Presenta la ONU su informe anual sobre desarrollo humano: aunque hay pocas sorpresas en los últimos y los primeros lugares, la creciente desigualdad reajusta esta clasificación.
El
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acaba de
presentar su más reciente informe sobre desarrollo humano, al que
subtituló “Sostenibilidad y equidad: Un mejor futuro para todos”, en el
cual evalúa los avances y retrocesos que tanto a nivel general como en
cada uno de los 187 países examinados se han tenido en rubros como el
ingreso, la educación, esperanza de vida y equidad.
Como ya es costumbre, los países más
desarrollados se encuentran en los primeros lugares del ranking: después
de Noruega, en el primer sitio, están Australia, los Países Bajos,
Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá, Irlanda, Liechtenstein, Alemania,
Suecia y Suiza; en contraste, la última decena de la lista está
dominada por naciones africanas: Guinea, la República Centroafricana,
Sierra Leona, Burkina Faso, Liberia, Chad, Mozambique, Burundi, Níger y
la República Democrática del Congo al final.
Esta clasificación corresponde al Índice
de Desarrollo Humano (IDH) del informe, el cual se forma a partir de
una combinación de «indicadores de esperanza de vida, logros
educacionales e ingresos», a decir del propio PNUD.
Sin embargo, este mismo indicador se
considera en perspectiva al introducir la noción de desigualdad. El
reajuste que sufre entonces el IDH adquiere un valor mucho más objetivo.
En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, aunque se encuentra entre
los 5 países mejor clasificados en cuanto a desarrollo humano, la brecha
cada vez más creciente entre los distintos sectores de la población
provoca que pase del 4° al 23° lugar del ranking. «Cuando existe
desigualdad en la distribución de salud, educación e ingresos, el IDH de
una persona promedio de cualquier sociedad será inferior al IDH
general», se lee en el documento.
En América Latina, los 10 países con
mejor desarrollo humano son Chile (44° lugar general), Argentina (45),
Barbados (47), Uruguay (48), Cuba (51), Bahamas (53), México (57),
Panamá (58), Antigua y Barbuda (60) y Trinidad y Tobago (62). A estos
lugares medios de la tabla general se añade que la región sigue siendo,
según la ONU, la más desigual del planeta.
El subtítulo de “Sostenibilidad y
equidad: Un mejor futuro para todos” alude al hecho de que solo por
medio de la sustentabilidad (entendida en un sentido amplio) será
posible contrarrestar los oscuros pronósticos que se ciernen sobre
nuestra especie.
«El Informe sobre Desarrollo Humano 2011
es un aporte considerable y a la vez novedoso al diálogo mundial en
torno a este desafío, y demuestra que la sostenibilidad está íntimamente
ligada al problema básico de la equidad, entendida como justicia social
y mayor acceso a mejor calidad de vida. La sostenibilidad no es solo,
ni en primera instancia, un tema ambiental, como se argumenta tan
convincentemente en este Informe. Se trata, sobre todo, de la forma en
que elegimos vivir nuestra vida, conscientes de que todo lo que hacemos
tiene consecuencias para los 7.000 millones de habitantes del planeta,
así como para los miles de millones que vendrán en los próximos siglos»,
escribe en el prólogo Helen Clark, administradora del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo.
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