24 septiembre, 2012



Una relación pervertida

Pablo Hiriart

La PGR informó que tiene un video de lo ocurrido en Tres Marías, cuando agentes federales acribillaron un vehículo de la embajada de Estados Unidos y sus pasajeros salvaron la vida gracias al blindaje del Jeep.
 
El problema es que —informó también la dependencia— no se tiene la tecnología para ver el video, por lo que se ha solicitado ayuda internacional.
 
A ver: ¿compraron cámaras de video con las que se puede filmar, pero no se puede ver lo que se filma?


Mejor dígannos la verdad: ¿de quién son esas cámaras? Pero no lo van a decir. La “ayuda internacional” para descifrar lo que con ellas se filmó es un eufemismo: se trata de Estados Unidos.


Estamos entregados a corporaciones estadounidenses de negro historial.


Esas relaciones oscuras nos comprometen para negociar con los vecinos del norte otros aspectos de la relación bilateral, hoy centrada en el tema de seguridad.


Todavía no sabemos de qué corporación estadounidense eran los dos funcionarios, de nombres falsos, que salvaron la vida cuando fueron balaceados por agentes de la Policía Federal en Morelos.


Eric Holder, procurador de Estados Unidos, declaró la semana pasada que él no estuvo enterado del operativo Rápido y Furioso, mediante el cual se introdujeron a México más de 20 mil armas de asalto, mayoritariamente fusiles AK-47, conocidos como cuernos de chivo.


¿Quién metió al sistema bancario mexicano dinero sucio para seguir la pista del lavado de dinero? No lo sabemos. Sólo conocemos, concretamente, el hecho.


Ante esa acción criminal, la Secretaría de Relaciones Exteriores se ha limitado a decir que el gobierno de México no estuvo enterado de ese delito cometido por agencias del gobierno de Estados Unidos.


Es decir, la relación obscura de nuestro gobierno no es con el gobierno de Estados Unidos. Si Holder no sabía nada y aquí tampoco teníamos conocimiento de la entrada de armas y de dinero sucio, entonces ¿quiénes llevan las relaciones?


Si no fueron autorizadas esas operaciones, o se realizaron de manera clandestina, ¿dónde está el juicio interpuesto por nuestro gobierno contra las autoridades menores de Estados Unidos que lo realizaron?


No son autoridades menores, pues no hay consecuencias aquí ni allá.


Por lo visto son acuerdos entre agencias como la DEA y la CIA con altos funcionarios del gobierno mexicano.


¿Ésa es la relación que queremos con Estados Unidos? ¿Así vamos a lograr un diálogo de igual a igual, es decir soberano, en temas más amplios y ricos que el de la seguridad?


Hace un par de semanas agentes del gobierno de Estados Unidos mataron a un ciudadano mexicano que convivía con su familia en territorio mexicano. Y no pasa nada.


Hemos visto el asesinato de un mexicano, a patadas y a palos, por una turba de agentes fronterizos en el cruce hacia San Diego.


Así no hay relación soberana. Es preciso recuperarla.

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