Osama bin Batres. José Cárdenas

Martí Batres ya no cabía en el PRD, y menos ahora que los astros se alinean a favor de Marcelo Ebrard para tomar el control del partido-partido. No lo van a extrañar.
Batres no era, ni de lejos, santo de la devoción del próximo ex jefe de Gobierno. Es más, le estorbaban sus oficios de tinieblas. Baste recordar cuando Martí se le fue encima a Marcelo por “saludar” de mano al “espurio” presidente Calderón.
El corazón de Batres siempre ha latido por López Obrador. Al renunciar al PRD sólo cambia de ubre. Su salida será otra más de muchas que vienen.


Sobran los amarillos, quienes podrían cambiar de camiseta para unirse a la morenalopezobradorista. Alejandro Encinas y Clara Brugada son dos distinguidos ejemplos de quienes, más temprano que tarde, también pintarían su raya… aunque el líder nacional, Jesús Zambrano, advierta que “no se esperan dimisiones en cascada”.
Martí Batres llega al Movimiento Regeneración Nacional como un fichaje estelar y, al mismo tiempo, como una alerta delatora del limitado control de Los Chuchos sobre las huestes perredistas. También revela el peso pesado de El Peje, quien no duda en arrebatar lo necesario al partido que lo llevó a las puertas de la Presidencia… en dos ocasiones.
La renuncia de Osama bin Batres —se enfurece cuando le dicen así— también coincide con la discusión de los líderes legislativos del PRD para definir mañana una estrategia de cara a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto.
Silvano Aureoles asegura que la presencia de la izquierda en la ceremonia del cambio de poderes está planchada… será institucional, pero no se descartan “reclamos civilizados”, si acaso.
Pero ni Silvano ni Miguel Barbosa —líder perredista en el Senado— tienen el control absoluto de las huestes que no les son propias. Pregúntenle a los fanáticos de la corriente bejaranista, quienes amenazan con otro “numerito”. Las “ligas” del esposo de Dolores Padierna están rotas. –¿Bejarano, y señora, se quedan, por ahora, para jugar de estorbos?
Lo que Aureoles y Barbosa definan este miércoles podría ser irrelevante si los “duros” lopezobradoristas deciden irse por la libre y armar una cena de negros en el recinto legislativo. Si esto ocurre, será un pésimo augurio para chuchos, marcelos y todo aquel que resista en la trinchera perredista. Podría ser otro pretexto mayor para el rompimiento fatal y el debilitamiento a la primera fuerza de las izquierdas nacionales.
Desde hace meses la mutación del movimiento lopezobradorista en partido político estaba cantada. El cálculo ha sido matemático y político. Eso explica los brincos… en un suelo tan disparejo.
Andrés Manuel se queda con la yema del huevo… y al PRD le deja sólo el cascarón. Poco a poco.
–¿Con la salida de Batres, y los que faltan, podrá brillar el Partido del Sol Azteca por encima del tiradero… justo a la hora del ocaso?; –¿de veras la declinación de Batres ayudará a poner fin a la esquizofrenia política, como dijo Jesús Ortega hace no mucho?
MONJE LOCO: En la lista de aspirantes al Consejo de la Judicatura Federal aparece el nombre de Rodolfo Lara Ponte, oficial mayor de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Lo grave es que ese señor ya fue consejero… y la Constitución expresamente prohíbe —en su artículo 100— la reelección de los consejeros de la Judicatura. ¿Será que Lara Ponte necesita lentes para leer? ¿En la Corte tendrán el valor de respetar la ley o les vale?