02 octubre, 2012

Venezuela y Medio Oriente en la lente del Hubble

Max Seitz 

Estrellas vistas por el Hubble
Me voy a poner a filosofar, si me lo permiten. Creo que es algo que todos los periodistas deberíamos hacer de vez en cuando. Todos.
Filosofar es volver a hacerse preguntas fundamentales, asomarse y mirar el mundo por encima de los hechos particulares, buscar esa trama que conecta lo que pasa aquí y allá y le da sentido.
Filosofar nos rescata del agobio de los eventos que se suceden sin pausa y forman una pila informe e inabarcable.
En definitiva, nos hace ver la importancia relativa de las cosas.
Recientemente una imagen abrió bien grandes nuestros ojos. El telescopio espacial Hubble nos envió una de las postales más extraordinarias y bellas del Universo.


En lo que a simple vista parecía una minúscula porción del Universo, equivalente a la Luna llena vista desde la Tierra, el telescopio logró captar por lo menos dos millones de galaxias, muchas de ellas a distancias nunca antes registradas.
"Miro esta imagen una y otra vez y siento vértigo ante la majestuosa escala de un Universo que elude nuestra insignificante presencia", le dijo a mi colega Alejandra Martins el astrónomo mexicano Francisco Diego, del Departamento de Física y Astronomía del University College de Londres.
Pues bien, pienso que esta lógica podría aplicarse a los lugares y a los temas que aborda el periodismo. Por qué no. ¿Acaso no es enriquecedor pensar que la existencia va más allá de lo que suele cubrirse cotidianamente en los medios de comunicación?
Si nuestro mundo es tan insignificante en la vastedad del cosmos, qué decir de los continentes, regiones y países y sus acontecimientos particulares.
En la lente del Hubble, por ejemplo, lugares que ocupan tantos titulares como Europa, Medio Oriente o Estados Unidos tienen una dimensión subatómica.
Campaña electoral
Lo mismo podría afirmarse de las venideras elecciones estadounidenses y venezolanas. Una jornada electoral en América del Norte o del Sur es mucho menos que un pestañeo en la vida de una galaxia.
No es que esos lugares y esos temas sean irrelevantes. No. Son microcosmos con sus problemas y con personas que los padecen, y por lo tanto son importantes.
Lo que digo es que esta suerte de zoom out -o apertura del campo- nos permite "visitar" sitios sobre los que poco se comenta al lado de los ya acostumbrados, como recientemente Jamaica, que resultó ser la isla más ruidosa del planeta.
Nos ayuda a ubicarnos en la historia: ¿es el de Siria un conflicto sectario que se remonta al siglo VII, tras la muerte del profeta Mahoma?
E incluso nos lleva a reflexionar sobre la historia misma, como cuando el fin de semana publicamos un artículo sobre las cinco cosas que no deben faltar en un recuento de los hechos mundiales relevantes o como cuando el lunes le dimos un espacio destacado al historiador británico Eric Hobsbawm, uno de los más importantes del siglo XX, fallecido a los 95 años.
El zoom out, finalmente, nos permite explorar tendencias más allá del devenir cotidiano: ¿cómo será el mundo del trabajo en 2025? o ¿qué impacto tendrá el envejecimiento de la población en China, el país que apunta a desplazar a Estados Unidos como la mayor economía del mundo?
Interés en este tipo de contenidos hay, desde luego, porque todos los artículos que mencioné fueron muy leídos en los respectivos días de publicación.
Prueba de que el público tiene su propio Hubble y también quiere comprender la importancia relativa de las cosas. ¿No es cierto?

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