28 noviembre, 2012

Descifrando al FMI…Párrafo por Párrafo

Autor: Ernesto Selman

En su Comunicado de Prensa No. 12/445 del 18 de Noviembre de 2012, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emite una declaración de la misión que estuvo en la República Dominicana para la consulta anual del artículo IV, según los estatutos de esa institución.  El análisis de la declaración más reciente del FMI sobre la República Dominicana no representa la segunda parte del ensayo “FMI y Otras Multilaterales en la Economía Dominicana,” cuya primera parte publicamos con anterioridad.  Por la vigencia de este comunicado, decidimos publicar este análisis antes de publicar la segunda parte del ensayo mencionado.  A continuación el análisis del comunicado del FMI, párrafo por párrafo.
 
Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezada por el Sr. Przemek Gajdeczka visitó Santo Domingo del 5 al 16 de Noviembre de 2012, para la consulta de Artículo IV. La misión se reunió con el Presidente Danilo Medina, miembros del gabinete económico, altos funcionarios del Gobierno y del Banco Central, representantes del sector privado y dirigentes sindicales. Al concluir la visita, el Sr. Gajdeczka emitió la siguiente declaración.
"La misión analizó la evolución económica reciente de la República Dominicana y examinó las perspectivas a corto plazo. Señaló que durante el año 2012 la actividad económica ha sido apoyada por políticas fiscales expansivas, lo cual ha impactado la posición externa, mientras que la actividad del sector privado ha disminuido.
En este párrafo el FMI evidencia el incremento del gasto público ha sido a expensas del desarrollo del sector privado.  De esta forma, se desvían recursos escasos desde actividades productivas (consumo, ahorro, inversión y producción) hacia un uso menos provechoso para la comunidad en general.
También, argumenta que el crecimiento económico reciente ha sido en base a incrementos del gasto público deficitario (“políticas fiscales expansivas”), que se sostiene en mayor endeudamiento público.  En este sentido,  ha habido una falsa sensación de riquezas y crecimiento económico artificial por mayor endeudamiento público.  
Cuando el FMI señala que ese gasto público deficitario ha impactado en la posición externa, deja implícito que el excesivo gasto público también ha provocado que la cuenta corriente de la balanza de pagos sea deficitaria, en vocabulario de economistas.  Es decir, una demanda mayor de bienes y servicios del Estado por gasto público deficitario implica que se presenten mayores importaciones de lo que los ciudadanos y empresas hubiesen realizado, mientras las exportaciones y remesas se incrementan en menor medida.
Al indicar que la “actividad del sector privado ha disminuido” el FMI dice que la participación del sector privado en la economía disminuye por un mayor manejo de recursos escasos por parte del sector público.  El sector privado es quien agrega riquezas en una economía; sólo a través del ahorro, consumo, inversión y producción se presentan oportunidades de empleo e ingresos.  Esta disminución de la actividad privada podría estar reflejando un deterioro en el ambiente de negocios e incertidumbre, como lo demuestra el último informe Doing Business 2013 del Grupo del Banco Mundial (ver Análisis del Informe Doing Business 2013: El Caso de la República Dominicana publicado por CREES).  También, el Informe de Competitividad Global 2012-2013 del Foro Económico Mundial refleja un deterioro en el ambiente  de negocios de la República Dominicana; en la región, sólo Nicaragua, Paraguay y Venezuela están en peores posiciones.
"En los últimos 24 meses, el desempeño económico se ha debilitado. Después de alcanzar el 7.8 por ciento en 2010, el crecimiento económico se desaceleró a 4.5 por ciento en 2011 y se espera que permanezca por debajo del 4 por ciento en 2012. Al disiparse el impacto de los choques de precios en periodos anteriores la inflación general disminuyó a 2.8 por ciento (interanual) en octubre de 2012, mientras que la inflación subyacente fue de aproximadamente 3.3 por ciento, por debajo del rango del objetivo del banco central de 5.5 por ciento +/- 1 por ciento.
