04 septiembre, 2012

Lo bueno de Calderón

Lo bueno de Calderón

Pablo Hiriart

En lo político, lo mejor del gobierno de Felipe Calderón es que termina el 1 de diciembre y él se va de Palacio Nacional. Esto es relevante, porque pudimos no haber tenido la misma suerte en caso de que otro hubiera sido el ganador de las elecciones de 2006.
 
Calderón se condujo como un demócrata durante los seis años de su mandato.


Aceptó las derrotas dentro y fuera de su partido. Finalmente entregará la banda presidencial a alguien de la oposición y él personalmente no tenía el más mínimo afecto por ese candidato que derrotó al PAN y al PRD.


México pudo haber caído en una espiral de debilitamiento democrático, con plebiscitos para permitir la reelección presidencial, quitar la autonomía del Banco de México, persecución a los opositores, expropiación de empresas productivas y sometimiento de medios de comunicación para imponer la verdad oficial.


Nada de eso ocurrió con Calderón, pero pudo haber sucedido si no hubiera ganado las elecciones de hace seis años. Sí, hay que decirlo para no menospreciar lo que tenemos: de la que nos salvamos.


Calderón es un demócrata y lo ha demostrado con hechos. Su rival de 2006 no lo es, y también lo ha mostrado con ejemplos palmarios.


En lo económico, quizá el principal logro del Presidente ha sido la restitución de reservas de petróleo al cien por ciento.


Pudo revertir una tendencia que apuntaba a la caída libre en producción, venta y reservas. Ahora, por cada barril que se extrae se repone uno en las reservas.


Hoy ya no estamos en la zozobra de la escasez petrolera, y las posibilidades de encontrar nuevos yacimientos de consideración están a la vista.


En este gobierno se inició la exploración en aguas profundas, que ya ha enseñado sus primeros y promisorios frutos.


Las reservas del Banco de México, decía ayer el Presidente, alcanzan para pagar dos veces la deuda externa del país.


Somos un país atractivo para la inversión, pues durante el sexenio se captó inversión extranjera directa por 126 mil millones de dólares.


En competitividad también hubo mejoría: entre 2006 y 2012 México avanzó 2 posiciones en el indicador del Banco Mundial, por encima de potencias emergentes como Brasil, Rusia, India y China (los BRIC).


Infraestructura carretera es otro logro. Casi 300 mil millones de pesos se invirtieron en esta administración.


Hubo errores, insuficiencias, desperdicio de oportunidades, sí.


Pero lo positivo ahí se queda, como herencia para la nueva administración, que arranca su periodo el 1 de diciembre próximo.

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