La resolución
sobre el caso Gordillo no debe ensalzar al actual Gobierno como lo han
hecho los incondicionales de los medios, ni tampoco satanizar al otro
Gobierno no priista. Si bien entre ellos hubo complicidades, también el
nuevo PRI que no es otra cosa que el viejo PRI, le consintió a la
maestra, lo que la maestra quiso.
Esto lo escribo como consecuencia de la conclusión a la que llegó ese
partido al término de su Asamblea reciente, en la cual declararon que
habían roto los candados. Más bien son sus soportes para haber
subsistido como defensor de algunas causas, porque tratándose de
candados, sólo ha tenido uno: obedecer la voz que llega desde Los Pinos.
Si bien, durante los dos sexenios anteriores ni hubo candado ni llave
para abrirlo, sí hubo guardianes de esos criterios como fueron los
Beltrones, los Gamboa, los Labastidas, los Roque y otros más que
aguantaron y se erigieron como figuras pilares del priismo y hoy
disfrutan los méritos de su esfuerzo y son parte de los grupos que
disponen lo que hay que hacer en el partido. El pueblo y su pobreza, sus
anquilosadas tesis revolucionarias eran los argumentos que esgrimían
para detener los embates priistas, los cuales a decir verdad, carecieron
de fuerza política y sustento patriótico.
Eran ellos la fuerza que mantenía al partido, la que le vendían a su
militancia, la que compraba a la nueva generación de políticos en
formación que alcanzaban cargos de elección.
Cualquier intento por aplicar impuestos a alimentos y medicinas, hacia
que los priistas en las cámaras y fuera de ellas, se rasgaran las
vestiduras y aseguraran que eso equivalía a la traición a la Patria.
Cualquier intento de algún ciudadano de lanzarse de manera
independiente, sin las siglas de un partido, era fustigado con encono
por los políticos priistas del momento. ¿Cómo un ciudadano cualquiera
podría pretender contender por un cargo si no contaba con militancia?
Era la consigna en forma de pregunta que paseaban por seccionales y
aleccionaban a sus militantes a no apoyar ese avance en materia
democrática.
Un tercer candado que dijeron eliminaron fue abrir Pemex al capital
particular para que en forma de socio, se integre a la industria
petrolera nacional, la que por razones de estrategia, habían dicho
algunos priistas políticos todavía en el poder, nunca permitirían que
sucediera. Hoy Inge., todo lo derrumbaron en un afán de hacernos creer
en una modernidad obsoleta.
En aquella reforma que propuso el anterior Presidente, se contemplaba un
acceso de capital mexicano a la inversión en Pemex. Criterio que en las
cámaras, las bancadas priistas desecharon con argumentos de ser
propuesta contra revolucionaria. Hoy, bajo otro cristal, miran el
retraso que le han hecho al progreso nacional y buscan remediar
cambiando su estructura filosófica. Bueno fuera que también dejaran
atrás lo revolucionario de su nombre y los vestigios de corrupción que
alimentan continuamente.
Ahora que hace tres meses han regresado a ejercer el poder, muestran su
mismo rostro cenizo por el tiempo. La forma en que desarrollaron su
asamblea fue la misma que aquella en la que Colosio expresó aquel
discurso que para muchos fue su epitafio adelantado... Veo un México.
Sobre su vestimenta raída por los usos en el tiempo, se colocan un
chaleco para darnos una idea de modernidad y de actualidad práctica.
Apoyarán la aplicación del IVA a alimentos y medicinas, que antes
furiosamente fustigaban. Y es posible que incrementen el porcentaje. Y
también aceptan candidaturas independientes. Es el nuevo PRI, es el
mismo PRI. Y todavía los comunicadores alineados se atreven a expresar
que son los nuevos tiempos que ese instituto político vive.
Y ante lo evidente y lo visible, el Presidente exclama lo que exclamaron
todos, incluidos los panistas, el único interés que defenderé, será el
interés del pueblo de México. Y mientras ellos dicen eso, los vetustos
líderes aplauden, los sempiternos líderes sindicales se ríen. Saben que
mientras sean sumisos y no les alcance la arrogancia más allá de los
límites que el sistema establece, nunca tendrán contra si la rejilla de
prácticas, ni serán objeto de trabajo de ningún juez penal.
Así que el ciudadano común tiene que prepararse para pagarle más al
Gobierno porque lo gobierne y lo dirija. Lo que demuestra que este como
aquellos gobiernos, no tiene un plan para lograr mejores condiciones de
posición económica que no sea por la vía impositiva. De la Madrid, aquel
Presidente de la renovación moral, trajo a los anales políticos la
frase de que, había que hacer más con menos, la cual en la propia
doctrina de administración se vuelve un axioma imposible en cualquier
tiempo y bajo cualquier circunstancia.
Por tanto, cuando el priismo dice que se han quitado los candados, hay
que interpretar que en la próxima reforma fiscal, el IVA será
generalizado, el petróleo y la empresa que por ley lo produce y
administra podrá contar con socios particulares, y ciudadanos sin
militancia serán cobijados para que alcancen ciertos puestos de
elección.
Así se tejieron las cosas en esa asamblea. Ninguno que reclame los
atrasos, ninguno que le señale el error sobre el caso Cassez, ninguno
que pregunte los cómos para hacer las cosas que dicen que harán, ninguno
que reclame algo sobre las decisiones que se perciben tan a la carrera,
tan sin sustento.
Y nadie que les diga que las reservas empezaron a bajar, sin haber causa
aparente que lo justifique. Ya no están en las cantidades en que las
recibieron. Parece que lo que se dice y se hace no tendrá impacto. Habrá
que esperar sus efectos... cuidado, el vecino del norte acecha y está
enfermo. |
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