25 octubre, 2012

El “Nuevo Patriotismo Económico” de Obama

Amy Payne


El presidente Obama tiene un nuevo folleto. Un nuevo y brilloso desplegable de 20 páginas llamado “El Nuevo Patriotismo Económico: Un plan para el empleo y la seguridad de la clase media”. El título es totalmente orwelliano, puesto que el plan (que no supone nada nuevo) en realidad acabaría con el empleo, perjudicando a la clase media.
Como era de esperar, este “nuevo patriotismo” implica pagar más impuestos para aquellos propietarios de pequeñas empresas, que son los que crean muchos de los empleos de la nación.
Pero esta no es la primera vez que el presidente ha invocado al patriotismo para describir sus planes económicos.


Cuando estaba optando al cargo de presidente, Obama condenó a George W. Bush por añadir $4 billones a la deuda nacional durante sus ocho años de mandato, tildándolo de “irresponsable” y “antipatriota”. Ahora (en menos de cuatro años) la administración de Obama ya ha sumado casi $6 billones a la deuda. Y está en camino de añadir otros $4 billones durante la próxima década.
De modo que la definición de lo que en realidad significa ser un patriota económico aún resulta un poco confusa. Pero en cuanto al plan del presidente, este ni siquiera se ha cambiado o actualizado. Jessica Yellin, de la CNN, informó de que “no hay nada significativamente nuevo en este. Simplemente ahora se ha compilado todo en un nuevo y bonito folleto”.
Este folleto tan bonito comienza con la afirmación de que el presidente Obama ha supervisado la creación de 5 millones de empleos, algo que la Fundación Heritage ha desmentido.
El folleto promociona el plan para subir los impuestos a las pequeñas empresas que son las que crean empleo y nos recuerda que el presidente ya tiene planes para “el dinero ahorrado al acabar de manera responsable con las guerras de Irak y Afganistán”. Pero gastar los “ahorros de la guerra” es simplemente un viejo truco presupuestario. Sería como decir que teníamos nuevos “ahorros” cuando el fallido plan de estímulos temporales finalizó, para entonces gastar la misma cantidad de dinero en…más estímulos. Por tanto, esos ahorros son falsos.
No sólo tiene una falsa definición de “ahorro”, sino que este bonito folleto también incluye el conocido estribillo de la “inversión” en cosas como carreteras y puentes. Pero no se deje engañar: esto son solamente más gastos en estímulos. Como tan dolorosamente aprendieron los contribuyentes y trabajadores americanos durante estos últimos años, el gasto en estímulos es bueno para acumular déficits y deuda, pero no es tan bueno para hacer crecer la economía o crear empleos.
¿Alguna otra idea? Claro, ¡más profesores y empleos verdes!
“El nuevo patriotismo económico” recicla los planes de futuro del presidente que ya hemos oído cientos de veces. Además, su versión de los cuatro últimos años es de color de rosa, a pesar de la persistencia del alto desempleo.
Examinemos algunas de las afirmaciones del folleto:
· ¿El presidente ha creado 5 millones de empleos? No.
· ¿El presidente ha “fortalecido Medicare”? Definitivamente no.
· ¿Está el presidente “liderando la lucha para desarrollar de forma segura y responsable todas las fuentes nacionales de energía”? Nuevamente, no.
Los planes del presidente Obama no hacen nada para abordar los principales problemas de la economía de Estados Unidos. Y tampoco ataja los importantísimos problemas presupuestarios, que requerirían reformar los programas de derechos a beneficios y frenar el descontrolado gasto federal.
La Fundación Heritage tiene un verdadero plan que toma las decisiones difíciles y pone a los trabajadores americanos en primer lugar. El plan Para Salvar el Sueño Americano haría exactamente eso: mantener vivo el Sueño Americano para la próxima generación y para las generaciones venideras.
Este reformaría los programas de derechos a beneficios sociales para fortalecerlos, conservarlos y hacerlos asequibles. Nos devolvería al gobierno limitado al centrarse en las funciones centrales del gobierno, garantizando que la defensa nacional está completamente financiada a la vez que devuelve los recursos productivos al sector privado. Consolidaría y reformaría los programas duplicados. Y tiene una agenda real de crecimiento con su Nuevo Impuesto de Tipo Único, un plan de reforma fiscal fundamental que nos devolvería a la senda del crecimiento económico.
Este es el nuevo tipo de plan que necesita Estados Unidos, uno que sea fiel a nuestras circunstancias y que ofrezca soluciones concretas. ¿Qué le parece un presupuesto federal permanentemente balanceado, sin subidas de impuestos? ¿Y un sistema tributario que sea sencillo, estable, justo y que favorezca el crecimiento? ¿Y unas verdaderas reducciones de la deuda? Pues todo eso es posible y los expertos de la Fundación Heritage lo han expuesto aquí.
Nosotros también tenemos un folleto. Pero este lleva a Estados Unidos en la dirección correcta hacia la libertad y la prosperidad y, por supuesto, no presenta una nueva versión de las ideas que ya le han fallado a la nación.

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