CIRO GÓMEZ LEYVA
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No creo en tanta felicidad
Hay algo que no cuadra en la bienvenida unánime a la iniciativa de
reforma de telecomunicaciones, presentada el lunes. Me cuesta comprender
tanto júbilo a la primera de cambios, tanto cheque al portador.Por
ejemplo, me dijo ayer la diputada del PRD, Purificación Carpinteyro, que
harán todo por aprobarla sin tocarle una coma. ¡Purificación, una de
las más duras críticas del "duopolio" televisivo y el "imperio" de
Carlos Slim!
¿En verdad Telmex, Telcel, América Móvil, celebraron con champaña la "apertura de una nueva etapa en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión en México, centrada en mayores inversiones e innovación tecnológica"?
¿Y Televisa, la Cámara de la Radio y la Televisión, la Canitec, sacaron también las mejores botellas?
¿Y esos personajes que vivieron, o medraron, con sus "democráticos" ataques a Televisa, sinónimo de los todos los males en el país? ¿Qué van a hacer ahora con sus "hallazgos", fantasías, mentiras? ¿Apagarán la luz cuando entre en vigor la ley?
¿Por qué la euforia antes de conocer quiénes van a integrar el Ifetel? ¿O con qué reglas se dirimirá la preponderancia de ciertos medios? ¿O cómo van a convivir los neo-concesionarios subsidiados por el gobierno con los veteranos concesionarios a secas? ¿O qué van a decir los propietarios de la tercera y cuarta cadena de televisión cuando se den cuenta de que ganar un punto de rating demanda algo más que quejas y lloriqueos? ¿O qué lleva a descartar, realmente, que esta "reforma histórica, inevitable", más que fomentar la competencia, multiplique la basura, Otto Granados dixit?
Bienvenido el acuerdo. De ahí a la euforia unánime, no sé. No creo en tanta felicidad.
¿En verdad Telmex, Telcel, América Móvil, celebraron con champaña la "apertura de una nueva etapa en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión en México, centrada en mayores inversiones e innovación tecnológica"?
¿Y Televisa, la Cámara de la Radio y la Televisión, la Canitec, sacaron también las mejores botellas?
¿Y esos personajes que vivieron, o medraron, con sus "democráticos" ataques a Televisa, sinónimo de los todos los males en el país? ¿Qué van a hacer ahora con sus "hallazgos", fantasías, mentiras? ¿Apagarán la luz cuando entre en vigor la ley?
¿Por qué la euforia antes de conocer quiénes van a integrar el Ifetel? ¿O con qué reglas se dirimirá la preponderancia de ciertos medios? ¿O cómo van a convivir los neo-concesionarios subsidiados por el gobierno con los veteranos concesionarios a secas? ¿O qué van a decir los propietarios de la tercera y cuarta cadena de televisión cuando se den cuenta de que ganar un punto de rating demanda algo más que quejas y lloriqueos? ¿O qué lleva a descartar, realmente, que esta "reforma histórica, inevitable", más que fomentar la competencia, multiplique la basura, Otto Granados dixit?
Bienvenido el acuerdo. De ahí a la euforia unánime, no sé. No creo en tanta felicidad.
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