Aliados sí, pero diferentes…

Enrique Aranda

En enero de 1989, cuando resonaban aún las protestas por su elección marcada por el fraude y la histórica caída del sistema, Carlos Salinas de Gortari recurrió a la detención de uno de los (socialmente) indefendibles priistas de su tiempo, Joaquín La Quina Hernández Galicia, para legitimar una gestión gubernamental que apenas iniciaba.


Hoy, aunque en condiciones políticas diametralmente distintas, Enrique Peña Nieto encabeza el proceso contra la maestra Elba Esther Gordillo, (socialmente) indefendible como el citado ex líder petrolero, aunque formalmente ex priista ella, no con ánimo de legitimarse sino, esencialmente, para diferenciar desde ya su aún naciente administración de las dos anteriores que, encabezadas por mandatarios de extracción panista, le antecedieron.
Y esto, porque marchando como marcha —sin tropiezo y con el festivo apoyo de los liderazgos de las fuerzas políticas de izquierda y derecha— la estrategia del Pacto por México, en cuyo marco debió aprobarse la reforma constitucional educativa sin la que, por cierto, la aprehensión y encarcelamiento de la ex lideresa del SNTE resulta impensable, la urgencia del gobierno tricolor no es otra que, en opinión de sus voceros, grabar en la conciencia de la sociedad que, más allá de otras consideraciones, “nosotros sí sabemos gobernar…y hacer valer la ley, en contra de los nuestros incluso…” si ello es necesario.
Nadie hoy, a la luz de lo ocurrido en las 72 últimas horas, podría poner en duda lo anterior.
Menos, cuando fueron el propio administrador de turno de Acción Nacional, Gustavo E. Madero, y el coordinador blanquiazul en el Senado, el ex de Hacienda Ernesto Codero Arroyo, quienes, en ánimo de balancear verdad y vergüenza con conveniencia política, obviaron que ni Vicente Fox en su momento ni Felipe Calderón más recientemente, se atrevieron a ir por La Maestra, dadas las supuestas o reales ventajas políticas y/o electorales que de garantizarle impunidad y dispensarle un trato de excepción obtuvieron.
Esto último, el reforzamiento de la percepción de que unos cumplen y otros no, que hoy se alcanzan resultados en el marco de un Pacto que sus ahora impulsores no concretaron y, ahora, que el actual gobierno asume riesgos que sus antecesores evitaron, tendrá un altísimo costo político y, más, electoral…en julio próximo, por ejemplo, cuando habrá elecciones de diputados locales y alcaldes en 14 entidades, más la de gobernador en Baja California.
Si no, al tiempo...
Asteriscos
*Inusual, sin duda, la decisión de la Asociación Nacional de Bancos, que lidera Jaime Ruiz Sacristán, de modificar la fecha de la tradicional Convención Nacional Bancaria que, prevista para realizarse los días 11 y 12 de abril próximo y en marcha los preparativos para ello, deberá posponerse en virtud de que “el Presidente de la República está fuera del país en esas fechas”.
Veámonos el domingo con otro asunto De naturale