Martín Moreno
Peña Nieto aniquiló la sana
distancia zedillista con el PRI y recuperó el control absoluto del
partido en la forma, en el fondo y en los estatutos. De vuelta,
literalmente, al partido de Estado, el priato no entra en una nueva fase
político-histórica. Simplemente da vuelta a las manecillas del reloj y
regresa a la vieja mancuerna Presidente-partido. Al sistema
presidencialista.
¿Es Enrique Peña Nieto el jefe absoluto del PRI? Sí. ¿Es el PRI, de nuevo, el partido de Estado que depende de la decisión y voluntad presidencial? También. ¿Estamos ante la restauración del régimen presidencialista? Por supuesto.
En esta columna lo hemos dicho de manera insistente: los priistas no fueron diseñados para la democracia…pero sí para el presidencialismo puro. El ungimiento de Peña Nieto como primer priista del país —tanto en la praxis como en lo simbólico— confirma lo que el priismo anhelaba y soñaba: el retorno del sistema presidencialista a sus filas, pensamiento y proceder.
Más allá del discurso, el PRI hace cambios que confirman el sistema presidencialista:
1) Los priistas volvieron a incluir al Presidente de la República en el Consejo Político Nacional (CPN) y, con ello, a la Comisión Política Permanente (CPP), responsables del funcionamiento interno partidista y facultados para aprobar a candidatos a puestos de elección popular. Es decir: el Presidente recupera la atribución de “palomear” o rechazar a postulados.
2) La CPP se reduce de 200 a 47 integrantes y será presidida por Peña, integrada además por gobernadores y líderes estatales.
3) Los cambios que realizó el PRI a sus documentos básicos y que eliminan los “candados” para discutir temas como aplicar el IVA a alimentos y a medicinas, así como permitir participación de inversión privada en refinación, petroquímica y transporte de Pemex, fueron disposiciones emanadas del poder presidencial, mas no de las bases partidistas. Sin presidente priista de 2000 a 2012, el priato se mantuvo inamovible en estos rubros.
4) El discurso: de 1995, cuando Ernesto Zedillo, durante el Aniversario 66 del PRI, proclamó públicamente que su gobierno mantendría una “sana distancia” con el partido, a 2013 en la XXI Asamblea Nacional, cuando el priismo reinstauró a su jefe máximo al frente del partido mediante la proclama: “Se propone al pleno que se incorpore (a los órganos de dirección del PRI) al Presidente de la República de afiliación priista, como muestra de su compromiso ideológico con el PRI. Traducción: jaque mate a la sana distancia zedillista.
El sistema presidencialista ha vuelto. Si los priistas así lo quisieron, están en su derecho y facultades. Sin embargo, sería nocivo para nuestra pálida democracia que quienes deben ser contrapesos de ese mismo sistema —partidos opositores, Suprema Corte de Justicia, jueces, gobernadores de oposición, IFE, IFAI, medios de comunicación— se volvieran apéndices por ordenanza oficialista o por decisión propia, del presidencialismo reinstaurado. Significaría, nada menos, que el tiro de gracia a la demacrada democracia mexicana.
La discusión del IVA a alimentos y medicinas, así como la apertura de Pemex, serán batallas dentro del resucitado sistema presidencialista. Pero esos son otros temas de los cuales nos ocuparemos en su momento.
Por lo pronto, regresó el presidencialismo.
ARCHIVOS CONFIDENCIALES
POBRE PAN. Y si en el PRI están de fiesta, en Acción Nacional el derrumbe es dramático y lamentable: tras el discurso pesimista —aunque realista— de Gustavo Madero de que el partido “se desdibujó”, integrantes del Consejo Político panista reventaron el sábado pasado la sesión en la que se esperaba la aprobación de la reforma estatutaria. Sin líderes consolidados a la vista, carente de una oferta política atractiva y con la estocada de la detención de Elba Esther Gordillo —amiga de Fox, aliada de Calderón—, el PAN necesita de nuevos y urgentes liderazgos, sin olores ni a foxismo ni a calderonismo. ¿Nombres? Gabriela Cuevas y… ¿quién más se apunta para salvar al PAN?
CASO ELBA. Al filo de las 23:00 horas de ayer se esperaba que a Elba Esther Gordillo se le declarara formalmente presa por parte del juez Alejandro Caballero, mientras el abogado de Gordillo, José Rigoberto González, declaraba que no había elementos jurídicos para mantenerla en prisión. Será un juicio, seguramente, largo y desgastante.
EDOMEX VIOLENTO. Fin de semana de sangre en Ixtapaluca, Chicoloapan, Los Reyes La Paz y Ciudad Nezahualcóyotl: 12 ejecutados. La estrategia de seguridad local nada más no aparece, y es paralela a la retórica oficialista. Y no: con tuits triunfalistas no se gobierna
¿Es Enrique Peña Nieto el jefe absoluto del PRI? Sí. ¿Es el PRI, de nuevo, el partido de Estado que depende de la decisión y voluntad presidencial? También. ¿Estamos ante la restauración del régimen presidencialista? Por supuesto.
En esta columna lo hemos dicho de manera insistente: los priistas no fueron diseñados para la democracia…pero sí para el presidencialismo puro. El ungimiento de Peña Nieto como primer priista del país —tanto en la praxis como en lo simbólico— confirma lo que el priismo anhelaba y soñaba: el retorno del sistema presidencialista a sus filas, pensamiento y proceder.
Más allá del discurso, el PRI hace cambios que confirman el sistema presidencialista:
1) Los priistas volvieron a incluir al Presidente de la República en el Consejo Político Nacional (CPN) y, con ello, a la Comisión Política Permanente (CPP), responsables del funcionamiento interno partidista y facultados para aprobar a candidatos a puestos de elección popular. Es decir: el Presidente recupera la atribución de “palomear” o rechazar a postulados.
2) La CPP se reduce de 200 a 47 integrantes y será presidida por Peña, integrada además por gobernadores y líderes estatales.
3) Los cambios que realizó el PRI a sus documentos básicos y que eliminan los “candados” para discutir temas como aplicar el IVA a alimentos y a medicinas, así como permitir participación de inversión privada en refinación, petroquímica y transporte de Pemex, fueron disposiciones emanadas del poder presidencial, mas no de las bases partidistas. Sin presidente priista de 2000 a 2012, el priato se mantuvo inamovible en estos rubros.
4) El discurso: de 1995, cuando Ernesto Zedillo, durante el Aniversario 66 del PRI, proclamó públicamente que su gobierno mantendría una “sana distancia” con el partido, a 2013 en la XXI Asamblea Nacional, cuando el priismo reinstauró a su jefe máximo al frente del partido mediante la proclama: “Se propone al pleno que se incorpore (a los órganos de dirección del PRI) al Presidente de la República de afiliación priista, como muestra de su compromiso ideológico con el PRI. Traducción: jaque mate a la sana distancia zedillista.
El sistema presidencialista ha vuelto. Si los priistas así lo quisieron, están en su derecho y facultades. Sin embargo, sería nocivo para nuestra pálida democracia que quienes deben ser contrapesos de ese mismo sistema —partidos opositores, Suprema Corte de Justicia, jueces, gobernadores de oposición, IFE, IFAI, medios de comunicación— se volvieran apéndices por ordenanza oficialista o por decisión propia, del presidencialismo reinstaurado. Significaría, nada menos, que el tiro de gracia a la demacrada democracia mexicana.
La discusión del IVA a alimentos y medicinas, así como la apertura de Pemex, serán batallas dentro del resucitado sistema presidencialista. Pero esos son otros temas de los cuales nos ocuparemos en su momento.
Por lo pronto, regresó el presidencialismo.
ARCHIVOS CONFIDENCIALES
POBRE PAN. Y si en el PRI están de fiesta, en Acción Nacional el derrumbe es dramático y lamentable: tras el discurso pesimista —aunque realista— de Gustavo Madero de que el partido “se desdibujó”, integrantes del Consejo Político panista reventaron el sábado pasado la sesión en la que se esperaba la aprobación de la reforma estatutaria. Sin líderes consolidados a la vista, carente de una oferta política atractiva y con la estocada de la detención de Elba Esther Gordillo —amiga de Fox, aliada de Calderón—, el PAN necesita de nuevos y urgentes liderazgos, sin olores ni a foxismo ni a calderonismo. ¿Nombres? Gabriela Cuevas y… ¿quién más se apunta para salvar al PAN?
CASO ELBA. Al filo de las 23:00 horas de ayer se esperaba que a Elba Esther Gordillo se le declarara formalmente presa por parte del juez Alejandro Caballero, mientras el abogado de Gordillo, José Rigoberto González, declaraba que no había elementos jurídicos para mantenerla en prisión. Será un juicio, seguramente, largo y desgastante.
EDOMEX VIOLENTO. Fin de semana de sangre en Ixtapaluca, Chicoloapan, Los Reyes La Paz y Ciudad Nezahualcóyotl: 12 ejecutados. La estrategia de seguridad local nada más no aparece, y es paralela a la retórica oficialista. Y no: con tuits triunfalistas no se gobierna
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