19 diciembre, 2012

“Nos madrean y les aprobamos todo”

Francisco Garfias

Homero Niño de Rivera, diputado federal del PAN por Nuevo León, ex vocero nacional de esa agrupación política, llevó los dedos al teclado de su teléfono celular y escribió una reflexión sobre lo que, a su juicio, sucede en la Cámara de Dipuatdos con el partido al que pertenece.
El mensaje en su cuenta de Twitter decía, textual: “Hay alguien que le pregunte a Peña Nieto si hay algo más que votar, o ya me puedo retirar, porque tengo un compromiso y quiero llegar a tiempo…”
Sus palabras reflejaban la frustración que sienten los diputados calderonistas del PAN por la estrategia maderista de colaboración acrítica con el gobierno federal.
Y es que, dicen, todo le aprueban sin conocer el contenido. Las votaciones en el grupo parlamentario son a mano alzada, como las que le critican a López Obrador. No hay quien se oponga.


El citado mensaje es también una ácida crítica a la forma como Luis Alberto Villarreal, coordinador parlamentario del grupo, conduce la bancada azul. En los corrillos de San Lázaro se dice que Manlio lo trae como su tamagotchi.
El legislador regio estuvo a punto de mandar el mensaje a las redes sociales. Después de meditarlo unos segundos, optó por la prudencia. Desistió.
 Hablamos con algunos diputados calderonistas. Son minoría en San Lázaro. Sienten que no se les toma en cuenta, que les llevan las cosas “cocinadas”, listas para aprobarse. 
Los desconcierta que a dos panistas agraviados por Felipe CalderónSantiago Creel y Juan Molinar Horcasitas— los hayan puesto a negociar el Pacto. ¿Cuál es el mensaje?, preguntan.
Otra cosa que no entienden los amigos del ex Presidente es que nadie, en el CEN, haya salido a responder oficialmente la “madriza” que César Camacho les puso a los sucesivos gobiernos del PAN, en su discurso de investidura como presidente del PRI.
“Ni siquiera Molinar, al que le gustan tanto los reflectores”, comentó otro diputado panista, pero éste bajo el cobijo del anonimato.
Hubo réplicas al nuevo presidente del PRI, sí, pero a título personal. “Nosotros aprobándole todo a Peña y ellos (los priistas) rompiéndonos la madre. César Camacho, Alejandro Murat, Claudia Ruiz Massieu…”, puntualizó el anónimo legislador.
Y recalcó: “En todo el Pacto no hay narrativa que defienda lo hecho por Calderón”.
¿Que Felipe es grillo?, se preguntó. No va a dejar de hacerlo. Tiene 50 años. Está entero, se autorrespondió.
 Garganta Azul nos pasó información de lo que sucedió la noche de ayer en la reunión del CEN con los senadores del PAN. El encuentro se pospuso la semana pasada. Era de pronóstico reservado. Lo pintaban “color de hormiga”. Terminó como “la reunión de la franqueza” (¿o de la catarsis?).
Nos dicen que un senador de Coahuila y otro de Campeche le dijeron sus verdades a Madero. El mensaje que quisieron dejar plasmado es que no están en contra del Pacto por México, sino de la forma como se opera. Están en sintonía con Homero. No les gusta que las iniciativas lleguen planchadas y con la instrucción de aprobarlas. “Por lo menos déjennos pensarla”, comentó una voz calderonista.
A diferencia de San Lázaro, los amigos de Felipe son mayoría en el Senado. Eso hace impensable que Madero dé el paso para destituir a Ernesto Cordero como coordinador del grupo parlamentario en la Cámara de Senadores. El costo es inaceptable para el jefe nacional del PAN. Provocaría una verdadera rebelión.
La fractura en el PAN es evidente, pero el daño no es irreversible. Asistimos a una polarización interna derivada de la derrota de un partido que perdió el poder tras 12 años de ejercerlo.
En 2013, los azules tienen tres eventos clave para componer las cosas. En marzo es la asamblea para reformar los estatutos. En mayo, la elección del nuevo Consejo Nacional. En diciembre, la elección del dirigente. De ellos depende…
 Ayer le dimos crédito a una fuente cercana al jefe nacional que responsabiliza a Alejandra Sota de filtraciones en medios electrónicos contra diputados maderistas. La misma fuente nos asegura que Felipe Calderón la dejó “bien protegida” en una empresa editorial vinculada con Televisa, y que era una de las invitadas a la famosa cena, anoche, de senadores con el ex Presidente de la República.
Sota nos mandó ayer un mensaje en el que niega en forma tajante estos señalamientos. “Ni cena ni Televisa ni filtraciones de ninguna índole”, nos dice.
La ex vocera de Felipe no está en México. “Me tomé un descanso después de 15 años ininterrumpidos de trabajar”.

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