La debilidad del crecimiento económico durante los últimos dos años que resalta el FMI refleja el fracaso de “estimular” la economía con políticas fiscales “contracíclicas” aplicadas por el estado dominicano y apoyadas con financiamiento del propio FMI y otras multilaterales.  El “estímulo” a través de políticas “contracíclicas” significa que el Estado debe incrementar el gasto público, incluso incurriendo en déficit fiscales y endeudándose, para supuestamente promover las actividades económicas. Sin embargo, la historia demuestra que esas políticas son insostenibles en el tiempo y lo que provocan, entre otros factores, es: 1. Derroche de recursos escasos en la economía; 2. Mayor endeudamiento público por déficit fiscales; y, 3. Incertidumbre en los inversionistas para dirigir nuevos fondos a proyectos productivos.  Estos factores penalizan la creación de riquezas e implican la perpetuación de la pobreza en una economía. 
Los efectos del gasto público sobre el crecimiento económico no tiene el efecto positivo que algunos argumentan.  Un incremento del gasto público primario en 42% (sin incluir intereses) para 2012, según proyecciones internas, no ha tenido el impacto esperado; el crecimiento del 2012 será menor al 2011.  Muchos argumentan que un incremento del gasto en inversiones públicas sí tienen un efecto sobre el crecimiento económico.  Sin embargo, el gasto de capital se habrá incrementado en 82% en el presente año y, de nuevo, la economía crecerá a un menor ritmo que el año pasado.
Un crecimiento sostenido y sano se hubiese alcanzado con:  1. Sanas políticas fiscales y monetarias; 2. Reformas estructurales en ciertos sectores económicos que imponen un alto costo de vivir y hacer negocios en la RD (como electricidad, transporte, derechos de propiedad, educación y salud); 3. Regulaciones que promuevan la iniciativa privada; 4.  Un sistema impositivo sencillo que estimule la inversión, producción y generación de empleos productivos, evitando la evasión/elusión fiscal y la informalidad en la economía; y, 5. Respeto a las reglas de juego de manera transparente, haciendo énfasis en los derechos de propiedad.
Con respecto a la inflación, CREES ha señalado que el esquema de metas de inflación que se ha querido adoptar en la República Dominicana no es conveniente porque el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) es juez y parte en la implementación de ese esquema monetario.  Como indicamos en ¿Metas de inflación en República Dominicana? uno de los principales inconvenientes es que el BCRD es quien dicta las metas de inflación de precios, mide y publica las estadísticas del índice de precios al consumidor (IPC). Es decir, el desempeño del BCRD en cuanto a control de precios es evaluado en base a indicadores emitidos por esa misma institución.  Aunque no tenemos fundamentos para contradecir las cifras del IPC que ofrece el BCRD, llama la atención que la diferencia de inflación de precios entre República Dominicana y EEUU sea de tan sólo 0.60% durante los últimos 12 meses.
 “La implementación de políticas se ha deteriorado. El déficit fiscal aumentó significativamente en 2012. La recaudación fue baja (excluyendo factores excepcionales), mientras que el gasto público primario aumentó casi 40 por ciento. Como resultado, el déficit público consolidado para finales de 2012 se proyecta en 8.5 por ciento del PIB, casi el doble del nivel de 2011. Además, una gran proporción del gasto público se ejecutó por encima de las apropiaciones presupuestarias correspondientes, reduciendo así la transparencia de las operaciones presupuestarias. La deuda pública total proyectada llegará a 44 por ciento del PIB en 2012, en comparación con el 35 por ciento del PIB en 2007-08.
El FMI no hace referencia específica sobre qué significa el deterioro de implementación de política; no hace explícito si se trata de la política fiscal, monetaria, cambiaria o comercial.  Tampoco el FMI deja claro los plazos de tiempo a que se refiere, dado que habla del pasado con respecto al 2012.  En este sentido, asumimos que lo que describe son las cifras que están proyectando para el año 2012 completo.
Los ingresos totales del 2012 serán 12.2% por encima del 2011.  Los ingresos tributarios se habrán incrementado en 9.2%, descontando factores excepcionales[1].  Este bajo incremento se verifica luego de haber aprobado un incremento de impuestos en Julio-2011 que incluyó nuevas figuras impositivas en el código tributario.  Este hecho refleja que incrementos de impuestos tienen cada vez menores efectos en términos de capacidad de recaudación en la medida que se promueve la elusión/evasión de impuestos y empuja a agentes económicos a la informalidad.  Es posible que el FMI se esté refiriendo a que las recaudaciones fueron bajas en comparación con lo presupuestado y/o proyectado; la mala formulación del presupuesto estatal sería el problema.  Desde el inicio de la ejecución presupuestaria de este año CREES había advertido que los ingresos fiscales estaban sobreestimados y el gasto público estaban subestimados; ver Análisis del Presupuesto General del Estado 2012.
En este párrafo el FMI revela nuevas informaciones que las autoridades no habían brindado.  Por un lado, indica que el gasto público primario se habrá incrementado en 40% durante el 2012; este incremento a que se refiere el FMI no incluye intereses pagados como parte del servicio de la deuda pública.  Según la programación fiscal de CREES, el gasto primario será de unos RD$418,200 millones comparado con unos RD$294,600  millones del 2011; esto implica un incremento de 42%, similar a las proyección del FMI.
Por otro lado, el FMI plantea un déficit del sector público consolidado de 8.5% para 2012, por encima de lo que las autoridades habían advertido.  El déficit del sector público consolidado sería equivalente a RD$195,776.9 millones  basado en el Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para 2012 en el Marco Macroeconómico 2012-2015 (documento elaborado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo).  Las autoridades habían anunciado un déficit consolidado de unos RD$187,000 millones.
Es relevante que el FMI haya resaltado la mala ejecución presupuestaria del estado dominicano y la falta de transparencia en las operaciones presupuestaria. En Ley de Responsabilidad Fiscal: Una Propuesta para la República Dominicana publicado por CREES, resaltamos los diferentes elementos que implican un manejo presupuestario errático por parte de las autoridades gubernamentales: 1. Discrecionalidad del gasto público; 2. Mala formulación y ejecución del presupuesto del estado; 3. Falta de mecanismos de control del gasto público; 4. Falta de rendición de cuentas de las autoridades gubernamentales; 5. Falta de metas fiscales, sin planificación de mediano plazo; y, 6. Ausencia de indicadores o mecanismos de evaluación de desempeño del sector público.
Finalmente, el FMI resalta el incremento de la deuda pública consolidada que incluye la deuda del Sector Público No-Financiero (SPNF) y la deuda del Sector Público Financiero (principalmente, BCRD).  Según estimaciones de CREES utilizando estadísticas de DGCP y BCRD, a Octubre-2012 la deuda del sector público consolidado representaba 44.7% del PIB.
“La posición externa se mantiene vulnerable. El déficit de la cuenta corriente externa proyectado alcanzará alrededor del 7 por ciento del PIB en 2012, algo menor que en 2011, debido en parte al inicio de las exportaciones de oro. Debido principalmente a la política fiscal expansiva, el déficit de cuenta corriente externa es más del doble del promedio histórico de 3 por ciento del PIB, mientras que las reservas internacionales se mantienen por debajo de las normas de referencia internacionales. Sin embargo, las entradas netas de capitales también serán más bajas. A finales de octubre, las reservas internacionales brutas se situaron en US$ 3.3 miles de millones, comparadas con US$ 4.1 miles de millones a finales de 2011.
