25 octubre, 2012

Continúan los tiroteos en Beirut y Trípoli: El Ejército anuncia que tomará medidas decisivas para evitar el cáos en el Líbano

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Mientras un intenso tiroteo continúa en Beirut y Trípoli, el ejército del Líbano anunció que actuará con decisión contra cualquier manifestación. Testigos han informado de disparos de francotiradores y de soldados en las calles.

Cinco personas resultaron heridas en los tiroteos, que se escucharon por más de una hora en la mañana del lunes, en Tariq Beirut Jdideh, un distrito sunita cercano a los suburbios chiíes del sur de la capital libanesa, informó AFP.

Los soldados montaban guardia, manteniendo a los periodistas y fotógrafos lejos de la zona afectada. Ninguno de los funcionarios han confirmado los informes todavía.

"Hacemos un llamado a todos los líderes políticos a ser cautelosos al expresar sus posturas y opiniones", dijo una declaración del ejército libanés, y agregó que tomarían "medidas decisivas" para evitar el caos en las áreas de alta tensión.

"Los acontecimientos recientes demuestran decididamente que el país está pasando por un momento crítico, y el nivel de tensión en algunas zonas ha llegado a niveles sin precedentes", dijo el comunicado.

El ejército también hace un llamado al gobierno para encontrar una solución a la crisis.

Todo esto sigue a una escalada de la tensión el domingo después del funeral del oficial superior de la seguridad libanesa, el General Wissam al-Hassan, quien fue asesinado por un coche bomba atribuido a Siria, aumentando la ya existente tensión entre los grupos libaneses pro y anti Bashar al-Assad.

Después de asistir al funeral oficial por Wissam al-Hassan, cientos de dolientes intentaron irrumpir en la sede del gobierno y del primer ministro.

"Mikati vete, fuera!", gritaban los manifestantes que se dirigían al primer ministro Najib Mikati. Los manifestantes creen que el gobierno está demasiado cerca de Siria, al que culpan por la muerte de al-Hassan.

Las fuerzas de seguridad dispararon al aire y utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en el choque con la policía, lo que dio lugar a decenas de heridos y a dos muertos.

Mientras tanto, más personas han colocado tiendas de campaña frente a la residencia del primer ministro Najib Mikati, como parte de una sentada en marcha desde el domingo.

Los enfrentamientos con la policía y los disparos también continuaron en la ciudad norteña de Trípoli, informó la Radio La Voz de Líbano. Testigos en el terreno oyeron granadas propulsadas por cohetes y ametralladoras.

El lunes por la mañana una mujer murió y tres personas mas resultaron heridas por disparos en el distrito alauita de la ciudad, la rama chií a la que pertenece Assad.

El domingo por la noche tres personas murieron por disparos de francotiradores allí, entre ellos una niña de nueve años de edad, y 26 personas resultaron heridas en fuertes enfrentamientos.

Las tensiones del Líbano comenzaron cuando el conflicto sirio comenzó a extenderse, con la población de libaneses sunitas musulmanes que apoyan a los rebeldes y los chiítas que respaldan al presidente Assad.

Trípoli ha estado atrapada en esta división desde hace bastante tiempo ya, debido a su proximidad a Siria. La inestabilidad de Beirut comenzó después de la muerte del oficial superior súní libanés Wissam al-Hassan, quien fue asesinado por un coche bomba el pasado viernes, con el incidente atribuido a Siria. El asesinato enfureció a los libaneses anti-Assad, lo que llevó a enfrentamientos con la policía.

El ex ministro del Interior libanés, Ziad Baroud dijo a Al Jazeera que era demasiado pronto para determinar quién estava detrás del atentado.

"No tenemos ninguna indicación de quién está detrás de esto. Sabemos que este es un mensaje fuerte y triste, y sabemos que esto podría desestabilizar todo el país," dijo Baroud.

Muchos temen que el conflicto en Siria vaya a exacerbar las divisiones sectarias en el Líbano.

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