Colombia: El coronel sí tiene quien le escriba – por Óscar Alberto Díaz García

Mientras en Cuba  los jefes de la subversión armada de Colombia negocian con éxito su futuro político, pues para Santos todo es un negocio, en nuestra patria los defensores de la soberanía y garantes de la libertad, tratan por todos los medios legales de salir de las cárceles.

 
Ahí los tiene el  Estado. Como ejemplo  de esta gran verdad pongo el caso de Alfonso Plazas Vega, coronel del Ejército que lleva más de cinco años preso por haber evitado, cumpliendo órdenes de la cúpula militar, y de hecho del  comandante en jefe de las fuerzas armadas,  el presidente, que los guerrilleros pagados por la mafia hubiesen culminado con éxito la pretensión de dar un golpe de estado. El caso de este oficial  ha merecido la atención de los medios en todas partes, y para fortuna de la  verdad estamos ad portas de tener humo blanco; vale decir, su libertad incondicional, para beneplácito del país amigo de la democracia.
Es oportuno citar  que ciertos medios escritos de carácter nacional  poco afectos al estamento militar, a veces recapacitan  al otorgar espacio en sus páginas a los argumentos que convalidan la inocencia de un coronel cuyo delito fue defender la democracia; sin embargo, la presión de las mafias, que  en contubernio con la subversión y como venganza lo apresaron veinte años  después de ocurridos los hechos es tan fuerte, que por cada espacio a favor del  coronel, al día siguiente le dan cabida con gran despliegue a escritos repletos de calumnias, de autoría  de delincuentes que  habiendo sido indultados y perdonados, y para lograr esa amnistía reconocieron sus delitos y pidieron perdón, ahora  se olvidan de tales circunstancias para tratar de reescribir la historia desde su propia óptica falaz.
La esposa del coronel Plazas Vega le envió al director del diario El Tiempo,  una carta mediante la cual  manifiesta su inconformidad  con el artículo de Rafael Vergara; transcribo apartes de esa misiva: “Es irónico que los causantes de las muertes y quienes atentaron contra el Palacio de Justicia en 1985 ahora tengan el insólito privilegio de escribir en El Tiempo, mientras quienes defendieron la nación están presos y vilipendiados por los mismos asaltantes.
Eso es lo que me lleva a escribir esta carta. Veo con mucha preocupación el despliegue dado a un terrorista indultado. Recordemos que Rafael Vergara Navarro, al igual que el  resto de miembros del M-19 que fueron amnistiados e indultados, tuvo que confesar sus crímenes, lo que ahora no hace en su artículo.
Por el contrario, califica su movimiento como “bolivariano, nacionalista y democrático”, justificando la atroz acción cometida. De nada ha servido haberle pedido perdón a la sociedad comprometiéndose a no delinquir más, pues la sola diferencia es el cambio de armas. Ahora empuña la mentira y la calumnia y sigue irrespetando a Colombia de manera flagrante con su artículo”.
La opinión pública sabe que la Corte suprema  aceptó el recurso de casación elevado por la defensa, y por la misma procuraduría general de la nación; Plazas dice con razón en reciente entrevista que ni tan siquiera el tribunal que lo condenó ha probado que hubo desaparecidos.
Es una realidad que el coronel Plazas Vega si tiene quien le escriba con voces de agradecimiento,  apoyo y aliento,  y tiene quien defienda su causa: justicia y libertad.