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El parqué neoyorquino cerró con esos moderados retrocesos después de que la Fed concluyese su muy esperada reunión de dos días sobre política monetaria manteniendo sin cambios la tasa de interés de referencia, aunque afirmó que, si fuera necesario, aplicará más medidas para estimular el crecimiento de la economía.
Con la mirada puesta ahora en la reunión que mantendrá este jueves el Banco Central Europeo, los inversores se decantaron por las ventas en un día en el que se conocieron datos dispares sobre la economía estadounidense, como fueron la contracción del sector manufacturero y el aumento mayor al esperado del empleo en el sector privado.
También presionaron a la baja a Wall Street las irregularidades en las transacciones de un total de 148 valores que se cotizan en la bolsa de Nueva York (NYSE), que llevaron a paralizar momentáneamente la negociación de varios de ellos debido a un "problema tecnológico" de la firma Knight Capital, que se desplomó el 32,82%.
Los componentes del Dow Jones quedaron prácticamente divididos entre los avances y los retrocesos, de forma que el lado negativo lo capitanearon la tecnológica Hewlett-Packard (-3,18%), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-1,85%) y Bank of America (-1,63%), entre otras.
Más protagonistas del día
El lado de las ganancias de ese índice lo capitanearon la aseguradora Travelers (1,12%) y la tecnológica Intel (0,89%), mientras que fuera de ese índice la red social Facebook cayó el 3,82% en un día en el que volvió a tocar un mínimo histórico desde su salida a bolsa, de 20,84 dólares.Por otro lado, la red de sistemas de pago MasterCard bajó el 2,15% pese a anunciar que en el primer semestre del año ganó 1.382 millones de dólares, el 18 % más interanual, ya que sus ingresos no alcanzaron las expectativas de los analistas.
Por lo contrario, el grupo de comunicación Time Warner subió el 1,23% después de anunciar que en el primer semestre del año ganó 1.031 millones de dólares, el 21,5% menos interanual.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 88,91 dólares por barril, el oro descendía a 1.607,3 dólares la onza, el dólar ganaba terreno ante al euro (se cambiaba a 1,2224 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años progresaba al 1,52%.
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