Dos de los principales ejecutores de la nueva estrategia de seguridad
nacional —presentada el lunes por el gobierno— hacen un diagnóstico
brutal de las deficiencias heredadas por Enrique Peña Nieto.
– ¿Para efectos mediáticos?
Si bien el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong,
pretende eludir un recuento de fallas, llama a ponderar aciertos, y con
el mismo énfasis, a evitar errores… tampoco duda en ponerle sal a la
herida al reconocer el desastre de una guerra fallida.
Con menos política y mayor precisión de tiro, el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam,
dispara datos rotundos. Estima la proliferación de entre 60 y 80
cárteles delictivos —medianos y pequeños—. Calcula en 70 mil los muertos
durante el sexenio de Felipe Caderón… y explica la causa: “Haber diseñado una estrategia para descabezar a las estructuras criminales, descuidando lo demás”.
Según el nuevo fiscal de la nación, el sistema de justicia y las
instituciones no estaban preparadas para enfrentar a la delincuencia
profesional… y deslinda: “El sistema de justicia estaba hecho para un
país en paz”. Murillo Karam señala como causa del fracaso años de rezago, la falta de actualización de recursos y el desmantelamiento de instituciones.
Las declaraciones de Osorio Chong y Murillo Karam no
son benignas ni gratuitas… implican la intención de reafirmar los
primeros pasos del gobierno peñanietista sobre bases de transparencia,
rendición de cuentas y parámetros de evaluación.
Ambos acusan una cruzada calderonista contra los cárteles improvisada
sobre la marcha; obsesión por la captura de capos sin reparar en los
daños colaterales; exceso de poder y protagonismo otorgado a la
Secretaría de Seguridad Pública.
La estrategia contra el delito —seguramente afinada por el asesor colombiano Óscar Naranjo—
no consiste solamente en el combate frontal a los capos sino, además,
en devolver la paz y la tranquilidad robadas por la violencia a los
ciudadanos —aseguran—.
“Si Calderón repartió culpas, Peña Nieto intenta repartir responsabilidades… si Calderón intentó recuperar de golpe los territorios en poder del crimen organizado, Peña Nieto pretende
lograrlo mediante el diseño de planes regionales, reconociendo las
diferentes complejidades del ámbito nacional —ejemplos de esto será el
viaje de hoy a Guerrero—”.
Como sea, Osorio Chong y Murillo Karam —cada cual con su estilo— reconocen como un desastre la lucha del régimen pasado contra el crimen.
Ahora tocará responder a los aludidos panistas.
Entre tanto, hay una cifra a considerar, política aparte. Apunte 115 mil millones de pesos.
Mientras tal cantidad tuvieron que pagar los empresarios del país por
robos y gastos para evitarlos, lo mismo se aplicará para la prevención
del delito y el rescate de los espacios en poder del crimen.
Ver para creer.
MONJE LOCO: Acierto y medio haber designado a Mauricio Farah como nuevo secretario general de la Cámara de Diputados.
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