29 noviembre, 2012

APLAUSO Y RECHIFLA. .



booingSin duda, como apuntamos en el Itinerario Político del 28 de noviembre– es motivo de apluaso y júbilo que las tres principales fuerzas políticas –PRI, PAN y PRD– sienten las bases para suscribir un acuerdo nacional que habría de sacar adelante las reformas necesarias para el desarrollo del país.

Es una excelente noticias que tres partidos "antagónicos" se digan dispuestos a hacer a un lado las causas partidistas y a trabajar por el bien común.

Sin embargo, también debe incomodar, avergonzar y enojar que un grupo de políticos, ignorantes de sus deberes y obligaciones, se opongan a un acuerdo que implicaría mejoras significativas y necesarias para el grueso de la población.

 

Y es que resulta que un sector del PRD no concibe la idea de que la dirigencia de su partido acuerde con "espurios" e "impuestos". Esta porción de perredistas se dice indignada y sobrepasada por la cúpula del Sol Azteca desde el momento en que ésta se dijo dispuesta a negociar con priístas y/o panistas.

Estos pigmeos de la política, continúan anclados en revanchas partidistas, venganzas políticas y diferencias añejas. Con su negativa, estos supuestos militantes de izquierda se retratan de cuerpo entero como irresponsables e inconscientes; incapaces de hacer a un lado los colores de un partido y anteponer la estabilidad, el bienestar y el desarrollo de las y los mexicanos.

Por donde se vea, es una pena que las miras de algunos sean tan pequeñas y que a causa de su limitada estatura política, comprometan el bienestar de millones.

Y lo que es peor, estos necios insisten en colgarse la bandera de militantes de izquierda cuando, en la práctica, son todo lo opuesto a la modernidad y vanguardia que debiera implicar un gobierno de este tipo.

Contrario al espíritu de la izquierda, los que se oponen al acuerdo nacional representan los más atrasado y rancio de la política.

¿Hasta cuándo entenderán los políticos que su labor es servir y no servirse de la política?

Por Ricardo Alemán.


APLAUSO Y RECHIFLA. 

Ricardo Alemán.


Sin duda, como apuntamos en el Itinerario Político del 28 de noviembre– es motivo de apluaso y júbilo que las tres principales fuerzas políticas –PRI, PAN y PRD– sienten las bases para suscribir un acuerdo nacional que habría de sacar adelante las reformas necesarias para el desarrollo del país.
Es una excelente noticias que tres partidos "antagónicos" se digan dispuestos a hacer a un lado las causas partidistas y a trabajar por el bien común.


Sin embargo, también debe incomodar, avergonzar y enojar que un grupo de políticos, ignorantes de sus deberes y obligaciones, se opongan a un acuerdo que implicaría mejoras significativas y necesarias para el grueso de la población.


Y es que resulta que un sector del PRD no concibe la idea de que la dirigencia de su partido acuerde con "espurios" e "impuestos". Esta porción de perredistas se dice indignada y sobrepasada por la cúpula del Sol Azteca desde el momento en que ésta se dijo dispuesta a negociar con priístas y/o panistas.


Estos pigmeos de la política, continúan anclados en revanchas partidistas, venganzas políticas y diferencias añejas. Con su negativa, estos supuestos militantes de izquierda se retratan de cuerpo entero como irresponsables e inconscientes; incapaces de hacer a un lado los colores de un partido y anteponer la estabilidad, el bienestar y el desarrollo de las y los mexicanos.


Por donde se vea, es una pena que las miras de algunos sean tan pequeñas y que a causa de su limitada estatura política, comprometan el bienestar de millones.


Y lo que es peor, estos necios insisten en colgarse la bandera de militantes de izquierda cuando, en la práctica, son todo lo opuesto a la modernidad y vanguardia que debiera implicar un gobierno de este tipo.


Contrario al espíritu de la izquierda, los que se oponen al acuerdo nacional representan lo más atrasado y rancio de la política.


¿Hasta cuándo entenderán los políticos que su labor es servir y no servirse de la política?

 

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