06 septiembre, 2012

Competitividad urbana en México

Análisis & Opinión

Competitividad urbana en México

Isaac Leobardo Sánchez Juárez

Profesor e investigador de Economía en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (México). Fue el ganador del concurso “Caminos de la Libertad” 2009, organizado por TV Azteca.

Normalmente en la columna hablo de temas bastante agregados, eludo comentar asuntos locales, la razón detrás de este comportamiento es que existe poca información confiable a esta escala.
Afortunadamente, en fecha reciente, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) publicó un informe acerca de la competitividad urbana, el cual contiene mucha información a escala municipal.
Básicamente lo que hizo este organismo fue construir un índice con indicadores en relación a: 1) gestión profesional de los municipios; 2) ciudades compactas; 3) finanzas públicas urbanas; 4) transporte; 5) seguridad; 6) manejo del agua y 7) manejo de los residuos.
El índice de competitividad urbana publicado por el IMCO hace referencia a 77 ciudades del país y 364 municipios por medio de 60 indicadores agrupados en 10 subíndices. Las 77 ciudades que incorpora representan el 63% de la población y 80% del PIB. Los 10 subíndices son: 1) sistema de derecho confiable y objetivo; 2) manejo sustentable del medio ambiente; 3) sociedad incluyente, preparada y sana; 4) economía estable; 5) sistema político estable y funcional, 6) mercado laboral; 7) infraestructura; 8) gobiernos eficientes y eficaces; 9) aprovechamiento de las relaciones internacionales y 10) sofisticación e innovación en los sectores económicos.
Las mejores doce ciudades de acuerdo con el índice de competitividad urbana en 2012 son (entre paréntesis su clasificación): Monterrey (1), Valle de México (2), San Luis Potosí (3), Querétaro (4), Ciudad del Carmen (5), Saltillo (6), Tampico (7), Colima (8), Guadalajara (9), Mexicali (10), Monclova (11) y Campeche (12). En el caso de Monterrey, es la única del país catalogada con un nivel alto de competitividad, las otras once son clasificadas como de nivel adecuado. En estas doce ciudades la inversión por habitante ocupado es en promedio de 12,628 pesos y el 23% de la población económicamente activa cuenta con estudios de educación superior.
Las doce peores ciudades en materia de competitividad, con un nivel bajo y muy bajo son: Poza Rica (66), Ensenada (67), Juárez (68), San Francisco del Rincón (69), Tijuana (70), Tehuantepec-Salina Cruz (71), Matamoros (72), Río Verde-Ciudad Fernández (73), Cárdenas (74), La Piedad (75), Acapulco (76) y Chilpancingo (77). En estas ciudades la inversión por habitante ocupado es en promedio de 4,850 pesos y apenas el 14% de la población económicamente activa cuenta con estudios superiores.
Las mejores doce ciudades de acuerdo con el índice de competitividad urbana en 2012 son (entre paréntesis su clasificación): Monterrey (1), Valle de México (2), San Luis Potosí (3), Querétaro (4), Ciudad del Carmen (5), Saltillo (6), Tampico (7), Colima (8), Guadalajara (9), Mexicali (10), Monclova (11) y Campeche (12).
Las ciudades que de acuerdo con el índice tienen un nivel medio bajo de competitividad son: Tuxtla Gutiérrez (39), Los Mochis (40), Mazatlán (41), Guaymas (42), Xalapa (43), La Laguna (44), Reynosa-Río Bravo (45), Uruapan (46), Cancún (47), Minatitlán (48), Culiacán (49), Córdova (50), Tepic (51), Cuautla (52), Durango (53), Tlaxcala-Apizaco (54), Chetumal (55), Tecomán (56), Salamanca (57), Ocotlán (58), Orizaba (59), Oaxaca (60), Zamora-Jacona (61), Nuevo Laredo (62), Tehuacán (63), Tapachula (64) y Tulancingo (65).
Como puede observar por los datos, se enfrenta un problema severo de falta de competitividad en las principales ciudades del país. Destaca Monterrey como la única ciudad con un nivel alto de competitividad. Resultado que de acuerdo al IMCO puede revertirse para la próxima edición del índice si continúan los problemas de violencia y delincuencia en aquella ciudad. El índice contiene datos hasta 2009 y no considera el drástico incremento de la violencia ocurrido a partir de 2010. De hecho entre 2010 y 2011, los homicidios en Monterrey se incrementaron un 300%. La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes era de 5.3 en 2009 (similar a la de países desarrollados) y fue de 37.5 en 2011 (similar a la de un país como Guatemala).
No obstante lo anterior, IMCO señala que Monterrey tienen grandes fortalezas, como son: a) un PIB per cápita de 247 mil pesos (US$18.600), el más alto del país; b) una productividad laboral de 580 mil pesos (US$43.899), la tercera más alta del país; c) una inversión extranjera per cápita de 18 mil pesos (US$1.362), la segunda más alta del país; d) un promedio de escolaridad de 10 años, uno de los más altos del país; e) 100% de las aguas residuales recibe tratamiento y; f) 98% de los residuos se disponen de manera adecuada.
Mejorar la competitividad en las ciudades requiere del trabajo conjunto del gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales. Ocupa de un esfuerzo coordinado, los incrementos en la competitividad de las 77 ciudades indicadas, conducirían a un país más próspero y con mayores oportunidades para sus habitantes. Atendiendo a esta tarea, considero fundamental, que la próxima administración federal cree una nueva instancia gubernamental abocada a trabajar el desarrollo urbano y regional del país, tema casi siempre olvidado por los políticos. Adicional a lo anterior, se requieren reformas para fortalecer a los municipios, ya que actualmente enfrentan problemas severos, entre los que destacan la falta de coordinación y la ausencia de una gestión profesionalizada.
Respecto a la profesionalización de los municipios, el IMCO tiene una propuesta que debe ser considerada con atención. Sugiere introducir la figura del administrador urbano o municipal, el cual debe tener un perfil técnico y separado de ciclos políticos; mayor jerarquía que secretarios o directores municipales; encargado de coordinar todos los servicios públicos. En esencia dejar que el presidente municipal se encargue de la política y el administrador de gestionar un uso y prestación eficiente de los recursos públicos.
Adicional a lo anterior, propone establecer un servicio civil de carrera (retener y profesionalizar funcionarios, dar continuidad a programas y metas), así como implementar un sistema de indicadores de gestión (de proceso y resultado, auditables). Esperemos que estas propuestas se lleven a cabo, las ideas están, lo que falta, como siempre, son las acciones.

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