuertes multas.¿Quiénes son estas víctimas del pisoteo de la fe por parte de Obamacare? A saber: los propietarios de empresas familiares que están creando empleos y haciendo crecer la economía, las organizaciones sociales católicas que proporcionan servicios incalculables a sus comunidades y las facultades y universidades evangélicas que están educando a la próxima generación, por nombrar sólo unas cuantas. La administración Obama dice que de los derechos a la libertad religiosa de los propietarios de empresas no deberían interferir en sus vidas diarias, afirmando que “los empleadores laicos con ánimo de lucro generalmente no incurren en ningún ejercicio de religión protegido por la Primera Enmienda”.
Si los empleadores no lo acatan, ¿qué les sucede?
Si los empleadores no cambian sus planes, se verán afectados por multas de hasta $100 por empleado y día. Pero si dejan de proporcionar cobertura médica, el doble golpe de Obamacare implica que los empleadores con más de 50 empleados se podrían en cambio ver afectados por multas debido a eso.Para muchos empleadores, la cuantía de estas multas implicaría el cierre de la empresa. Aplicando la multa de $100 por empleado y día a Hercules Industries (la empresa de propiedad familiar con 265 empleados que está desafiando el mandato en Colorado), por ejemplo, significaría una multa de $800,000 mensuales, casi $10 millones anuales.
Si Hercules tuviera que quitar la cobertura médica, obligando a sus empleados a que se incorporen a los intercambios del gobierno según Obamacare, se enfrentaría a una multa a la fe de aproximadamente $2,000 por empleado y año, lo que hace un total de $530,000 anuales.
¿Qué hay acerca del “refugio seguro” de la administración que se prometió para retrasar los efectos del mandato?
La administración concedió una mínima exención al mandato para las casas de culto religioso que sirven a sus propios miembros. Entre los muchos empleadores que no se ajustan a dicha exención religiosa de la administración, algunos pueden ser capaces de conseguir un aplazamiento de un año para el mandato del HHS según la disposición de la administración para un “refugio seguro temporal”. Los empleadores religiosos sin ánimo de lucro tienen derecho a este refugio seguro sólo si cumplen un test de cuatro partes de la administración.Incluso entonces, el refugio seguro temporal sólo retrasa lo inevitable, concediendo simplemente a los empleadores religiosos 12 meses adicionales para silenciar sus conciencias y para que se alineen con el mandato del gobierno. Muchos empleadores religiosos y todos los empleadores con ánimo de lucro no se ajustan a los requerimientos para el refugio seguro y están sujetos al mandato del HHS que comienza hoy.
¿Hay aún alguien llevando el caso a la justicia?
Esta lucha está lejos de haber terminado. Casi 60 organizaciones han sumado más de 20 pleitos contra el mandato del HHS, incluidos empleadores tanto con ánimo de lucro como sin él.La primera decisión legal llegó justo el viernes pasado cuando un juez de Colorado emitió un amparo judicial contra el mandato. El mandato no se hará cumplir contra la empresa familiar Hercules Industries mientras se mantenga en la corte la audiencia en justicia sobre este asunto.
¿Es este el último de los mandatos de Obamacare?
Este es sólo el comienzo de los problemas que los americanos continuarán viendo según el paquete de “beneficios esenciales” obligatorios de Obamacare tome forma. Obamacare concedió un enorme poder al HHS para que elabore las normas de la ley de atención médica de 2,700 páginas y aún no conocemos muchos detalles concretos de cómo se implementará. De manera conveniente, muchas de las nuevas normas y los nuevos impuestos de Obamacare no afectarán a los americanos hasta bastante después de las elecciones presidenciales, ya en 2014.El mandato anticonciencia es una señal de advertencia para nosotros de cómo unos requerimientos de la atención médica universales pisotearán la libertad religiosa así como la libertad individual. La centralización de la atención médica es simplemente incompatible con la libertad, ya sea la libertad religiosa o cualquier tipo de libertad individual. El único modo de restituir nuestras libertades es derogar Obamacare.
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