Argentina: Populismo asesino
Por Roberto Cachanosky
Cristina
Fernández de Kirchner suele florearse en sus discursos en cadena anunciando
nuevos planes “sociales”, la construcción de viviendas, plan conectividad,
milanesas para todos, merluza para todos, obras de infraestructura, televisión
estatal satelital y demás “logros” del gobierno nacional. Basta con ver algún
partido de Fútbol para Todos para soportar un tsunami de propaganda oficialista
de obras públicas en todo en el país y de los “beneficios” que supuestamente
nos da el gobierno nacional.
Sabemos
que el federalismo fiscal ha desaparecido de la Argentina. Municipios y
gobiernos provinciales tienen que mendigar recursos a un gobierno central que
reparte de acuerdo a sus conveniencias políticas. Usan la caja como el apriete
para disciplinar a gobernadores e intendentes, todos tienen que disciplinarse
al modelo, para utilizar las palabras de Diana Conti.
Mientras
tanto, quienes trabajamos y aportamos impuestos nos vemos sometidos a una
verdadera expoliación impositiva, tanto a nivel nacional, provincial como
municipal.
Tomando
los datos de la recaudación nacional, que luego coparticipa en un 25% a las
provincias, podemos ver que en 2003 se recaudaron $ 72.275 millones y en 2013
los ingresos impositivos habían subido a $ 679.799 millones. Es decir, le
entregamos al Estado Nacional casi 10 veces más, parte de nuestros ingresos en
forma de impuestos, sin considerar el impuesto inflacionario. Como si esto
fuera poco, el gobierno nacional estableció un cepo cambiario para poder cobrar
más impuesto inflacionario.
Ante
semejante saqueo impositivo al que estamos siendo sometidos los argentinos,
podemos preguntar: ¿qué es más importante, financiar Fútbol para Todos u obras
de infraestructura que eviten la desgracia del fin de semana? ¿Qué es más
importante, financiar la televisión satelital estatal o el buen funcionamiento
de los trenes para que no se produzcan tragedias como la de Once?, y el listado
sigue.
Sin
duda aquí se ha privilegiado el populismo barato de corto plazo para construir
poder político en vez de mantener y mejorar la infraestructura del país en
rutas, evitar inundaciones, tragedias de trenes y descalabro energético.
La
triste realidad es que el gobierno nacional ha optado por saquearnos
impositivamente para hacer pan y circo, a costa no ya de la eficiencia
económica, sino a costa de la misma vida de la gente.
Tragedias
como la de Once o los muertos que hubo el fin de semana, no deberían haber
ocurrido o tendrían que haberse reducido a un mínimo, si en vez de destinar los
recursos al populismo de cargos públicos, falsos planes sociales, el circo del
fútbol y otros delirios populistas, si hubieran dedicado a la infraestructura
del país.
Gobernadores
e intendentes tendrán sus responsabilidades en la administración de sus
respectivas jurisdicciones, pero lo que sí queda en claro es que el populismo
instaurado por el gobierno nacional ha privilegiado el beneficio político de
corto plazo por sobre la vida de la gente. Por eso, podemos afirmar que este
populismo ya no es no es solo de una ineficiencia económica inusitada, ahora
estamos en presencia de un populismo asesino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario