08 octubre, 2012

Peña no quiere más crecimiento económico y menos pobreza, sino más burocracia



Peña no quiere más crecimiento económico y menos pobreza, sino más burocracia

El Presidente Electo de México, Enrique Peña, ha dicho querer que la economía crezca más y la pobreza se reduzca. Pero sus planes para el gobierno que encabezará a partir del 1 de diciembre, no apuntan a eso sino a aumentar la burocracia, el gasto público y por ende la carga fiscal.
Ha trascendido que se propone crear 5 nuevas secretarías de Estado: de la mujer, del agua, de ciencia y tecnología, de la presidencia y de telecomunicaciones (al partir en dos la actual Secretaría de Comunicaciones y Transportes). Estas nuevas secretarías carecen de justificación y sólo aumentarán el gasto público, los sueldos abultados para los cuates y la burocracia.
 
Pero no sólo aumentará la burocracia estatal, sino la local, pues estas mismas nuevas secretarías se reproducirán en los 32 gobiernos estatales y en los gobiernos de los 2,457 municipios del país, como suele ocurrir.
Al parecer Peña pretende acelerar el crecimiento de por sí elevado de la burocracia en los últimos años. Para 2010, según el INEGI, había 4,188,784 burócratas en los tres niveles de gobierno (sin considerar los burócratas de los poderes judicial y legislativo y de los organismos autónomos), cifra que representaba casi el 10% de las personas empleadas en el país.
De esa cantidad, 786,055 eran empleados de gobiernos municipales, pero en 2009, la cifra era de 623,629, esto es: un aumento del 26% ¡en tan sólo un año![1]
Ahora bien, según el INEGI, los salarios de la burocracia federal representan el 37% de todos los salarios del país.[2] Pero dado que los burócratas federales no representan arriba del 4% de todos los ocupados, entonces su participación en la masa salarial (suma de todos los salarios) es casi 9 veces a la de su peso específico en la fuerza laboral.
Y algunos burócratas -quienes por definición no generan riqueza sino que se apropian de la ajena- son realmente privilegiados. Ellos constituyen el verdadero “1%”. Los 39 mil empleados federales de los niveles más elevados tienen un ingreso mensual promedio de 130 mil pesos, que es 15 veces el salario promedio de los asalariados del país.[3]
No sólo los empleados en activo representan una gran carga para los contribuyentes, sino también los jubilados y pensionados. Y su importancia creció aceleradamente en los últimos años. Ellos eran poco más de 200 mil en 1990, más de 400 mil en 2000, 576 mil en 2006 y casi 898 mil en 2012.[4]
Si Peña y el PRI se salen con la suya y se crean nuevas secretarías de Estado, entonces el proceso de expansión de la burocracia será incontenible. De ser así, en algunos años más una minoría improductiva obtendrá la mayor parte de la renta del país.


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