01 septiembre, 2012

Otra vez “al diablo las instituciones”…si no gano yo


por Godofredo Rivera

Y ahora que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró por unanimidad (con impecable criterio técnico) infundada la petición de la Coalición Movimiento progresista  de invalidar la elección presidencial, ¿quién detendrá  los actos violentos de López y sus secuaces  que no aceptan el resultado y le apuestan al “estallido social” y/o usando el eufemismo desobediencia civil? Ya por lo pronto han intentado tomar casetas de carreteras federales.

Porque luego de hacer el ridículo con sus “pruebitas” como grabaciones espurias, votos supuestamente  “comprados” (no pues así la mitad de los electores nos iríamos directo a la cárcel), tarjetitas de súper (jamás probaron nada con lo de su cuento de Soriana, eso sí agresiones y secuestros a empleados y clientes de la tienda quedarán impunes), supuestas  transferencias bancarias multimillonarias (que aún si las hubo, ello no alcanza para anular una elección, lo recuerdo porque cuando se probó que el entonces candidato priista  Labastida Ochoa recibió transferencias millonarias del corrupto sindicato de Pemex, sólo ameritó por ley una multa millonaria al PRI y las elecciones quedaron ejemplares, ganando Fox), recortes de periódicos amarillistas y revistas pejistas, y la “gran prueba científica” de mostrar animalitos de corral, copas y trastecitos, y un larguísimo etcétera de calumnias, López se mantiene impune y sigue arengando a la gente.

Ya estará López con sus mítines en el Zócalo mandando al diablo a las instituciones, hablando de cómo la “mafia de cuello blanco” y de Salinas le volvieron a arrebatar el poder. Esa película mesiánica ya la hemos visto y se volverá a repetir. El fascismo pejista no tiene límites.

En una democracia consolidada López sería sancionado hasta con cárcel por sus intentos fraudulentos para anular una elección a todas luces limpia. En México el Mesías tropical seguirá impune con su ambición enfermiza de poder.

Seguramente resurgirá su nuevo proyecto fascista MORENA para tomar por asalto el poder. Aquí es importante poner candados y escudar a las instituciones, pues de lo contrario el país estará a merced de los caudillos y tiranos al estilo chavista, como es el movimiento que encabeza López.

Si la izquierda es tan agresiva cuando no ganó las elecciones, imagine el lector qué no harían si se hicieran del poder Ejecutivo, con control de las instancias federales y el Ejército para enterrar a la muy joven e inestable democracia de México. Ese sí sería el  retorno del PRI populista, estatista y autoritario.

Es cierto, es importante corregir las deficiencias de las leyes electorales que permiten a los partidos impunemente ganar conciencias con recursos públicos,  es importante realizar una seria reforma al financiamiento de los partidos que sólo se sirven con la cuchara grande de los recursos del contribuyente. Pero de ello a cuestionar las elecciones cada vez que no se gana, lo único que hace es que los mexicanos cada vez que haya cambios de gobierno sólo vivan a expensas de la violencia de unos cuantos inconformes que no aceptan las reglas del juego.

Y con todo y la “maquinaria priista”, la izquierda ganó el segundo lugar por número de votos, arrasó en el DF, reconquistó algunas gubernaturas, y entonces ¿Por qué ahí López y sus secuaces no dicen nada, no protestan y ya se lamen los bigotes por acceder al presupuesto público? No, en el fondo es que el Mesías no acepta la derrota, aún cuando haya sido por más de tres millones de votos.

En fin, que es hora de que los mexicanos nos escudemos contra los mesianismos de López, y apara ello será vital cambiar la ley represiva del 2007, modificar los patrones de financiamiento de los partidos y profundizar una reforma política que incluya la reelección de legisladores. Tiene la palabra el nuevo gobierno.
 

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