17 octubre, 2012

EEUU: Una fuerza en pro de la libertad desde China hasta Cuba

EEUU: Una fuerza en pro de la libertad desde China hasta Cuba – por Mike Brownfield

El sábado por la noche, el activista legal chino, Chen Guancheng, ciego desde la infancia, llegó a Newark, Nueva Jersey, tras escapar a siete años de persecución en China. Con la dulce tierra de la libertad bajo sus pies, Chen respiró el aire libre y remarcó: “Deberíamos enlazar nuestros brazos para continuar en la lucha por la bondad en el mundo y para luchar contra la injusticia”. La recién encontrada libertad de Chen es un motivo de celebración, pero también es un recordatorio de que Estados Unidos debe seguir siendo una fuerza en pro de la libertad en el mundo, ya sea al otro lado del mundo o a 150 kilómetros de las costas de Florida.


Chen, abogado autodidacta de 40 años, estuvo encarcelado durante cuatro años, fue puesto bajo arresto domiciliario y sufrió palizas después de dar voz a la oposición contra la normativa de un solo hijo de la China comunista, que tiene como consecuencia abortos forzados por el gobierno, esterilizaciones bajo coacción y multas o abusos físicos contra los vecinos y familiares de las mujeres con embarazos no autorizados. El mes pasado, Chen escapó del control de las autoridades chinas y encontró refugio en la embajada de Estados Unidos. Después de una serie de negociaciones, Chen y sus familiares cercanos ganaron su libertad y ahora es un investigador de temas legales en la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York.
El caso de Chen trae a la luz la realidad de la China de hoy en día: un país que ha sido transformado radicalmente durante los últimos 30 años gracias al desarrollo económico. Pero a pesar de todo lo que ha cambiado el país, muchas cosas siguen igual. El analista de la Fundación Heritage Walter Lohman explica que:
China también es un lugar que no ha cambiado desde la masacre de 1989 en la plaza de Tiananmen en lo referente al respeto por los derechos fundamentales de su pueblo. A veces esto es difícil de creer para los diplomáticos, académicos, empresarios y turistas que pasan algún tiempo allí. Asimismo, hay muchos chinos acomodados y de mundo que tampoco lo ven.
La República Popular de China es una nación autoritaria y, sí,  “comunista”. Esta China es la realidad de cada día para Chen. Y es una realidad brutal para muchos cientos de millones más. Las relaciones entre Estados Unidos y China nunca serán normales mientras el régimen chino sea como es”.
Chen ve al gobierno chino como la bestia autoritaria que es y se ha ganado la aclamación internacional por su activismo. “No soy un héroe”, dijo. “Sólo estoy haciendo lo que mi conciencia me pide que haga. No puedo estar en silencio cuando me enfrento a estas maldades contra mujeres y niños”. Estados Unidos tampoco debería estar en silencio.
Sin embargo, China no es el único gobierno comunista que se interpone a la libertad. Muy cerca de los Cayos de la Florida, el régimen de Castro continúa manteniendo un férreo control sobre el pueblo cubano. Ayer se cumplieron los 110 años de la independencia de Cuba, pero tristemente 53 de esos años han transcurrido bajo la dictadura de los Castro. No se tolera la oposición política, aquellos que se oponen al régimen son hostigados y perseguidos, toda forma de medio de comunicación está bajo control del gobierno y las libertades de expresión y asociación están suprimidas.
Pero hay una esperanza para Cuba. En un nuevo documento, el analista de la Fundación Heritage Ray Walser explica que el régimen de Castro está al borde de la extinción pero está trabajando para asegurar que el sistema comunista del país continúa. Walser aconseja que Estados Unidos debería posicionarse por la libertad y presionar por una auténtica democracia en Cuba. Eso significa no contemporizar con el régimen dictatorial, respaldar una auténtica transformación económica, desafiar el bloqueo informativo de Cuba y establecer criterios claros para el cambio democrático, incluidos los partidos políticos independientes, elecciones libres y justas, libertad de información, expresión y asociación así como el respeto a los derechos humanos.
“No posicionarse con los defensores del auténtico cambio político y económico en Cuba y no presionar en pro de una acción política de verdadera transición y auténtica democracia podría condenar a otra generación más de cubanos a vivir sin libertad, oportunidades ni esperanza”, comenta Walser. De hecho, Estados Unidos puede ser una poderosa potencia para la libertad, ya sea por un activista chino que se alza en un país con mil millones de habitantes o si es por una islita rodeada de un vasto océano. Pero Estados Unidos debe elegir defender la luz de la libertad, no simplemente alejarse de la oscuridad.

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