Quien quiera responder la pregunta, ¿Quién es Ludwig von Mises? se enfrenta con una tarea formidable y excitante. ¿Por dónde empezar? Acción Humana,
que tiene cerca de 900 páginas, no es algo para lo que todos tenemos el
tiempo y la inclinación, más allá de lo interesante que pueda ser.
Socialismo, un libro extremadamente importante, representa un aspecto
relativamente estrecho del trabajo de Mises. Sus libros yartículos más
cortos, siempre inspiradores, no dan al novato la sensación de la
profunda inspiración de sus logros.
Por eso me encantó enterarme de que Israel Kirzner había escrito un libro corto, y sin embargo sustancial, sobre la economía de Mises.
No hay nadie mejor calificado para este trabajo. Kirzner realizó su
Ph.D. con Mises en la Universidad de Nueva York y ha pasado los
siguientes años elaborando y extendiendo el trabajo de Mises sobre
competencia y entrepreneurship. Los escritos de Kirzner comprenden
algunas de las más importantes contribuciones que se han hecho a la
economía (no sólo economía austriaca) en la segunda mitad del siglo XX.
Hasta su reciente jubilación, era decano de Economía Austriaca.
El libro es una joya, e indudablemente lo recomiendo a todo aquel que
quiera entender la economía misesiana. La profunda admiración de
Kirzner hacia Mises, el hombre y el economista, aparece en cada página.
Pero este no es un aprendiz sin críticas. Si bien Kirzner claramente
comparte las posturas de Mises sobre la naturaleza y sustancia de la
ciencia económica, está dispuesto a indicar dónde se puede entender y
hasta justificar el desacuerdo.
Antes de discutir las posturas de Mises sobre la
naturaleza de la economía, el funcionamiento del proceso de mercado,
teoría monetaria, el ciclo económico, y tiempo e interés, Kirzner
comienza con un excelente perfil biográfico breve. Mises tuvo una vida
interesante. Nacido en 1881 en el imperio austrohúngaro, Mises data su
transformación en economista a su lectur a de Principios de Economía de
Carl Menger. Estudio bajo el maestro economista austriaco Eugen Böhm-Bawerk
en Viena durante un tiempo de gran fermento intelectual en varias
disciplinas. Mises hizo su primera marca en 1912 con su libro La teoría
del dinero y el crédito. Luego de la Primera Guerra Mundial, desengañó a
muchos jóvenes pensadores (inclusive a Friedrich A. Hayek) de ideas
socialistas con su poderosa tesis de que el planeamiento central de la
economía debe hundirse porque, sin mercados y propiedad privada, el
planificador es incapaz de hacer cálculos racionales. A medida que la
amenaza nazi ganaba terreno, Mises, que era judío, se fue a Suiza y
luego a los Estados Unidos.
Kirzner captura el drama de los triunfos de Mises y la desilusión de
su nueva vida en Estados Unidos, donde sus colegas profesionales, con
pocas excepciones, no supieron apreciar quién había llegado a sus costas
(Entre las excepciones, por supuesto, estaban Henry Hazlitt y, más tarde, el fundador de The Foundation for Economic Educ ation, Leonard Read).
Un aspecto valioso del libro de Kirzner es la posición que le otorga a
Mises en el desarrollo del pensamiento económico. Kirzner enfatiza que
la economía de Mises se distinguió más de la neoclásica con el paso del
tiempo. “Los primeros trabajos de Mises como economista teórico fueron
contribuciones a la línea central de la economía neoclásica tal como se
la entendía y practicaba en ese momento, tanto en ambos continentes como
en el Reino Unido…Pero durante las últimas décadas de la carrera de
Mises, su trabajo se separó bastante del mainstream económico, no sólo
en sustancia y metodología, sino también en términos de sus implicancias
políticas”. Las diferencias en el pensamiento de Mises se hicieron
mucho más claras durante el debate del cálculo socialista. A medida que
luchaba por demostrar el rol central de los precios, del
entrepreneurship, y del descubrimiento en un contexto competitivo,
apreció más profundamente el dinamismo del proceso de mercado que
distingue a la tradición austriaca de la visión neoclásica. Mientras la
economía neoclásica se fue hundiendo más en el camino del formalismo
matemático, Mises continuó poniendo las ideas subjetivistas de Menger y
Böhm-Bawerk en sus conclusiones lógicas.
Me gustó especialmente la resolución de Kirzner a la paradoja
aparente del compromiso de Mises con la ciencia económica libre de valor
(Werfreiheit) y su defensa apasionada a la libertad individual y al capitalismo. No contaré los detalles del excelente planteo de Kirzner.
Ya sea que uno esté familiarizado con Mises o no, cualquier interesado en la economía o en la libertad individual
disfrutará este libro. Es la historia de un gran hombre. Tal como lo
escribe Kirzner: “es un tributo a su integridad intelectual que
Mises…nunca iba a salir de lo que estaba convencido que era la verdad,
sin importar cuán poco popular fuera esa verdad en áreas públicas y
profesionales…En términos de vigor y pasión con las cuales atacó las
alternativas socialistas e intervencionistas por un capitalismo
laissez-faire, Ludwig von Mises fue el economista más importante del
siglo XX.”
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