El mismo
domingo del festejo de Enrique Peña Nieto por los primeros 100 días de
su Gobierno, en Palacio Nacional, un comando irrumpió en una fiesta de
15 años, en Monterrey, Nuevo León, para asesinar con granadas a un niño
de 5 años y a un joven de 20, y más tarde, en Reynosa, Tamaulipas, la
población quedó atrapada en balaceras, "narcobloqueos" y granadazos de
los grupos criminales.
La mañana del mismo domingo 10, cuando Peña hacía su fiesta que
custodiaron centenares de soldados y policías, en la misma ciudad
fronteriza de Tamaulipas grupos de civiles armados robaron numerosos
vehículos de seis agencias de automóviles, mientras que en el penal de
Nuevo Laredo eran asesinados cuatro internos.
La tarde del sábado 9, en víspera del "mini-informe" de Peña, ante la
zalamería mediática, la incesante violencia tocó a un miembro de la
élite priista de Jalisco: Fue ejecutado el Secretario de Turismo, José
de Jesús Álvarez Gallegos, un empresario constructor con relaciones
peligrosas semejantes a las del Gobernador Aristóteles Sandoval y el
Secretario de Gobierno, Arturo Zamora.
El Gobierno federal priista reconoce que, de diciembre a febrero, han
ocurrido unos 3 mil 157 homicidios dolosos, entre ellos 55 policías y
siete personas inocentes, mientras que se registraron 106 heridos en
enfrentamientos entre grupos criminales. Es decir, ha habido 35 muertos
diarios en lo que va del sexenio.
De estas cifras de inseguridad y violencia -y de las extorsiones,
secuestros, violaciones y robos-, Peña no dijo ni una palabra en su
festejo y, quien sí lo hizo, y sólo a pregunta expresa, fue el
procurador Jesús Murillo Karam, quien advirtió que el Gobierno no dará
resultados rápidos.
"No va a ser ni tan fácil ni tan pronto. (...) Decir que mañana lo
resolveremos sería simplemente demagogia y yo no hago demagogia. Sí va a
faltar tiempo. Ojalá fuera en un año".
En seguridad, está claro, Peña no cumple.
Pero Peña no cumple tampoco en otros aspectos clave que ofreció en
campaña, como la transparencia que, empezando por la suya, no existe:
Los mexicanos no sabemos cuál es su patrimonio real porque en su
declaración patrimonial no dice la verdad.
Dice tener cuatro casas, un departamento y cuatro terrenos, pero no dice
cuánto valen y dónde se ubican. Peor aún, dos casas y dos terrenos le
fueron donados. ¿Por quién? No dice y por eso se da lugar a la sospecha y
a la especulación: Los compró con dinero sucio o se los regalaron
delincuentes a cambio de impunidad.
De los cuatro terrenos que le fueron regalados, uno mide 58 mil 657
metros cuadrados, otro 24 mil metros, uno más 2 mil 547 y el último mil.
El más grande le fue donado, dice él, el 8 de diciembre de 2011, y una
de sus casas, la de 338 metros cuadrados, también le fue donada en la
misma fecha.
También en la misma fecha, una semana antes de ser investido candidato
presidencial, le fueron donadas obras de arte, relojes y joyas, con una
cantidad que tampoco precisa, lo mismo que sus cuentas e inversiones.
Esta opacidad anuncia una sola cosa: Que podrá robar lo que quiera,
porque desde ahora tiene la coartada de que esas propiedades valen mucho
dinero.
Peña no cumple tampoco en el combate a la corrupción, porque el
encarcelamiento de Elba Esther Gordillo ha sido sólo un ajuste de
cuentas faccioso que no saneará la podredumbre del sindicato magisterial
–que ya tiene gerente- y tampoco habrá acción penal contra otros
personajes que claramente han cometido delitos.
Peña menos aún cumple con políticas públicas a favor de los más pobres,
no sólo porque la Cruzada contra el hambre no incluye a municipios cuya
población mayoritaria padece pobreza extrema, sino porque se perfila
aplicar el IVA a alimentos y medicinas, que afectarán a la población con
menores ingresos.
Peña no cumple a cabalidad con su compromiso de darles pensión a los
mayores de 65 años de edad: Sólo dará 525 pesos al mes, cuando en el
Distrito Federal es de casi el doble, 971 pesos.
Peña no cumple además con su promesa de no privatizar los recursos
petroleros, porque de otra manera no se hubiera eliminado del Programa
de Acción del PRI el artículo 302: "De manera complementaria, rechazamos
cualquier procedimiento que pretenda de manera subrepticia ceder la
planeación y operación de las actividades propias de Pemex, el control
de su mercado y el usufructo de la renta petrolera".
Y cuál austeridad: Además del avión Boeing 787 Dreamliner, que costará 6
mil 308 millones de pesos, Peña dispuso la compra de seis helicópteros
para su transporte y el de su Gabinete con un costo de mil 147 millones
de pesos...
¿Y no cumple Peña con la iniciativa de reforma constitucional en
telecomunicaciones, que supuestamente eliminará el duopolio en la
televisión con dos nuevas cadenas privadas y una pública, con lo que se
"democratizará" a los medios audiovisuales? No, aún no...
Apuntes
No fue un intento de robo ni una confusión. El Secretario de Turismo de
Jalisco, José de Jesús Álvarez Gallegos, fue ejecutado porque esa había
sido la orden. El Gobierno estatal, que tiene sólo lo que va del mes, de
inmediato aseguró que no fue un asesinato del crimen organizado, porque
los homicidas usaron pistolas .9 milímetros y no "cuernos de chivo". En
realidad, el nombramiento generó suspicacias y se sabía que era un
empresario muy endeudado y con relaciones peligrosas, como las del
propio Gobernador: Un ejemplo es la contratación que hizo como Alcalde
de Guadalajara de dos empresas de Álvaro García de Quevedo González,
preso en Estados Unidos por lavado de dinero, y otro es el
narcotraficante Ignacio Loya Alatorre, asesinado en 2007, de quien tuvo
que reconocer que fue su amigo...
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