10 octubre, 2012

Demos cracía vs. res pública en la historia

Demos cracía vs. res pública en la historia

Demos craciaPor Armando Ribas

Al momento de escribirse estas líneas no se conocían los resultados de las elecciones de Venezuela, pero el planteo de la misma muestra una vez más la confusión existente respecto al concepto mismo de democracia. Ya en anteriores oportunidades me he permitido señalar que la democracia ha dejado de ser conceptual para pasar a ser un juicio de valor. Pero al mismo tiempo que se carece de una definición clara de democracia se pierden de vista igualmente las supuestas virtudes de la misma. Así la izquierda apropiada de la supuesta ética política defiende con vehemencia e inteligencia la estupidez que entraña el socialismo que constituye la virtual preminencia de la demagogia.
La supuesta ética igualitaria implica de hecho la apropiación del poder político absoluto en nombre de los derechos del pueblo. Recordemos que cuando los derechos son del pueblo el individuo carece de ellos. Así se pasa de la desigualdad económica resultante de la creación de riqueza, a la desigualdad política resultante del reparto en nombre del interés general. Por supuesto el interés particular se desconoce éticamente como contrario al interés general que justifica el poder político ilimitado, y su consecuencia la pérdida de la libertad. 

Así se ha supuesto que la democracia impera cada vez más en el mundo occidental, constituido por supuesto por Europa y los Estados Unidos, y más recientemente América Latina, por más que Huntington no nos reconociera como tal. A partir de esa equívoca concepción se ignoran los principios ético políticos que determinaran la creación del sistema que cambiara la historia del mundo en el cual surgiera la libertad y la creación de riqueza por primera vez en la historia. Sistema que lamentablemente fue denominado capitalismo por Karl Marx para descalificarlo éticamente como producto de la explotación del hombre por el hombre.
Ese sistema fue la aparición por primera vez en la historia de que en reconocimiento de la naturaleza humana tal cual es John Locke determinara la necesidad de la limitación del poder político (Los monarcas también son hombres) y el derecho a la búsqueda de la propia felicidad. Esos principios fueron reconocidos por primera vez en 1688 por la Glorious Revolution en Inglaterra, y su consecuencia fue la posterior Revolución Industrial. Esas ideas cruzaron el Atlántico, no como se ha pretendido en el MayFlower, sino a través de una clase dirigente, hoy reconocida como los Founding Fathers, y así fueron incluidas en la Constitución de 1787 y el Bill of Rights de 1801. Las mismas fueron puestas en práctica por primera vez por el Juez Marshall en el caso Marbury vs. Madison, en el cual se estableció el rol preminente del poder judicial y de la Corte Suprema para decir que es la ley, de conformidad con los principios establecidos en la Constitución.
Bastaría tomarse el trabajo de leer ¨El Federalista¨ para tomar conciencia de la diferencia entre el Rule of Law que determinara el sistema político americano y la democracia tal como se percibe e impera hoy en el Mundo Occidental y Cristiano en violación del principio reconocido por Jefferson: ¨Un despotismo electivo no fue el gobierno por el que luchamos¨. Así Madison reconoció primeramente que las mayorías no tenían el derecho a violar los derechos de las minorías y la necesidad de la limitación del poder político. ¨Si los hombres fueran ángeles no sería necesario el gobierno, y si fueran a ser gobernados por ángeles no se requeriría ningún límite al poder, pero ¿Que es el gobierno? Es una administración de hombres sobre hombres¨.
Recordemos entonces que el primer principio del Rule of Law es el reconocimiento de los derechos individuales, a la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la propia felicidad. Como bien señalara Ayn Rand los derechos individuales en el sentido americano, jamás fueron comprendidos por los europeos. Y yo insisto que aun no los reconocen. La mera idea de un partido socialista constituye una violación a priori de la Constitución de Filadelfia, pues pretenden desconocer los derechos de propiedad en virtud de la supuesta equidad de la igualdad, que como bien señalara Aristóteles constituye una iniquidad.
Por tanto igualmente podría decir que todo intento igualitario en Estados Unidos, tal como pretende el presidente Obama constituye una violación de la Constitución. En particular la violación del derecho a la búsqueda de la propia felicidad, que diría que constituye la esencia ética del Rule of Law al reconocer jurídica y políticamente la eticidad de los intereses particulares. Todo intento de desconocerlo o ignorarlo, tal como acontece en América Latina, constituye el debido proceso a la dictadura en función de los supuestos intereses generales.
Como bien dijera Alberdi: ¨El egoísmo bien entendido de los ciudadanos, es solo un vicio para el egoísmo de los gobiernos que constituyen los estados¨. Y no olvidemos que fue Argentina el segundo país del mundo en instaurar el Rule of Law a partir de la Constitución de 1853. Fue así que tal como reconociera recientemente Mario Vargas Llosas la Argentina se adelantó a Europa durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Alcanzando a ser el séptimo país del mundo. Es decir hasta que incorporara las doctrinas europeas del fascismo y del socialismo con el advenimiento de Perón y su continuidad al presente que marcaron su decadencia. Lamentablemente el realismo de esa historia de excelencia o se ignora o se descalifica políticamente en Argentina.
Vemos entonces la confusión reinante en el mundo. El socialismo parece imperar éticamente y el nacionalismo pretende ser la excusa para el poder político interno en nuestros países. Tendría que referirme a la China y al Medio Oriente, pero insisto que el primer paso es comprender la realidad de Occidente, para entender el mundo en que vivimos a partir de la supuesta globalización. Solo así podremos saber los riesgos que corremos y cual es el camino para evitarlos. Por tanto no olvidemos que la economía es el resultado de los sistemas éticos, políticos y jurídicos que determinan nuestro comportamiento. Donde se desconocen los derechos de propiedad no existe el mercado. Así tenemos la obligación de superar la inteligencia en la presentación de la estupidez

No hay comentarios.: