Este 7 de julio...
¡A castigar con
el voto el
alza de impuestos!
El Estado consigue sus ingresos mediante coacción. A esta coacción
se le
llama "impuestos", aunque en épocas de lenguaje menos refinado se le
conocía con el expresivo nombre de "tributos". La contribución es,
pura y simplemente, un robo, un robo a colosal escala, que ni los
más grandes y conocidos delincuentes pueden soñar en igualar.
Murray Rothbard
El 7 de julio de 2013, millones de mexicanos tienen la oportunidad
de expresar en las urnas su rechazo al alza de impuestos.
En esa fecha se celebran elecciones locales en 14 entidades
federativas en las que serán votados candidatos a 441 diputaciones
locales y a 1,348 presidencias municipales, además a gobernador de
Baja California.
La decisión de por cuales partidos políticos y candidatos votar, es
fácil: ¡por ninguno!
Todos los partidos están comprometidos con el mayor gasto público y
con mayor expolio de los contribuyentes. La decisión no está entre
aquellos partidos y candidatos que están a favor del IVA en
alimentos y medicinas y los que se oponen. Aquellos que se oponen al
IVA en alimentos y medicinas promueven al mismo tiempo el aumento de
las tasas de otros impuestos o la creación de nuevos, además del
endurecimiento del terrorismo fiscal.
Asimismo, los gobernantes de todos los partidos son reos de
otorgarse privilegios inmerecidos, de realizar actos de corrupción
legalizada o no, de despilfarro con los dineros de los
contribuyentes, de gasto en obras inútiles o contraproducentes, de
compra del voto y lucro con la pobreza por ellos mismos promovida y
de endeudamiento público.
La verdadera decisión de los electores está entre: o más impuestos o
¡no más impuestos!
El fraude político de la partidocracia
Todos los partidos y candidatos tienen un común denominador: son
actores de un gigantesco fraude político, pues están obrando contra
el mandato de sus electores.
Nosotros no confundimos los derechos del individuo, como máximo
valor moral y cívico, con la democracia. Las mayorías
democráticamente pueden decidir atropellar los derechos de las
minorías y la más universal de todas: el individuo. Por eso la
democracia no es un valor supremo sino siempre subordinado al
supremo valor de los derechos de cada individuo.
Pero en México en la actual coyuntura, la decisión de los
gobernantes y legisladores de aumentar el expolio fiscal ni siquiera
es una decisión democrática. Los electores que le dieron la mayoría
relativa de los votos y el poder a Enrique Peña y a su partido, el
PRI, jamás votaron en favor de que los impuestos subieran. Tampoco
lo hicieron los electores que optaron por los partidos que no
obtuvieron la mayoría de votos.
En ningún spot, en ningún discurso en actos públicos, en ningún
pasaje de los debates televisados Peña dijo que su oferta consistía
en subir impuestos y por una sencilla razón: habría sido derrotado,
pues casi nadie quiere que le quiten una mayor parte de sus ingresos.
Para sacar adelante su proyecto de aumentar el expolio de los
contribuyentes, Peña recurrió a la mentira, al engaño, a la estafa,
para obtener el poder para entonces desde ahí hacer lo que jamás les
dijo a sus votantes que iba a hacer.
Los politicastros alegarán que en sus plataformas ya planteaban el
alza de impuestos, pero esta excusa no califica ni como letra
minúscula de un contrato leonino: los electores, en su gran mayoría,
no leen esos documentos ni deciden sus voto con base en ellos, sino
de acuerdo a lo que los partidos y candidatos ofrecen a través de,
precisamente, spots, discursos en actos masivos y lo expresado en
debates televisados.
A escoger entre Satanás, El Diablo o El Demonio
Si no hay que votar por el PRI, ¿por quienes votar entonces?, ¿por
el PAN o el PRD? ¡Tampoco!
El PAN intentó, bajo los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón,
gravar con el IVA los alimentos y las medicinas. Hoy, por puro
oportunismo político, el PAN se opone a lo que antes promovió, pero
insiste en aumentar otros impuestos, crear nuevos y endurecer el
terrorismo fiscal. No nos olvidamos que la senadora del PAN, Marcela
Torres, presentó el año pasado una iniciativa para poner un impuesto
especial a los refrescos de 20% sobre el precio del producto.
Además los líderes nacionales del PAN, para no perturbar el mafioso
Pacto por México, han declarado que el debate sobre la reforma
fiscal no debe reducirse al tema de IVA en alimentos y medicinas. El
diputado federal panista, José Isabel Trejo, presidente de la
Comisión de Hacienda, declaró: “centrar la discusión en el punto de
cambios al régimen del Impuesto al Valor Agregado (IVA) es reducir
el tema con miopía y torpeza”. Y ¿qué propone este señor en lugar de
gravar alimentos y medicinas? Aumentar la captación por el impuesto
predial que hoy representa el 0.3% del PIB a 2%. Es decir, subir los
impuestos prediales en un ¡567%!
Por lo que hace al PRD, su presidente Jesús Zambrano al tiempo que
llama a movilizaciones contra el IVA a medicinas y alimentos, exige
una “reforma fiscal progresiva”. Este otro prócer de la Patria hace
como que ignora que el esquema fiscal en México ya es progresivo sin
que el ser progresivo signifique que sea justo, sino todo lo
contrario (leer al respecto Resistencia Fiscal No. 16 “Pacto por
México: los capos acordaron subirnos el ‘derecho de piso’”). Pero en
buen cristiano, cuando Zambrano y el PRD piden “reforma fiscal
progresiva” lo que quieren decir es que debe subir la tasa del
Impuesto Sobre la Renta, para que el Estado tenga más dinero y las
empresas privadas se descapitalicen, haya menos generación de
riqueza, menos creación de empleos productivos, más burocracia, más
corrupción y más pobres con quienes la izquierda pueda lucrar
políticamente, como siempre lo ha hecho.
Lo mismo puede decirse del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)
que encabeza Andrés Manuel López Obrador, partido que aún no tiene
registro pero que tendrá candidatos a través del PT y el PRD en los
comicios locales. En su plataforma establece: “Las grandes empresas
gozan de privilegios fiscales y casi no pagan impuestos (…) estamos
en contra de gravar con IVA las medicinas y los alimentos y a favor
de una reforma fiscal progresiva. Que las grandes corporaciones y
los más ricos del país, paguen más.”
Eso de que las grandes empresas casi no pagan impuestos es una gran
mentira y bastaría que de veras éstas dejaran de pagar impuestos
durante tres meses, para que el Estado mexicano se fuera a la
bancarrota. La mentira sirve al propósito de establecer impuestos
expropiatorios, para acabar con las empresas privadas y el Estado
quede dueño de todo (el socialismo, pues).
Y si no hay por quien votar ¿Qué hacer? Anular el voto, pero de
manera inteligente. Usar la papeleta para escribir la frase “¡No más
impuestos!” o para pegar una calcomanía con la misma leyenda.
Imaginemos que más de la mitad de los electores que irán a las urnas
anularan su voto de esa forma. Esta hipotética situación sumiría al
sistema político en una crisis de legitimidad. Esto puede parecer un
ensueño, pero toda cosa buena antes de materializarse fue un
precisamente un ensueño, una representación imaginaria de nuestros
deseos.
Lo importante de acciones como esta es el ir tomando cabal
conciencia que el verdadero poder, el que permite la creación de la
riqueza y la prosperidad, radica en nosotros, en los contribuyentes,
en el Atlas que sostiene en su hombros a México y al mundo. No en
los políticos profesionales, que viven del esfuerzo ajeno y lo hacen
gracias a la coacción.
Ha comenzado la Campaña Nacional ¡No más impuestos!
El 6 de marzo de 2013, mediante una conferencia de prensa celebrada
en la ciudad de México, la Unión Nacional de Contribuyentes ‘Atlas’
AC (UNACON), dio inició a la Campaña Nacional ¡No más Impuestos! En
el acto estuvo como invitado de honor el Lic. José Antonio Ortega
Sánchez, quien es un prestigiado líder social y presidente del
Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC,
si bien acudió a título personal pero en apoyo a la causa de impedir
la expansión del expolio fiscal.
A José Antonio Ortega correspondió la lectura del Manifiesto
¡No más
impuestos! que se reprodujo en el boletín Resistencia Fiscal No. 27.
En el acto se explicó que la campaña consiste en una serie de
acciones pacíficas, legales y respetuosas de derechos de terceros,
tendientes a la movilización de la sociedad a fin de que ésta
presione a los políticos y su pretensión de subir impuestos sea
derrotada.
Como parte de esta campaña se informó sobre la recolección de firmas
a través de la nueva página de Internet:
http://nomasimpuestos.net/tu_firma_cuenta/
A través de esta página se busca lograr la adhesión de millones de
mexicanos a la exigencia de que no suban los impuestos. Pero esta no
es la única actividad por realizar. Se han considerado diversas
acciones de difusión y organización, como la distribución de
volantes, calcomanías, playeras y diversos artículos promocionales.
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