12 marzo, 2013

Bienvenida la competencia en las telecomunicaciones

Leo Zuckermann

Como sucedió con la reforma educativa, este primer paso es en la dirección correcta. Bienvenido, pues, el anuncio de ayer dentro del Pacto por México. 12/03/2013 02:38
Bienvenida la competencia  en las telecomunicaciones
Para todos aquellos que estamos a favor de la competencia económica es una buena noticia la reforma en telecomunicaciones anunciada ayer por los tres principales partidos del país. Ya nos habíamos tardado, pero enhorabuena que el Estado tenga una política en uno de los sectores económicos más dinámicos de la actualidad y que esa política tenga como eje la competencia y, por tanto, el combate a las prácticas monopólicas.


De acuerdo con la propuesta, las concesiones de frecuencias de telecomunicaciones (telefonía fija, celular, televisión, radio y acceso de banda ancha de internet) se concursarán tratando de que participen muchos jugadores, previniendo la concentración y procurando que el usuario final de los servicios pague lo menos posible.
Se proponen, además, sanciones severas si un concesionario incumple las resoluciones de la autoridad relacionadas con prácticas monopólicas. Incluso podría revocarse el título de concesión. Si a esto se le suma la reciente reforma en materia de amparo, que evita la suspensión del acto de autoridad para todas las empresas concesionadas por el Estado, pues las autoridades, a diferencia de lo que pasa hoy, ahora sí van a tener dientes para regular eficazmente.
Mientras se establece el mecanismo para otorgar las concesiones, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el nuevo organismo autónomo que gestionará la ley del sector, podrá declarar que un concesionario tiene “preponderancia” en algún mercado. Para poder adquirir un título que le dé derecho a otorgar todos los servicios de telecomunicación, recibirá una regulación especial para terminar con la dominancia, “incluyendo la desagregación de redes locales y el pago de contraprestaciones”. Esto suena muy bien, sobre todo para desmantelar el cuasi-monopolio de América Móvil en la telefonía fija, celular y acceso de banda ancha.
En cuanto a la televisión, hay medidas que promoverán la competencia, aparte de las relacionadas con el nuevo régimen de concesiones. Según la reforma, habrá “mecanismos que aseguren la promoción de la producción nacional independiente”. Además se van a concursar dos nuevas cadenas de televisión abierta con cobertura nacional. En adición, los operadores de televisión de paga recibirán gratis los canales de televisión abierta (must offer) y los primeros estarán obligados a transmitir los segundos también de manera gratuita (must carry).
Todo esto suena muy bien para los que creemos en la competencia económica. Pero el verdadero compromiso de promover una mayor competencia lo veremos en los detalles de la legislación y en su implementación. Ahí observaremos hasta qué punto la reforma nivelará la cancha para que muchos jugadores puedan jugar de manera pareja en los mercados de telefonía fija, celular, televisión, radio y acceso de banda ancha al internet.
Las preguntas son muchas. La reforma dice, por ejemplo, que “en ningún caso el factor determinante para definir al ganador de la licitación será meramente económico”. ¿Qué otras variables se tomarán en cuenta?
¿O bajo qué criterios definirá el IFT la dominancia de una empresa en un mercado en particular? En telefonía o televisión de paga es relativamente sencillo si se usa, por ejemplo, el número de suscriptores de una compañía. Pero el asunto es más complejo en la televisión abierta. Si la métrica es por puntos de audiencia, se estaría castigando a la empresa exitosa que produce contenidos que atraen al público. Y, como la facturación de la publicidad suele estar atada al rating, pues tampoco ésta serviría.
Otra pregunta más: ¿Cómo se promoverán las producciones independientes? Esto, que suena bien, podría haber llegado tarde. En Estados Unidos, por ejemplo, había una regla que limitaba el número de producciones de las cadenas de televisión abierta durante el horario estelar. En 1993 esta regla fue derogada por la consolidación de la nueva cadena nacional (FOX) y la creciente penetración de la televisión de paga. Los estadunidenses se dieron cuenta de que lo que más convenía para una mayor competencia en contenidos era que las cadenas decidieran qué tanto producir en casa de acuerdo con su escala.
En fin que dudas todavía hay muchas sobre la reforma en telecomunicaciones. Se irán esclareciendo en cuanto salgan las leyes secundarias y reglas operativas del IFT. Pero, como sucedió con la reforma educativa, este primer paso es en la dirección correcta. Bienvenido, pues, el anuncio de ayer dentro del Pacto por México.

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