29 octubre, 2012

Los nuevos impuestos que vienen con Obamacare

 

Por Helen Aguirre Ferré
Hay muchas razones por las cuales uno podría oponerse a la ley de reforma de salud, popularmente conocida por Obamacare, particularmente porque politiza la medicina creando mayor dependencia en el gobierno federal, pero hay más. Entre las más de dos mil páginas de esta ley existen innumerables impuestos nuevos que muchos desconocen pero que prontamente se comenzaran a cobrar. Entre ellos está un impuesto adicional a la venta de propiedades, otro sobre las pólizas de seguro medico y en la venta de equipos médicos manufacturados en Estados Unidos, entre otros. 

Las partes de la ley que entran en vigor el 1ro de enero imponen un nuevo impuesto sobre inversiones para los que ganan $200 mil individualmente o $250 mil como pareja de 3.8%. Este mismo aumento se aplica a toda venta que produzca ganancia capital ya sea acciones, bonos o bienes raíces, por ejemplo.
Suena como que sólo afectaría a los más afortunados o acaudalados, el 1% como les dicen algunos, ¿verdad? No necesariamente; afecta a muchos. Les explico. En el caso de la venta de una casa no aplica si compras otra propiedad del mismo valor o por más en donde las ganancias se trasladan, pero si quieres liquidar todo lo pagarás caro.

Supongamos que una viuda tenga un modesto ingreso de $25,000 en un “part-time” y puede vender su casa por $220,000. Se quiere mudar con la familia de su hija para no vivir sola y tener la responsabilidad de una casa. Además, después de vivir en la casa por décadas, ésta ya se pagó, no hay hipoteca. Al tener una ganancia de capital por encima de $200,000 tiene que pagar un impuesto de 3.8% en adición a los otros impuestos regulares. Esto incluye propiedades comerciales en donde el dueño le pasará la cuenta a los inquilinos. La idea original era penalizar a los más acaudalados pero al fin y al cabo más personas de las que uno se imagina son penalizadas.
Por eso es que la Corte Suprema de los Estados Unidos dictamina que Obamacare es legal, porque es un impuesto. En verdad son 18 impuestos escondidos en 2,700 páginas de la ley y 15,000 páginas de regulaciones que aún no se han terminado de escribir. Esto en parte es lo que crea nerviosismo en los negocios y mercados que aún no pueden calcular el impacto total de la ley de reforma de salud. Algunos sí. A partir del primero de enero del 2013, los individuos que ganan $200 mil o más, parejas que entre ambos ganan $250 mil o más tienen un aumento a sus impuestos de nómina para Medicare del 2.9% al 3.8%. Para aquellos individuos que no tienen una póliza de salud que “califica” bajo el estándar del gobierno tienen un aumento de impuesto de 1% automáticamente en el 2014, 2% en el 2015 y 2.5% en el 2016.
Para los empresarios, el impacto en impuestos de Obamacare es más evidente, particularmente si tienen 50 empleados o más. No sólo, para los fines de Obamacare, un trabajo de tiempo completo es de 30 horas laborales o más. Esto va a causar problemas en varias industrias particularmente en las tiendas y restaurantes porque los llevará a recortar las horas de trabajo o eliminar empleos. Ninguna de las dos opciones es óptima en lo que termina siendo una recesión “ligera” que demora en mejorar. Como poco, tendremos menos médicos con quienes contar. El reembolso de pagos por Medicare a los médicos será menor y muchos, particularmente los que se dedican a la medicina especializada, se van a jubilar en vez de aguantar las nuevas regulaciones y multas de esta compleja ley.
Por último, Obamacare impone un nuevo impuesto a los que manufacturan equipos médicos que se utilizan para operaciones de rodilla o caderas, marcapasos, etc. etc. Estos tendrán a partir del primero de enero del 2013 un impuesto de 2.3% sobre la venta del equipo. Desde luego, que esto no va a lastimar a las compañías gigantescas como GE pero sí a las más pequeñas e innovadoras, o se aumentará el precio pasándole el costo al cliente. Y son, precisamente, la innovación y la manufactura dentro de los Estados Unidos las que van a sufrir. Todo esto viene de un Presidente que dice querer impulsar la manufactura sofisticada cuando sus políticas invitan a que estas empresas busquen otro camino en otro país, empleando una fuerza laboral extranjera.
Y todo por el afán de crear mayor dependencia del gobierno federal como si nosotros no fuéramos lo suficientemente listos para tomar nuestras propias decisiones. Aún está en nuestras manos la posibilidad de cambiar el rumbo del país, pero sólo se puede hacer a través de las urnas. Por eso, el 6 de noviembre es una fecha tan importante.

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