En este párrafo el FMI resalta el consumo de bienes y servicios que se adquieren en el exterior (importaciones) por encima de la venta de bienes y servicios en el mercado internacional por parte de empresas radicadas en la República Dominicana (exportaciones); a esto último se suman las transferencias unilaterales o remesas que se reciben del exterior.  Este desbalance entre importaciones versus exportaciones y remesas es denominado “déficit de la cuenta corriente” de la “balanza de pagos”; en esta última se registran todas las transacciones con el exterior.  La vulnerabilidad en la posición externa implica que no se vislumbran flujos de capitales hacia el país que puedan financiar ese déficit de cuenta corriente a que hace referencia el FMI.  Desde final de 2008 a octubre del presente año, este “sobre-consumo” gubernamental se financió con deuda pública externa adicional provista por organismos multilaterales y Petrocaribe, principalmente.
En efecto, entre Diciembre-2008 y Octubre-2012, el incremento de la deuda externa de organismos multilaterales y Petrocaribe representó el 85% del incremento de la deuda externa total de la República Dominicana.  Según la Dirección General de Crédito Público (DGCP), durante ese período la deuda externa asumida con organismos multilaterales se incrementó en 135%, lo que significó nueva deuda por US$2,463.8 millones.  Según estimaciones de CREES, utilizando estadísticas de DGCP, la deuda con Petrocaribe se incrementó  en 165% durante ese mismo período; este incremento representa   US$2,280 millones de nueva deuda en tres años y diez meses.
El FMI indica, correctamente, que un alto consumo de bienes y servicios importados por encima de las exportaciones más las remesas se debe a excesivo gasto público.  Una de las principales medidas de política pública para reducir la vulnerabilidad de la economía dominicana sería la reducción del excesivo gasto público que está provocando déficit fiscal y déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos durante los últimos años.
A pesar de que el FMI reconoce que el déficit de cuenta corriente es provocado por un excesivo gasto público, no hace mención del tipo de cambio real.  Cuando se mantiene el tipo de cambio nominal relativamente estable –artificialmente- y la inflación de precios local es mayor que la internacional, los precios internos denominados en dólares se incrementan; esto hace la economía dominicana más cara en dólares estadunidenses.  Este es un factor que está incidiendo en el desenvolvimiento económico y es a lo que se denomina apreciación del tipo de cambio real.
El tipo de cambio real es lo que revela diferencias entre precios internos y precios en el exterior denominados en una moneda común; por esta razón, determina el patrón de comercio internacional.  La apreciación del tipo de cambio real promueve las importaciones y penaliza las exportaciones, restando competitividad a las empresas radicadas en la RD. También, esconde una inflación de precios que no se revela por el tipo de cambio nominal apreciado de manera artificial.   
Por otro lado, el tipo de cambio real puede influir en la compra-venta de activos financieros y/o físicos por agentes económicos extranjeros.  Estas últimas transacciones se registran en la “cuenta de capital” de la balanza de pagos.  El FMI indica que “las entradas netas de capitales también serán más bajas.”  Esto implica que el exceso de consumo de la economía dominicana originada, principalmente, por el exceso de gasto público podría limitarse en la medida que la entrada de capitales para financiarlo se reducen.  En el vocabulario de economistas, entrada neta de capitales bajas podrían ser insuficientes para financiar el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos. 
Si no se limita el gasto público y las demandas de importaciones adicionales que éste genera, se tendrían que usar reservas internacionales para mantener un tipo de cambio relativamente fijo.  De hecho, esto está sucediendo en la actualidad.  Según el BCRD, entre 31-Diciembre-2012 y 14-Noviembre-2012, las reservas internacionales brutas se redujeron en US$830.2 millones.  Las reservas internacionales netas decrecieron en US$717.3 millones durante ese mismo período; esta reducción refleja venta de dólares en el mercado cambiario para mantener un tipo de cambio apreciado bajo el argumento que se evita una inflación de precios.  Sólo durante los meses de septiembre, octubre y mitad de noviembre se usaron US$324.6 millones de dólares de reservas internacionales netas para esos fines.  Desde nuestra perspectiva, esta política es insostenible y debe corregirse para evitar mayores distorsiones en el futuro.
