09 enero, 2013

“Te cambio tres tabúes por dos dogmas…”

Francisco Garfias

Aun colega se le fue la boca en la conferencia de prensa convocada ayer en el hotel Camino Real de Anzures, para presentar al Consejo Rector del Pacto por México. Muy en corto acusó a Jesús Zambrano, presidente del PRD, de “vendido”, pero en las narices de Jesús Ortega.
El Chucho mayor no pudo con el comentario en contra de su compañero de mil batallas y amigo de larga data. “Tú no conoces a Zambrano. Es un hombre íntegro. En cambio, yo sí conozco periodistas centaveros…”, reviró, con enfado, el ex dirigente del PRD.
El incidente es un minúsculo reflejo del ambiente de linchamiento que enfrenta el dirigente nacional del PRD, por atreverse, junto con el panista Gustavo Madero, a intentar una política de diálogo y colaboración con el gobierno de Peña Nieto.


Zambrano compartía ayer tribuna con los secretarios Luis Videgaray y Miguel Osorio, así como con el presidente del PRI, César Camacho, y el del PAN, Gustavo Madero. Un sacrilegio para los fundamentalistas de la izquierda mexicana, poco acostumbrados a la tolerancia y al diálogo con los que piensan diferente.
Los mencionados secretarios de Estado y los líderes del PRI, el PAN y el PRD estaban en los salones del sexto piso del Camino Real para presentar a los integrantes del citado Consejo Rector, cuya misión es estructurar la agenda de reformas que se presentarán a lo largo del sexenio.
En el Consejo hay cinco representantes por partido y otros cinco por parte del gobierno federal. Ningún calderonista destacado integra el Consejo. Al PAN lo representan Madero, Creel, Marco Adame, Alejandro Zapata, Adriana Díaz y Molinar Horcasitas. Éste último, como secretario técnico.
Tampoco hay bejaranistas entre los cinco del PRD. Destaca, eso sí, la presencia de Pablo Gómez, de quien podrá decirse todo menos que es un mercenario. Por el amarillo están, además de Zambrano y Ortega, la senadora Alejandra Barrales, Eloí Vázquez y Guadalupe Acosta Naranjo, como secretario técnico.
Al tricolor lo representan César Camacho, Martha Tamayo, Raúl Cervantes, Héctor Gutiérrez y Arturo Goicochea; al gobierno federal: Osorio Chong, Videgaray, Aurelio Nuño, Felipe Solís Acero. Agregue a José Murat, como coordinador ejecutivo del Consejo.
Alguna vez escuché a Manlio Fabio Beltrones decir que si el debate sobre las famosas reformas estructurales entra en la lógica de “te cambio tres tabúes por dos dogmas”, el destino seguro es el fracaso. Para el coordinador de los diputados del PRI es muy importante arrancar ese debate con argumentos sólidos, convincentes, contundentes.
“Una salida en falso puede hacer fracasar las reformas”, nos dijo.
Por el grado de dificultad que representan, destacan dos de esas reformas que ya no es posible aplazar: la hacendaria y la energética. Las dos son han sido intransitables hasta ahora. Están contaminadas por dogmas muy arraigados en buena parte de la población.
Estos dogmas, casi religiosos, han sido alimentados por la voracidad de algunos empresarios y banqueros inescrupulosos que han logrado que la palabra privatización se convierta en sinónimo de atraco, robo, abuso y servicios caros.
Andrés Manuel conoce este sentimiento. Ya dio color. Convocó a los mexicanos a estar atentos, no sólo para defender el petróleo ante cualquier intento de privatización, sino también para evitar un aumento de impuestos. “Si Peña quiere dinero, que combata la corrupción”, dijo ayer el dos veces candidato presidencial, en su registro como militante de Morena.
La apuesta del PRD, de Los Chuchos, es de alto riesgo. Si el Pacto por México fracasa, López Obrador tiene el campo libre para erigirse como la única oposición real. Chucho Ortega no ignora el tamaño de estos riesgos. También el de los anatemas. Los ha sufrido en carne propia. Pero está convencido de que hay que recuperar el diálogo como instrumento de la política. “Ese es el principal valor del Pacto por México”, dice.
Y remata categórico: “No hay posibilidad de cambiar el país a través de una revolución aunque hay compañeros que sí lo piensan. Están convencidos, incluso, de la necesidad de eliminar al contrario. ¿Quiénes? Algunos de los que están en Morena.”
Ortega, como vemos, también sabe satanizar.
Un buen comunicador llegó a la Profeco. Hablamos de Ramiro Pineda, ex vocero de Colosio y, en los últimos tres años, director de comunicación social de la fracción del PRI en San Lázaro. Lo veíamos en la CFE con su ex jefe Paco Rojas, pero allí fue ratificado Estefano Conde.

No hay comentarios.: