David Boaz
El pasado día 14 Ron Paul pronunció su discurso de
despedida como miembro del Congreso. Ed Kilgore, del Progressive Policy
Institute,escribió que
él no echará de menos sus "filípicas". En efecto, elestablishment de
Washington está harto de oír hablar de paz,libertades
civiles y dinero digno de tal nombre.
Lo
notable de la despedida de Paul es su coherencia con
lo que ha venido diciendo desde que fue electo por primera vez, en 1976: el
Estado gasta demasiado, imprime mucho dinero y se mete en muchas guerras.
Durante
gran parte de ese tiempo Paul se movió fuera de foco, como la mayoría de los
miembros de la Cámara de Representantes. Pero en los últimos seis años se ha
convertido en una auténtica sensación en internet: ha atraído universitarios
cual Flautista de Hamelín eintroducido el libertarismo en el debate político.
Su
campaña presidencial de 2008 hizo eclosión luego de que discutiera de política
exterior con el ahora olvidado Rudy Giuliani en un debate televisado. Su
campaña de 2012 fue mucho más exitosa en lo relacionado con atraerse votos y
delegados. En esos cuatro años él no cambió mucho. ¿Qué fue lo que
ocurrió?
En 2007, Ron Paul advirtió de
que una economía basada en la deuda y el dinero
barato procurado por la Reserva Federal era insostenible, pero
estábamos en pleno boom y nadie quiso escucharle. Sí empezaron a
hacerlo al año siguiente, cuando se produjo el crash.
En 2007, Ron Paul dijo que deberíamos sustituir la
Reserva Federal y el dinero fiduciario por el patrón oro.
Entonces, incluso algunos libertarios dijeron cosas
como: "¿Cuál es el problema con la Fed? Ha reducido considerablemente la
volatilidad del ciclo económico y conseguido una inflación baja y razonablemente
constante". Tras elcrash, nadie volvió a burlarse de sus críticas a la
Fed.
En
2007, Ron Paul criticó el excesivo gasto federal, pero
con un republicano en la Casa Blanca los representantes del GOP no parecían tan
interesados en el asunto. Luego vino el demócrata Obama y el gasto se disparó
aun más, al punto de convertirse en uno de las cuestiones centrales de los
últimos años.
En
2007, Ron Paul criticó el intervencionismo militar incesante,
pero por aquel entonces a los republicanos les encantaba repetir que la táctica
del incremento de tropas en Irak estaba funcionando. Para 2011, incluso los
republicanos estaban hartos de tanta guerra.
En
2007, Ron Paul dijo que ni el Congreso y el presidente debían atribuirse
poderes adicionales a los que les corresponden en virtud de lo dispuesto por la
Constitución, pero los republicanos no querían ni oír hablar de actos
inconstitucionales cometidos por un presidente republicano. Tras los rescates,
el asalto estatal a la sanidad y la guerra no autorizada (por el Congreso) de
Libia, los candidatos republicanos al menos volvieron a hablar de restaurar
la Constitución.
Ron
Paul no se movió hacia el foco, sino que el foco de la discusión
política se acercó a él.
Como muchos libertarios, he tenido muchas
diferencias con Ron Paul en temas como los acuerdos comerciales, la
inmigración, los derechos de los homosexuales y el federalismo, y le reproché
que no repudiara a sus secuaces que pusieron su nombre en newslettersracistas. Pero
siempre que consigue atraer gente –sobre todo jóvenes– a la causa del Estado
constitucional y limitado, el dinero sólido y la no
intervención, me llevo una alegría.
Es dramático
que muchos que quieren en casa un Estado más limitado y menos intrusivo
respalden con frecuencia una política exterior intervencionista. Y viceversa.
Las campañas de Ron Paul contribuyeron a aglutinar a ambos grupos. En sus
anuncios televisivos decía: "Soy el único candidato presidencial que
traerá a casa inmediatamente nuestras tropas desplegadas en Irak y acabará con
el derroche de gasto estatal". Se atrajo a miles de universitarios con ese
mensaje de paz y libertad.
Vean o lean su discurso de despedida,
donde aborda temas como las prestaciones sociales, la legislación sobre drogas,
los déficits, el inflacionismo, el corporativismo, el autoritarismo, los
rescates... Y, por encima de todo, los principios:
El uso inmoral de la fuerza es la fuente
de los problemas políticos del hombre (...) Para desarrollar una sociedad
verdaderamente libre, el recurso a la fuerza debe ser comprendido y rechazado.
Ron
Paul tiene un apasionado y muy bien formado compromiso con la
libertad individual y la paz. Se le echara de menos en el
Congreso, pero esperemos que no deje de hablar y escribir acerca del Estado
constitucional y limitado.
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