Internacional
El Congreso destituye a cuatro de los cinco magistrados de la Corte Suprema en pleno escándalo por las elecciones primarias de los partidos políticos
En junio de 2009, una confabulación del Legislativo, el Judicial y el Ejército sacaba de la presidencia de Honduras, en pijama y de madrugada, a Manuel «Mel» Zelaya.
Antes, el mandatario había pretendido burlar las leyes convocando un
referéndum ilegal que favoreciese su reelección en el cargo. Aquel
«golpe institucional» condujo al país centroamericano a las primeras
páginas de los diarios y a un sainete político que todavía no ha bajado el telón.
Custodiado por militares, el Congreso Nacional destituía este martes a cuatro de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ)
tras asumir atribuciones que, según los juristas, no les corresponden.
Así, los diputados se exponen a ser acusados penalmente de tres delitos:
abuso de autoridad, violación a los deberes de los funcionarios y
traición a la patria, según advirtió el fiscal general adjunto del
Ministerio Público y presidente del Colegio de Abogados de Honduras, Roy Urtecho.
Según el letrado, «la razón fundamental en la que se funda
la decisión del Congreso radica (...) en haber proferido (la Sala)
sentencias sobre cuestiones legislativas declaradas inconstitucionales.
Cualquier pronunciamiento de los otros poderes del Estado sobre estas
posturas jurídicas de fondo suponen intromisión en el ejercicio de las
potestades atribuidas por la Constitución de la República (y) se rompe
el principio constitucional de separación de poderes”.
El actual presidente, Porfirio «Pepe» Lobo,
había denunciado días atrás una supuesta conspiración por parte de
grupos golpistas. Lobo acusó al dueño de los dos principales diarios del
país, Jorge Canahuati, de maniobrar contra su Gobierno
por haber destacado en primera plana un comunicado de la Corte Suprema y
la posición de la Iglesia, que exigían al Ejecutivo respetar la
independencia de poderes. La reacción judicial fue provocada por las
críticas de Lobo a decisiones del Constitucional contrarias a la nueva Ley de Depuración Policial.
Zelaya impugnará
Todo este galimatías se levanta en mitad de las denuncias
de fraude durante las elecciones primarias de los partidos, celebradas
el pasado 18 de noviembre, de las que salieron los candidatos para las
elecciones del próximo año. El propio Manuel Zelaya, que fundó el Partido Libertad y Refundación (Libre) tras regresar al país en 2010, las impugnará pese a que el Tribunal Supremo Electoral dio la victoria a su esposa, Xiomara Castro.
Lo mismo hará el alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, respecto a Juan Orlando Hernández, presidente del Congreso y declarado aspirante por el Partido Nacional. Mauricio Villeda será el abanderado de la otra gran fuerza política hondureña, el Partido Liberal.
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