15 octubre, 2012

El Salvador: El suicida al volante

El Salvador: El suicida al volante

Printer-friendly versionSend to friendpor Manuel Hinds

Manuel Hinds es ex Ministro de Finanzas de El Salvador y co-autor de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009).
En las últimas semanas, el gobierno ha atrasado salarios, subsidios y pagos de compras, mientras el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) ha dicho locuras como que hay que revertir la dolarización para emitir colones y financiar el déficit. El Ministerio de Hacienda anuncia sin ninguna vergüenza y hasta con satisfacción que no tiene dinero, que no alcanza para esto ni para lo otro. Al mismo tiempo presenta un presupuesto a la Asamblea que no cierra y que tiene un exceso de cientos de millones de dólares por encima del que ahora no pueden ejecutar por falta de fondos.


Pero la Ministra de Salud, uno de los ramos en los que la escasez de fondos actual está afectando más a la población, aparece con cara larga en los periódicos, diciendo que a ella no le va a alcanzar el año que viene tampoco. Y mientras tanto la publicidad del gobierno es cada vez más estridente, los carros de lujo más numerosos, y las despensas del gobierno siguen llenas de delicadas viandas.
Verlos en ese plan es triste. El gobierno ha perdido la vergüenza. Pero también es intrigante. ¿Será que para ellos no es vergonzoso hacer desplantes de lujo y prepotencia con el dinero que los contribuyentes pagan para que se compren medicinas, se rellenen los huecos de las calles, se construyan nuevas calles, se construyan nuevas instalaciones de salud y educación… en fin, para que se hagan tantas otras cosas que este gobierno no hace por desbaratarlo en lujos y propagandas? ¿Será que en su escala de valores lo que prima es el deseo irresistible de mostrar que tienen poder, y que para ellos la manera natural de mostrarlo es abusando de él? ¿O será simplemente que las sumas y las restas que son necesarias para mantener las cuentas fiscales en orden son demasiado complejas para este gobierno?
Pero la falta de vergüenza en la ostentación de su miseria no es el único síntoma alarmante en el gobierno. Últimamente ha desarrollado un estilo que se asemeja al que podría tener un chofer de bus irresponsable, que extorsiona a los pasajeros con tirar el vehículo a un barranco si éstos no hacen todo lo que él quiere que hagan. Así, el gobierno ya se acostumbró a gastar a lo descosido, sin ninguna disciplina, y a amenazar con hacer cosas suicidas para convencer a la oposición de que debe aprobarle más recursos. ¡Y luego se queja de que los pasajeros no quieren invertir en el país!
Reflexionando sobre todo esto uno se va viendo invadido por la sensación de que algo peor que pura prepotencia ha tomado control del chofer del bus, que hay una tendencia autodestructiva, que incluye el no darse cuenta de que ya el margen de impunidad se está acabando, y que el tamaño de la factura que el pueblo le pasará al gobierno y al FMLN está aumentando exponencialmente con cada muestra de prepotencia, irresponsabilidad e incompetencia.
Es hora de que el FMLN y las personas que tienen algún sentido de responsabilidad en el gobierno despierten a la debacle que se les avecina si no introducen un sentido de decoro y competencia en este último año y medio que le queda al gobierno. Tienen que entender que ellos también van en el bus. Deben darse cuenta de que la economía del país no ha colapsado sólo porque, contrario a lo que el presidente gusta decir, ella se había consolidado muy firmemente en las décadas pasadas.
La inflación no ha reventado y el desorden macroeconómico no ha desbordado la poca capacidad del gobierno sólo porque el país está dolarizado y las locuras que se están haciendo en el campo fiscal no han sido trasladadas al campo monetario. Esto y el poder destructivo de la liviandad con la que el gobierno persigue las mieles del poder por sobre el bienestar del pueblo es algo que el FMLN tiene que aprender, y ya. Si no lo hace, se deshará como partido.

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