El FMI resalta que las reservas internacionales en la República Dominicana son relativamente bajas en el contexto internacional.  En efecto, las reservas internacionales por diferentes medidas son más bajas que el promedio de América Latina:

"El sector financiero muestra solidez. Los bancos parecen bien capitalizados y los indicadores prudenciales del conjunto del sistema bancario no revelan riesgos significativos. En Septiembre de 2012 el indicador de suficiencia de capital promedio fue de 15 por ciento y los coeficientes de morosidad de préstamos se mantuvieron estables en alrededor de 3.5 por ciento. Sin embargo, durante el año 2012 los préstamos en moneda extranjera aumentaron, el crédito al sector privado se desaceleró y la exposición de los bancos al sector público aumentó sustancialmente.
Como indica el FMI, el sector bancario presenta sanos indicadores financieros para las circunstancias económicas actuales.  Habría que evaluar los efectos de un potencial ambiente económico recesivo por el reciente incremento de impuestos e introducción de nuevas figuras impositivas a entrar en vigencia en 2013.  Si realmente se verifica un ambiente recesivo, lo más probable es que la morosidad de los préstamos se incremente; esto refleja falta de capacidad de pago de deudores.   Además, habría que evaluar el efecto potencial de imponer un impuesto a los intereses generados por activos financieros.  Por otro lado, se requiere analizar un potencial incremento de los tipos de interés si las entradas de capitales serán más bajas y las autoridades monetarias deciden seguir reduciendo reservas internacionales. 
Es crítico resaltar la importancia de evaluar la posición financiera e indicadores prudenciales de los intermediarios financieros en cada etapa de los ciclos económicos y en base a distintos escenarios cuando se presentan cambios de políticas económicas. En esta ocasión, bajo un ambiente económico con finanzas públicas deterioradas y con incremento de impuestos e introducción de nuevas figuras impositivas que penalizan todas las actividades económicas (consumo, ahorro, inversión y producción).
Los tres elementos más importantes de este párrafo se mencionan de manera muy escueta y sin detalles; se hace sólo en una frase (la última).  Con respecto a los préstamos en moneda extranjera, estadísticas del BCRD revelan que en los diez primeros meses de este año, los préstamos de los intermediarios financieros en dólares estadounidenses se incrementaron en 29.1%, comparado con sólo 4.3% en pesos dominicanos.  Los préstamos al sector público representaron un 79.1% del incremento de los préstamos en moneda extranjera.
Con respecto a la desaceleración del crédito al sector privado, las estadísticas monetarias y financieras armonizadas del BCRD demuestran que los préstamos de los intermediarios financieros al sector privado crecieron en sólo 2.4% durante los primeros diez meses del año en curso.  En este sentido, se revela que las condiciones para los individuos y empresas no están dadas para demandar más crédito; de nuevo, el informe Doing Business 2013 trae información relevante para hacedores de políticas públicas.
Finalmente, la mayor exposición de los bancos al sector público se refleja por dos vías.  Por un lado, la adquisición de títulos de deuda del sector público (incluyendo certificados del BCRD y títulos del Tesoro) por parte de intermediarios financieros se incrementó en 23.3% durante en los 10 primeros meses del año en curso.  Llama la atención el incremento de 146.7% de títulos del Tesoro en los activos de los bancos desde que se introdujo el impuesto de 1% sobre activos financieros productivos de los intermediarios financieros en Julio-2011; los activos en títulos de deuda pública se excluyen de la base imponible de este impuesto.  En este sentido, la política tributaria está distorsionando la función de los intermediarios financieros de traducir el ahorro privado a inversiones productivas, incentivando la dirección de esos recursos escasos a financiar déficit fiscales.
