30 agosto, 2012

Vivir sin huevos en México

Alberto Nájar


Comerciante en Ciudad de México
Benjamín Fuentes, comerciante de Ciudad de México, dice que la crisis por el precio del huevo afectó sus ventas
En un barrio al oriente de Ciudad de México, dos jóvenes conversan. "¿De qué es el sandwich que comes?", pregunta uno. "De huevo", responde. Uf, dice su amigo, "eres rico".
Bromas como ésta son comunes en el país. Desde hace varios días el precio del huevo ha alcanzado niveles históricos, e incluso en algunas regiones el valor del producto aumentó hasta en 400%.
Parte de la crisis se debe a un brote de gripe aviar en Jalisco, el principal estado productor del país, y que obligó a sacrificar unas 10 millones de gallinas.
Pero también es consecuencia de la especulación de algunos distribuidores, reconocen las autoridades. De hecho, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, pidió no comprar huevo y ayudar de esta manera a regular el mercado.
Una recomendación difícil de cumplir, pues los mexicanos son los principales consumidores del producto en el mundo, según el Instituto Nacional Avícola.
Así, el aumento de precio ha causado serios problemas en la dieta de muchas familias que están obligadas a sustituir las proteínas del huevo con otros productos.

Nuevas dietas

"En lugar de huevo compro tomate y lo preparo con chorizo, o sirvo sólo frijoles"
Ana Valenzuela, ama de casa
BBC Mundo preguntó a varios habitantes de Ciudad de México cómo han sobrevivido a la crisis del huevo, y la forma como sustituyen el consumo de ese producto.
"Ahora los frijoles en la mañana van sin huevo, a mis niños les doy cereal o sándwiches", dice Marta Rodríguez, ama de casa. "Antes desayunábamos huevo casi diario".
Ana Valenzuela, también ama de casa, enfrenta un problema similar. "Está muy caro, antes costaba 19 o 20 pesos (US$1,7) y ahora quieren cobrar 35 o 40 pesos (US$3)", se queja. "En lugar de huevo compro tomate y lo preparo con chorizo, o sirvo sólo frijoles".
Otras familias se ven obligadas a reducir el consumo del producto, pues no lo pueden sustituir por completo.
"Sólo compro medio kilo, así le hemos estado haciendo porque todos en casa comemos huevo aunque hemos tratado de sustituirlo con carne o comiendo puro frijol", explica Gustavo Narváez.
La crisis también afecta a comerciantes como Benjamín Fuentes. "A nosotros nos lo están vendiendo a 35 pesos (US$2,5) el kilo, yo lo vendo a 38 pesos (US$3), no le podemos sacar mucho", lamenta.
"La gente no está comprando huevo y se ha resentido en lo que vendemos, ahorita se ha estado vendiendo mucho el atún y los cereales".
Y otros, como Yolando Landeros, han debido enfrentar el enojo de los compradores.
"Lo vendo a 38 pesos el kilo, hay clientes que reclaman pero yo les digo que no es cosa de uno, a mí me lo venden a 35 pesos, saco lo que puedo de ganancia".

Cárcel

Marta Rodríguez, ama de casa en Ciudad de México
La familia de Marta Rodríguez cambió su desayuno tradicional por la crisis del huevo
Las secretarías de Economía y Agricultura creen que la crisis en el precio del huevo podría terminar en algunas semanas, una vez que los productores afectados por la gripe aviar repueblen las granjas avícolas.
Mientras, el gobierno canceló temporalmente el arancel a la importación del producto y permitir compras masivas en Estados Unidos, Colombia y Centroamérica.
También emprendió una cruzada contra la especulación. Quienes lucren ilegalmente con el huevo podrían ser encarcelados hasta por diez años, n advirtió la gubernamental Procuraduría Federal de la Defensa del Consumidor (Profeco).
El tema se ha vuelto frecuente en las conversaciones cotidianas, las redes sociales y los medios de comunicación. Las bromas no cesan.
Recientemente el conductor de un programa radiofónico contaba al aire que mientras algunos sólo podían comer caviar, "hay presuntuosos que desayunan huevo todos los días".

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