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Álvaro Vargas Llosa reconoció que "no hay que minimizar" el rol que el presidente venezolano tuvo en su país y el continente. "Quizás haya que pedirles a los gobiernos que moderen el panegírico", sugirió |
"La primera premisa para combatir bien al populismo latinoamericano en la trinchera de ideas en la que estoy yo es reconocer las fortalezas del adversario. Lo que no hay que hacer es minimizarlo", reconoció el pensador Álvaro Vargas Llosa al comenzar a referirse al deceso de Hugo Chávez.
Por eso, el intelectual peruano señaló que casos como el del presidente venezolano "no son fenómenos excéntricos, son centrales en América Latina".
"Tienen una capacidad de éxito político que suponen un desafío muy
grande para quienes nos consideramos adversarios del populismo", evaluó,
en diálogo con los periodistas Marcelo Longobardi y Jorge Lanata en
radio Mitre.
Aunque reconoció que es "normal que se suscite esta reacción en los gobiernos latinoamericanos" ante el fallecimiento del mandatario, sugirió: "Quizás haya que pedirles que moderen el panegírico".
El hijo de Mario Vargas Llosa reconoció además el papel preponderante que Chávez ocupó en el continente,
aun cuando se destacó como uno de los mandatarios más radicalizados de
la región. "Una de las cosas más deprimentes para mí es ver la política
exterior de los gobiernos de política moderada".
"Se entiende poco que haya habido esta
movilización constante por Venezuela por parte de gobiernos que en su
casa encarnan lo contrario. Creo que ha sucedido esto por la falta de liderazgo de los países que lo han hecho mejor, como Chile, Perú, Colombia o hasta México", consideró.
Consultado acerca de lo que puede esperarse, el pensador peruano reconoció que los opositores de ese país "lo van a tener muy cuesta arriba
no solamente porque en este ambiente es natural que las fuerzas del
chavismo crezcan mucho, sino también porque han manejado este proceso de
una manera muy astuta".
"Probablemente en gran parte esto fue gracias a Cuba,
que creo que ha ido midiendo muy inteligentemente la forma de hacer en
el espíritu de los venezolanos más llevadera esta transición", estimó
En ese sentido, continuó: "A diferencia de lo que pasaba hace unos meses, casi nadie cuestiona ya a (el vicepresidente) Nicolás Maduro.
La idea de que haya una fractura al interior (del chavismo) es más una
idea de la oposición que algo que tenga que ver con la realidad misma".
"El pronunciamiento de las Fuerzas
Armadas de ayer fue bastante categórico y el núcleo civil (de poder)
está muy consolidado", concluyó.
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