11 noviembre, 2012

Crece la nostalgia política de Nicolas Sarkozy

Internacional

Es una nostalgia sin precedentes. Ningún otro presidente francés se ha beneficiado nunca de tan temprano reconocimiento


Continúa creciendo la nostalgia política de Nicolas Sarkozy. Un 64% de los simpatizantes del centro derecha dicen desear que el ex presidente vuelva a ser candidato a la presidencia de la República.

Se trata de una nostalgia sin precedentes. Ningún otro presidente de la V República se ha beneficiado nunca de tan temprano reconocimiento, tras su salida del Elíseo.
La nostalgia de Sarkozy coincide con el crecimiento de todos los indicadores de incertidumbre cívica nacional.
Entre el 62 y el 65 % de los franceses tienen mala o muy mala opinión deFrançois Hollande, que fue elegido presidente el 6 de mayo pasado, derrotando a Sarkozy, precisamente.
El partido del ex presidente, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), ha lanzado un proceso de elecciones primarias de un nuevo líder. Pero, al día de hoy, los dos candidatos que se disputan el liderazgo provisional del centro derecha, François Fillon (ex primer ministro de Sarkozy) y Jean-François Copé (secretario general saliente de la UMP), no acaban de encarnar un liderazgo tangible y visible.

Sarkozy guarda silencio

Cuando las perspectivas económicas y sociales auguran una agravación de la crisis, con más paro, más recortes, más impuestos y menos poder adquisitivo, se multiplican los signos de incertidumbre en una opinión pública inquieta, que no acaba de encontrar señales de esperanza de ningún tipo.
Ese es el marco donde el silencio absoluto de Nicolas Sarkozy parece ser su mejor «arma» para la posible reconquista de la opinión pública.
La reconquista ya parece consumada entre los electores de centro y derecha, inquietos por las disputas entre los aspirantes al liderazgo conservador. Quedan por reconquistar otros electorados.
Marine Le Pen y su Frente Nacional (FN, extrema derecha) continúan teniendo una cota sólida. Los electorados socialista, ecologista, comunista y de extrema izquierda confirman día tras día su desencanto. Pero todavía «quieren creer».
Nicolas Sarkozy se «deja querer», en silencio. Dio hace semanas una conferencia en Nueva York. Tienen pendientes nuevas conferencias internacionales. Su esposa, Carla Bruni, prepara su nuevo disco, la primavera que viene, todavía lejana. Las próximas elecciones presidenciales debieran celebrarse el 2017. Queda mucho tiempo para la reflexión.

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