14 marzo, 2013

Sobre Venezuela

Hispanoamérica

La muerte del comandante Chávez aboca al pueblo venezolano a una situación que, forzosamente, va a ser nueva. Durante el chavismo, Venezuela ha prestado a Cuba ayudas muy importantes Cuba, con objeto de conseguir una especie de respaldo en la lucha contra las fuerzas imperialistas –léase Estados Unidos–. La Venezuela boliviariana también ha tenido estrechas relaciones con el Ecuador de Rafael Correa, la Bolivia de Evo Morales y la Argentina de los Kirchner. De algún modo se corrió la voz de que la política antiimperialista procuraba ventajas claras al conjunto de Iberoamérica.


Conviene ofrecer los datos exactos más completos posibles relacionados con Venezuela. Existe una base científicamente importante: el Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2012, elaborado para la Cepal por Juan Alberto Fuentes y Jürgen Séller. Los datos de Venezuela han corrido a cargo de Rodrigo Cárcamo.
Venezuela se prevé que crezca este año un 2, por debajo de países como El Salvador (3’9%), Cuba (3’5%), Ecuador (3’5%) y Bolivia (5%). Se procuró mejorar con fuerza la política social, por ejemplo con ampliaciones de derechos asociados a la lactancia.
El punto de apoyo esencial para Venezuela se encuentra en las oscilaciones positivas que surjan en el precio del petróleo.
Pero existen frenos de otro tipo. El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional daba a Venezuela en 2012 un 19, en un índice donde 0 indica la corrupción absoluta y 100 la plena limpieza. El nivel de Venezuela es análogo al de Burundi, Chad y Haití. De los 174 países estudiados, quedó clasificado en la 165ª posición.
Como es natural, la facilidad de hacer negocios en Venezuela es muy reducida. En el Doing Business 2010 del Banco Mundial, Venezuela ocupaba el puesto 177, también entre Burundi y Chad.
Todo esto va acompañado de una inflación muy alta. El pasado enero alcanzó el 22’2%. Caracas estaba obligada a devaluar la moneda. Como se señala en el artículo "Hugo Chávez’s rotten legacy", aparecido en The Economist el pasado día 9, Venezuela se vio obligada en febrero a devaluar su moneda nada menos que un 32%, a causa de su gran déficit fiscal, del 8’5% del PIB en 2012. El resultado, a pesar de esto, es una muy pobre exportación. Entre septiembre de 2011 y septiembre de 2012 la variación absoluta del valor de las ventas a la UE y a China fue del 0%; y del 0,1% a EEUU y China. Naturalmente, eso significó un deterioro en la relación real de intercambio –los precios de los artículos exportados en relación con los importados–. Y todo esto a pesar de las posibilidades petrolíferas del país.
Esa herencia del chavismo va a ser muy difícil de superar. No va a ser posible que su política populista se mantenga durante mucho tiempo. Llegará un momento en el que los venezolanos comprendan, por lo menos en un amplio porcentaje, que las cosas no pueden seguir por el camino que Chávez había emprendido. Bolívar también aceptó una crisis económica a cambio de la independencia. Pero eran otros tiempos, y las masas actuales no aceptan, normalmente, lo que sí asumían las clases medias de inicios del siglo XIX

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