24 octubre, 2012

Piedad Córdoba y un homenaje revelador

Piedad Córdoba y un homenaje revelador

Por Emilio J. Cárdenas
Ninguno de quienes habitualmente nos leen en estas columnas se sorprenderá realmente si califico -una vez más- a la ex-senadora colombiana Piedad Córdoba de militante -siempre bien disfrazada- de la izquierda radical colombiana; con lazos de verdadera intimidad con las FARC, Hugo Chávez y Fidel Castro por lo menos, quienes la usaron como presunta “negociadora independiente” en distintos episodios de la historia reciente (particularmente en “liberaciones de personas secuestradas” por las FARC, en las que se intentó poner fin a algunos de los crímenes de lesa humanidad que las FARC cometen constantemente). La ex senadora participó en ello (hasta con el ex presidente Néstor Kirchner) fingiendo siempre una presunta “neutralidad”, cuando en rigor la mencionada Córdoba era para las FARC -por lo menos, ideológicamente- una simpatizante, sino parte de su “tropa propia”. 

Hay hechos que, en distintas circunstancias de lugar y tiempo, analizados que son oportunamente, corroboran esa sospecha y la transforman en fundada.
Como el “homenaje” que recientemente le brindaran hombres de peso de la izquierda radical argentina en la ciudad de Buenos Aires. El 15 de agosto pasado, el llamado “Movimiento Evita” le organizó una cena íntima de homenaje en la capital argentina.
Su anfitrión llamativamente fue esta vez Emilio Pérsico, uno de los líderes “piqueteros” y secretario general del “Movimiento Evita” que, también él, fingiera por meses una presunta neutralidad operativa, cuando en realidad siempre fue una pieza central a disposición del aparato kirchnerista, al que ahora pertenece, sin careta alguna.
Entre los presentes a la celebración cabe, entre algunos otros, destacar la concurrencia de Jorge Taiana, un ex Canciller argentino kirchnerista con un pasado estrechamente vinculado a organizaciones de la subversión de los 70; de Adela Segarra y Leo Grosso, ambos diputados nacionales kirchneristas; de Eduardo Ancona y Patricia Cubría, dos diputados kirchneristas en la Provincia de Buenos Aires; del economista Jorge Beinstein; y la del dirigente del Partido Comunista Argentino, Jorge Kreyness. Un grupo pequeño, pero homogéneo y particularmente revelador, por cierto.
Por aquello tan antiguo de: “dime con quién andas y te diré quién eres”, el listado precedente de personajes centrales de la izquierda radical argentina nos exime de formular reflexiones o comentarios adicionales.
Además, confirma acabadamente que, respecto de la declamada “neutralidad” en la actuación de la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, debemos, por lo menos, desconfiar. Porque no es tal.
Ella es parte de la izquierda radical continental, donde milita activamente, aunque con colores y disfraces a la manera de un camaleón, cada vez que ello es conveniente u oportuno, en lo que supone un mero “juego de roles” que no debiera ya engañar a nadie, nunca.
Emilio J. Cárdenas fue Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

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