La otra vía por lo que “la exposición de los bancos al sector público aumentó sustancialmente” es a través de los préstamos dirigidos al sector público.  Los préstamos al sector público se incrementaron en 99% durante los primeros 10 meses del año en curso (al sector privado fue de 2.4%).  De nuevo, los recursos escasos provenientes del ahorro de individuos y empresas se canalizan al financiamiento de las operaciones gubernamentales deficitarias.
"En opinión de la misión, las políticas macroeconómicas deberían orientarse a reducir la vulnerabilidad fiscal y externa. En el frente fiscal, la meta debe ser reducir el cociente de deuda pública a PIB a cerca del nivel observado en 2007-08 antes de la crisis global (35 por ciento del PIB). Lograr este objetivo requerirá una estrategia para reducir el déficit fiscal global a un nivel prudente en 2013-14. La reforma fiscal recientemente aprobada es un paso en esta dirección. Para reducir las vulnerabilidades externas, además de fortalecer la posición fiscal, será necesario mantener una postura monetaria estricta que sea consistente con el fortalecimiento de la posición de reservas internacionales. La moderación en la absorción interna como resultado de estas políticas contribuirá a salvaguardar la estabilidad externa.
CREES ha planteado reducir la vulnerabilidad fiscal y externa de una forma permanente, aplicando políticas económicas sostenibles en el tiempo.  En este sentido, la Propuesta de Reforma Fiscal Integral de CREES incluye un sistema impositivo sencillo y reducción del gasto público para hacer la política fiscal sostenible; esto contribuiría a la reducción de la vulnerabilidad fiscal y externa que menciona el FMI.  El incremento de impuestos reciente no va en la dirección de corregir los desequilibrios fiscales y externos permanentemente, dado que no enfrenta el origen de esos problemas: gasto público excesivo
En todo caso, el incremento de impuestos sólo tendrá efecto en el muy corto plazo en la medida que las personas modifican su patrón de conducta; esas medidas promueven la elusión/evasión de impuestos y la informalidad en la economía.  Además, el incremento de impuestos profundiza la vulnerabilidad externa en la medida que se incrementan los costos internos; las empresas radicadas en la República Dominicana disminuyen su capacidad de competir en el mercado internacional.  De esta forma, se penalizan las exportaciones de bienes y servicios.
Cuando el FMI recomienda reducir la deuda pública de 44% a 35% del PIB, se infiere que la deuda pública consolidada podría estar implicando una política fiscal insostenible. No hace referencia a que la propia institución recomendó “políticas anticíclicas” que implicaban mayor gasto público deficitario e incremento de la deuda pública. Parte importante de ese incremento de deuda se debió al acuerdo stand-by de 2009, que otorgaba préstamos de apoyo presupuestario junto al Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.  Como señalamos, la deuda multilateral se incrementó en 135% entre Diciembre-2008 y Octubre-2012[1]
Cuando el FMI indica que se requerirá una postura monetaria estricta, deja implícito que la situación fiscal altamente deficitaria requiere de frenos monetarios para mantener la estabilidad de precios.   Implícitamente, el FMI critica las tres reducciones de los tipos de interés de referencia que dictaron las autoridades monetarias a partir de Mayo-2012, cuando la realidad fiscal ya se conocía.
Al señalar que la política monetaria debe ser “consistente con el fortalecimiento de la posición de reservas internacionales” el FMI deja entredicho que las autoridades monetarias deben limitar el uso de reservas internacionales para manipular el tipo de cambio.  Dadas las reducciones de las reservas internacionales, parecería que al FMI le preocupa, con razón, una reducción mayor de la reservas hacia delante.
Al referirse a la “moderación de la absorción interna” el FMI exhorta a reducir la demanda interna de bienes y servicios del exterior para reducir el exceso de consumo por encima de las exportaciones más remesas. Parecería que el FMI estaría recomendando un incremento de tipos de interés para frenar la actividad económica y reducir la vulnerabilidad externa; esto implicaría disminución de la demanda interna y promoción de entrada de capitales. Un incremento de tipos de interés penalizaría el desarrollo nuevas inversiones productivas en la economía y atraería capitales de corto plazo.  Pero, esta política no pone frenos al crecimiento del sector público sobre el sector privado y, en consecuencia, no disminuye la destrucción de riquezas en la economía dominicana.   En todo caso, el país enfrenta un dilema de políticas si no se corrige los excesos fiscales.
