Cinco horas con Castro

Internacional

carmen muñozcmunozcamos / madrid

Poco después de que Maduro se reuniese con el dictador cubano, las autoridades electorales venezolanas se negaron a auditar todas las urnas como exige Capriles

afp

Fidel Castro y Nicolás Maduro hablan con simpatizantes, este sábado en La Habana

No es casualidad que poco después de la reunión entre Fidel Castro y Nicolás Maduro en La Habana, así como de la rúbrica de 51 nuevos proyectos entre Cuba y Venezuela, la autoridad electoral del país sudamericano anunciase que es «imposible» auditar todas las urnas de los comicios del pasado 14 de abril, como exige el ex candidato de la oposición Henrique Capriles. 

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, sostuvo a última hora del sábado durante una rueda de prensa ampliamente difundida que Capriles reclamó «revisiones impracticables», incluidas aquellas en las que se registraron irregularidades. Lucena anunció que el próximo martes se realizará un sorteo entre el 46 por ciento de las urnas que no se auditaron el 14 de abril, que serán revisadas entre el 6 de mayo y el 4 de junio.

«Cuba y Venezuela vamos a continuar trabajando juntos»

No es casualidad tampoco que el primer viaje oficial al extranjero del nuevo mandatario venezolano haya sido a La Habana para anunciar al mundo entero que «Cuba y Venezuela vamos a continuar trabajando juntos». Con su visita a La Habana, Maduro disipa los temores de la dictadura castrista sobre la continuidad de la vital ayuda que recibe de Caracas en la era postChávez, al mismo tiempo que se compromete a mantener la estrecha alianza forjada por su predecesor. Lo primero que hizo Nicolás Maduro al llegar a la isla fue reunirse durante cinco horas con Fidel Castro. Ambos dedicaron buena parte de ese tiempo a recordar al desaparecido Hugo Chávez y la alianza que éste selló con el retirado líder de la revolución cubana, según declaró el presidente venezolano a los medios, informa Efe. El ex líder sindical y conductor de autobuses pidió «no fallar» a los sueños de Chávez.

Con bastante retraso, dada la larga charla entre los dos aliados, Raúl Castro y Nicolás Maduro clausuraron luego la XIII Reunión Intergubernamental, que se desarrollaba en la capital cubana desde el viernes. Ambos gobernantes aprobaron la puesta en marcha de 51 nuevos proyectos en los dos países durante 2013, relacionados con la educación, salud, deporte, cultura, alimentación, construcción, transporte, comunicaciones, energía y para fortalecer sus misiones sociales. Acordaron además inversiones conjuntas por valor de dos mil millones de dólares en este ejercicio.

Al borde de la bancarrota

Con estos acuerdos dan continuidad al convenio marco de cooperación que Chávez y Castro firmaron en el año 2000, que convirtió a Venezuela en el principal aliado político y económico de una Cuba al borde de la bancarrota. Caracas garantiza la supervivencia del régimen castrista (1959) con el suministro de más de 100.000 barriles de petróleo diarios. La Habana abona parte de ese crudo con los servicios que prestan en Venezuela unos 44.000 médicos, técnicos sanitarios, de la educación, los deportes...

Por último, Maduro subrayaba que «más que alianza estratégica» entre ambos países existe una «hermandad», Raúl Castro reiteró su respaldo al nuevo presidente venezolano al destacar que el 14 de abril se logró «una decisiva victoria».