20 noviembre, 2012

La Operación Rápido y Furioso y la legalización de la marihuana preocupan a los vecinos del Sur

Dr. Ray Walser



El presidente Obama ha tenido poco tiempo para saborear su victoria electoral del pasado 6 de noviembre. La Casa Blanca está metida de lleno en asuntos como, entre otros, las consecuencias del atentado en Bengasi, la dimisión de David Petraeus y la inminente caída por el abismo fiscal.
Aunque puede que sea muy pronto para especular sobre si Obama II dejará de lado o no a Latinoamérica, los primeros indicios que llegan desde la Avenida Pensilvania 1600 no son en general tranquilizadores.


Aunque todavía no es oficial, parece que Obama II mantendrá en su cargo al procurador general Eric Holder. Ni la Cámara de Representantes (que en junio citó a Holder por desacato al Congreso), ni México ni las víctimas de la Operación Rápido y Furioso pueden tener consuelo con la continuidad de Holder.
Al presidente y a Holder se les atribuye el haber ayudado con su pasividad a allanar el camino hacia la aprobación de enmiendas que aprueban el uso recreativo de la marihuana en Colorado y Washington.
Como indicaba el periódico Los Angeles Times:
“Estuvimos conteniendo la respiración durante todo el mes de octubre”, comentó Alison Holcomb, abogada de la Unión por las Libertades Civiles Americanas y una de las responsables de la iniciativa de legalización en el estado de Washington. “Estuvimos mirando exactamente las fechas en las que [Holder] había hecho alguna intervención acerca de la Propuesta 19 [una enmienda fallida de 2010 para legalizar la venta de marihuana en California] en las últimas elecciones…”
Pero este año las fechas no eran fijas y Holder se mantuvo en silencio sobre las iniciativas, lo que abiertamente entra en conflicto con la ley federal. Algunos especularon que la administración Obama, que afrontaba una dura batalla presidencial, optó por no correr el riesgo de distanciarse del voto joven.
El editorialista Dan Turner se preguntaba “¿Por qué se mantuvo Obama en silencio sobre la marihuana durante su campaña y se desentendió del tema durante sus primeros cuatro años en el cargo? Contando los votos electorales de los 26 estados que han relajado sus leyes sobre la marihuana, estos suman 271, uno más de la cifra necesaria para elegir a un presidente”.
¿En qué posición queda Estados Unidos entonces? El presidente mexicano Felipe Calderón y otros líderes políticos latinoamericanos se preguntaban si Estados Unidos había perdido su “autoridad moral” en el asunto de la droga. Por otra parte, hubo quien encontró descorazonadora la falta de un mensaje claro por parte de la administración.
A casi menos de dos meses para la toma de posesión, Obama II ya se ha metido en un problema en lo que respecta a Latinoamérica.

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