29 noviembre, 2012

Adela Navarro: "No somos mártires, simplemente somos periodistas"


Adela Navarro Bello
Adela Navarro ocupa el puesto 76 en la lista de Foreign Policy
Como cada semana, la periodista mexicana Adela Navarro Bello debería dedicarse este jueves a terminar el más reciente número de la revista que edita, Zeta, de Tijuana, en la frontera con Estados Unidos.
Pero está en Washington DC, donde participa en un foro de la revista Foreign Policy, que la acaba de incluir en su lista de los "100 Pensadores Globales", donde se encuentran también líderes políticos mundiales, disidentes y reconocidos empresarios.
La publicación colocó a Navarro Bello, la única latinoamericana de la lista, en el puesto 76 "por contarle al mundo sobre la brutal realidad de la guerra contra las drogas".
"La autocensura —dice Foreign Policy— es endémica entre los periodistas de México, pero Adela Navarro Bello es una notable excepción. La editora del semanario Zeta, de Tijuana, lidera una de las pocas publicaciones restantes que se enorgullece de la labor de investigación en la guerra contra las drogas".
La periodista conversó con BBC Mundo desde su redacción pocas horas antes de volar hacia Washington, donde Navarro Bello quiere dejar un mensaje claro: "Sí se puede hacer periodismo de investigación en México, pero siempre que se haga apegado a la sociedad y alejado del gobierno".
¿Da más miedo la amenaza del narco o la actitud de las propias autoridades?

SOBRE LAS AMENAZAS

"Esta profesión no se puede ejercer con chaleco anti balas o rodeada de seguridad, porque entonces tu entrevistado no te va a tener confianza"
Yo no veo caras de miedo en mi redacción, ni gente pensando en si entrar a trabajar o no en ciertos temas. No es que seamos irresponsables ni mártires, simplemente somos periodistas haciendo periodismo.
Nosotros hemos tenido cuatro muertes de compañeros producto de nuestro periodismo.
Ha sido difícil, pero quienes trabajamos aquí tenemos el compromiso de hacer investigación con libertad, sea sobre la corrupción institucional, gobiernos represores, corporaciones infiltradas por el crimen organizado o el narcotráfico en sí mismo.
La principal manera de los gobiernos de presionar a los periodistas es a partir de los convenios de publicidad.
Piensan que si nos compran espacios compran también nuestro contenido editorial. No es nuestro caso, pero desafortunadamente hay muchos periódicos en el país que venden su contenido. Por ahí empieza la represión de "el que paga manda".
Sí han tenido que tomar sus precauciones, ha habido incluso atentados contra la revista. ¿Cómo se puede hacer periodismo viviendo acompañada por guardaespaldas?
Ha habido momentos peores y momentos más relajados, pero en los 22 años que llevo ejerciendo el periodismo he tenido escoltas a mi alrededor.
En 2010, cuando nos amenazaron de muerte y amenazaron con destruir las instalaciones del semanario, tuvimos siete elementos del ejército mexicano que nos acompañaban las 24 horas del día.
En esos momentos no se puede hacer periodismo. Esta profesión no se puede ejercer con chaleco antibalas o rodeada de seguridad, porque entonces tu entrevistado no te va a tener confianza.
Afortunadamente ha habido momentos en los que la alerta ha bajado de nivel y hemos podido volver a hacer nuestra vida, como dice nuestro lema, "libres como el viento".
Portada del último número del semanario Zeta
Zeta es reconocida como una de las revistas más críticas con el poder.
Aparecer en Foreign Policy y otros medios internacionales como éste le van a dar un reconocimiento aún mayor. ¿Teme que esta exposición pueda incluso comprometer más su seguridad?
Al contrario. A medida que organismos o medios internacionales nos colocan en este tipo de listas nos hacen sentir que no estamos solos. Que hay alguien fuera y dentro del país que nos está viendo y que está solidarizándose con el trabajo de Zeta.
Estos organismos van consiguiendo una red de protección hacia nosotros, hacen ver que no es tan fácil hacernos daño o que al menos tendría repercusiones más grandes.
¿Hay autocrítica del papel del periodismo mexicano en la crisis de violencia, han sido también los medios culpables de haber llegado a esta situación?
Yo no veo autocrítica, hay medios a lo largo de la frontera que han renunciado a investigar temas del narcotráfico y diarios en el centro del país que ya nada más publican boletines o que en el extremo se han convertido en vocerías de criminales.
Cada uno tiene derecho de hacer de su medio lo que quiera, será la sociedad y el lector quien decida si siguen o no, pero yo no estoy de acuerdo con la autocensura. Cada quien asumirá las consecuencias, no es nuestro caso.
Zeta ha sido muy crítica con el poder, también con la gestión del presidente Felipe Calderón. ¿Qué legado deja él para la libertad de expresión y el periodismo del país?

SOBRE EL REGRESO DEL PRI

"El PRI que nosotros conocemos es el PRI que no ha cambiado. Le podemos dar durante algún tiempo el beneficio de la duda a la nueva Presidencia, pero hay preocupación"
Terrible. En su sexenio se ha atentado más contra la vida de periodistas que en cualquier otro. Es lamentable la impunidad que rodea a los casos de asesinatos o secuestros de periodistas.
Este miércoles se cumplieron 15 años del atentado contra Jesús Blancornelas (fundador de Zeta) y el asesinato de Luis Valero (su escolta) y no hay ni un sólo participante en prisión.
Esta impunidad nos ubica frente a narcotraficantes o algunos gobiernos locales, que ven que no hay castigo para el que ataca a un periodista y se atreve a hacer lo mismo.
En unas horas, Enrique Peña Nieto devolverá al PRI a la Presidencia del país, una institución que el partido dominó por más de siete décadas y bajo acusaciones de control de los medios, presiones o censuras. ¿Teme que esa época regrese a partir del sábado?
Por supuesto. El PRI que nosotros conocemos es el PRI que no ha cambiado. Le podemos dar durante algún tiempo el beneficio de la duda a la nueva Presidencia, pero hay preocupación.
Por ejemplo, todos los candidatos dieron entrevistas al semanario durante la campaña electoral, pero el equipo de Peña Nieto nos pidió que le hicieramos llegar las preguntas por adelantado o los currículums de los entrevistadores.
Cuando les explicamos que esa no era nuestra política aceptaron, pero al final el candidato nos dejó plantados.
Así que no tenemos un buen antecedente.

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