Las políticas monetarias que sugiere el FMI debe enmarcarse dentro de una política fiscal sana, enfrentando la raíz de los problemas de desequilibrios fiscales y externos: gasto público excesivo.  Con las recomendaciones del FMI, las autoridades monetarias podrían darle tiempo a las autoridades gubernamentales para ajustar los problemas de fundamento. Sin embargo, la solución real para reducir la insostenibilidad fiscal y el desequilibrio externo debe venir, principalmente, por la reducción del gasto público.
"La misión apoya el plan de las autoridades para mejorar el clima de negocios, promover la competitividad y crear mejores condiciones para un crecimiento económico intensivo en creación de empleos. La implementación integral de reformas en el sector eléctrico es crítica para asegurar una infraestructura estable para el desarrollo del sector privado. La misión aplaude la reciente aprobación del proceso de "ventanilla única" para el registro de nuevas empresas y los planes para ampliar el registro de títulos de bienes raíces y otras propiedades. La misión apoya la intención de las autoridades para lanzar nuevos programas para combatir la pobreza y la desigualdad, reducir el analfabetismo, mejorar la educación y la salud, fortalecer la seguridad y luchar contra la corrupción. Estos programas deben realizarse de acuerdo a los recursos presupuestarios disponibles y ser coherentes con los esfuerzos para restaurar la sostenibilidad fiscal. La misión exhorta a las autoridades a mejorar la transparencia de las operaciones del sector público, y en particular comunicar sus planes de políticas presupuestarias y publicar regularmente informes sobre su ejecución.
En este párrafo no especifica las medidas de política y ejecutorias gubernamentales para mejorar el clima de negocios, que se ha deteriorado en los años recientes, según los informes del Foro Económico Mundial y el Grupo del Banco Mundial.   Tampoco especifica medidas de promoción de competitividad.  Por el contrario, con incremento de impuestos y sin reformas estructurales en sectores que imponen alto costo a la economía dominicana (como energía eléctrica, transporte, derechos de propiedad, educación y salud), se restringe aún más la capacidad de competir de las empresas radicadas en la República Dominicana. 
Aunque la “ventanilla única” podría agilizar ciertos procesos burocráticos, se crea una estructura por encima de las ineficientes instituciones públicas; de esta manera, no se corrige el problema de raíz y se mantiene una burocracia aquilatada.  En todo caso, si no se reforman las instituciones, se respetan las reglas de juego y no se elimina la discrecionalidad en los procesos burocráticos, la República Dominicana no brindará un ambiente de negocios propicios para más inversiones de largo plazo.
Por esta razón, el FMI “exhorta a las autoridades a mejorar la transparencia de las operaciones del sector público”.   Este acápite es clave para reducir el derroche de recursos escasos en la economía y mejorar la calidad de los servicios que provee el estado dominicano.  También, el FMI señala la importancia decomunicar sus planes de políticas presupuestarias y publicar regularmente informes sobre su ejecución.”  Esto es clave, como señaláramos en Ley de Responsabilidad Fiscal: Una Propuesta para la República Dominicana.  Sin embargo, llama la atención que las declaraciones del FMI durante el acuerdo stand-by entre Noviembre-2009 y su ruptura a finales de 2011 (el acuerdo finalizó oficialmente en Marzo-2012, sin haber desembolsado unos US$483.2 millones) no reflejan las “exhortaciones” que aparecen en este comunicado.  Por el contrario, en esas declaraciones se argumentaba que todo marchaba satisfactoriamente.
