29 noviembre, 2012

Bien y de buenas



Bien y de buenas

El pasado es historia; tenemos que ver, a partir de pasado mañana, qué va a ocurrir.

Rafael Álvarez Cordero*

Hola, amigo, ¿cómo estás?

-Bien y de buenas, gracias.

-¿Cómo puedes estar bien y de buenas viviendo como estamos viviendo?, ¿bien y de buenas sabiendo todo lo que deja Felipe Calderón y la incertidumbre de lo que va a venir con Enrique Peña Nieto?

-Estoy bien y de buenas porque, como me dijo un chofer de un taxi allá en Cartagena: “El pasado es historia, el futuro es misterio, el presente es un regalo, ¡vivamos hoy!” Creo que es una buena manera de vivir y así estamos bien y de buenas.


-Pero, ¿no se te hace desastrosa la presidencia de Calderón?

-Bueno, hay que reconocer algunos de sus logros, México, en términos económicos, se mantuvo más estable y tranquilo que cualquier otro país, tiene reservas monetarias como nunca en su historia, fomentó las exportaciones de manera exitosa, hizo una reforma política aceptable aunque no total, clausuró esa cueva de ladrones que era Luz y Fuerza del Centro, y otras cosas más.

-Pero los miles de muertos, la impunidad, la corrupción, la sumisión ante la señora Gordillo y tantos etcéteras más…

-Sí, nadie lo niega, pero como te digo, el pasado es historia; tenemos que ver, a partir de pasado mañana, qué va a ocurrir.

-¿Y no te da miedo que el PRI vuelva al pasado?

-Quienes piensan así, son los que están anclados en el pasado, son los que siguen diciendo que “el 2 de octubre no se olvida” aunque no sepan qué ocurrió el 2 de octubre.


Son los que hablan del “Estado autoritario”, cuando todo lo que hemos logrado en democracia hace que el Estado autoritario ya no tenga cabida, hay que ver hacia adelante, amigo, y creo, sin poder asegurarlo 100%, que los 12 años en los que el PRI perdió el poder, hizo que los priistas recapacitaran sobre sus errores, abusos y demás, y ahora que vuelven, se cuidarán de repetir la historia.

-Entonces, tú crees que todo será miel sobre hojuelas.

-Soy optimista, pero no estúpido, amigo, estoy bien y de buenas porque, como millones de mexicanos, vuelvo a creer, vuelvo a creer que contaremos pronto con una política real de seguridad, que disminuya la violencia y mejore nuestra percepción de inseguridad, pronto tendremos una buena ley laboral, energética (que se acabe la cantaleta de que “el petróleo es nuestro”), fiscal, etcétera, que la comisión anticorrupción funcione y que todos participemos, que haya rendición de cuentas, que los mexicanos nos veamos como vecinos y no como enemigos, que se promueva realmente la educación, y se fomente la cultura de la salud de la que ya te he hablado (más salud, menos medicinas, más educación en salud, menos hospitales).


-Total, que para ti, todo estará bien y de buenas, eres un optimista irredento

-Creo en México, creo en ti y en millones de mexicanos, incluidos los que ahora van a gobernar, sí, soy optimista, ¿y?

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