Mientras apoya los programas sociales del gobierno, el FMI hace la exhortación de que esos programas deben realizarse bajo un saneamiento de las finanzas públicas para “restaurar la sostenibilidad fiscal”.  En esta frase el FMI deja claramente establecido su percepción de que la República Dominicana recorre una senda de insostenibilidad fiscal; este es el resultado de políticas económicas acordadas y financiadas, en gran medida, por ese organismo multilateral.
"Tal como se acordó en el marco de la conferencia de Oslo en 2010, el personal del FMI ha estado trabajando con la Organización Internacional del Trabajo en la elaboración de un informe conjunto sobre cuestiones relacionadas con el mercado laboral en la República Dominicana. La misión agradece la cooperación de las autoridades para la organización de un seminario conjunto sobre este tema que tendrá lugar a finales de enero de 2013 en Santo Domingo.
Nos llama la atención la inclusión de un párrafo como este en una declaración del Artículo IV del FMI, sin indicar específicamente a qué se refiere con respecto al mercado laboral y haciendo énfasis en un seminario.  Esta podría ser una “concesión” de la misión del FMI a las autoridades gubernamentales.
“La misión recomendará que la República Dominicana entre al seguimiento posterior al programa (Post-Program Monitoring), dado que el Acuerdo Stand-by expiró en marzo de 2012. En el marco del seguimiento posterior al programa, una misión del FMI visitará a la República Dominicana en la primera parte de 2013. Las autoridades expresaron su voluntad de contar con el apoyo del Fondo Monetario Internacional en el diseño e implementación de políticas macroeconómicas.
En este párrafo la misión deja claramente establecido que no recomendará un acuerdo que implique desembolso de fondos, ya que recomienda un acuerdo de monitoreo posterior al stand-by.  Además, indica que la próxima misión visitará la República Dominicana en un período no determinado, ofreciendo un rango de seis meses para dicha misión.  Señala la voluntad de las autoridades gubernamentales de contar con el apoyo del FMI para aplicación de políticas económicas; tampoco es claro el tipo de involucramiento que desea el gobierno.
Con la experiencia reciente de las políticas erráticas implementadas durante los últimos años, apoyadas por el FMI y otras multilaterales, habría que cuestionarse si los beneficios de un acuerdo con el FMI sería mayor que el costo de mantenerse bajo la sombra de esa institución multilateral. 
En todo caso, ningún país se ha desarrollado bajo las directrices de organismos multilaterales y es sólo con la adopción de sanas políticas económicas que promueven la iniciativa privada que los países han logrado incrementar los niveles de ingresos.  La única vía para reducir la pobreza es mediante la creación de riquezas en una economía.
“La misión sostuvo conversaciones fructíferas con el Gobierno y Banco Central y representantes de la sociedad civil y desea expresar su agradecimiento por su excelente cooperación y la franqueza de las conversaciones.”

CONCLUSIONES
A diferencia de otras declaraciones del FMI, el último comunicado hace una evaluación certera, en términos generales, de los problemas económicos estructurales que enfrenta la economía dominicana.  En estos momentos el FMI indica que los fundamentos económicos son débiles y de que existe mucha incertidumbre sobre el futuro por los déficit fiscales y desequilibrios en las cuentas externas.  Detecta correctamente la raíz de estos problemas: gasto público excesivo.   El problema es que las políticas económicas que dieron origen a la situación actual con políticas “contracíclicas” para supuestamente “estimular” la economía dominicana fueron apoyadas y financiadas por el propio FMI.  Esta política significó que el estado dominicano incrementara el gasto público, incluso incurriendo en déficit fiscales y endeudándose, para supuestamente promover las actividades económicas.  En este momento los resultados son obvios, incluyendo al propio FMI, y por esta razón la República Dominicana se encuentra en una encrucijada económica.  Esperamos que las autoridades gubernamentales reconozcan esta realidad y apliquen políticas económicas para superar los retos más importantes que enfrenta la República Dominicana en estos momentos.

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