Pumas vs. vándalos

Francisco Garfias

Si no se hace nada, puede haber un enfrentamiento entre los estudiantes y los encapuchados. 

Menuda bronca la que se vive en la UNAM. Ya se amplió la denuncia que el doctor José Narro presentó en la PGR contra la veintena de encapuchados que a guamazos ocuparon la Torre de Rectoría, pero las autoridades tienen las manos amarradas.
La policía no puede entrar en CU y desalojarlos por las fuerza. Violaría la sagrada autonomía del recinto universitario y los vándalos pasarían a ser héroes
La encrucijada no es menor. Si no se hace nada, puede haber un enfrentamiento entre los estudiantes y los encapuchados que exigen se retiren las órdenes de aprehensión contra de los expulsados del CCH que golpearon brutalmente a trabajadores de esa escuela.
Los intercambios verbales entre alumnos y vándalos están a la orden del día. Los universitarios se acercan. Les piden que desalojen, se identifiquen, que les digan en qué CCH están, que den su número de cuenta.


Pero los mandan al diablo. El tono sube, las mentadas también. No ha habido golpes. Puede haberlos. “Es el gran riesgo”, nos dijo, preocupado, un funcionario de la Rectoría.
Narro Robles requiere del apoyo de autoridades, académicos, estudiantes y ciudadanos. Ayer salió a dar la cara. No habrá diálogo con los provocadores hasta que desalojen la torre, se identifiquen y expliquen sus demandas.
Los encapuchados “deberán responder frente a nuestra comunidad, frente a autoridades judiciales y, tristemente, también frente a la historia”.
Narro señaló que defenderá la UNAM con entereza, inteligencia y sin violencia.
■Los maderistas se indignaron, patalearon, descalificaron, cuando dimos cabida a las quejas de una parte de los diputados del PAN contra los acuerdos cupulares al amparo del Pacto por México. Nos llamaron “sesgados” y “poco serios”.
Y es que aquí dimos cuenta de que los inconformes no están contentos con la postura de Gustavo Madero frente al presidente Peña. Sienten que el PAN ha dado mucho a cambio de muy poco.
A la cúpula maderista le ofendió que habláramos del “contagio” en San Lázaro de la rebeldía de los senadores de Acción Nacional.
Ayer reventó el cántaro. El supuesto uso electorero de recursos de los programas sociales en Veracruz y la tibia respuesta del gobierno federal ante la denuncia del PAN obligó a Madero a tomar sus distancias del Pacto por México.
El jefe nacional dio a conocer un comunicado en el que anuncia que no asistirá a ningún evento del Pacto a partir de hoy.
Dice que la respuesta del gobierno federal a la denuncia del PAN sólo minimizó hechos contundentes “en donde existe evidencia y pruebas irrefutables”.
Luis Alberto Villarreal, coordinador de los diputados azules, fue más preciso. No sólo se inconformó con el espaldarazo del presidente Peña a Rosario Robles, sino que dijo que de nada sirve que la titular de la Sedesol haga a un lado a siete funcionarios “de cuarto nivel”.
“Hay una denuncia penal que exige responsabilidad penal; lo que se hizo, las acciones que se han llevado a cabo, no merecen solamente una sanción administrativa; son conductas delictivas que requieren otro tipo de penalidades”, puntualizó
Villarrreal fue más lejos. En forma contundente aseguró que el gobernador Duarte “tiene los días contados”.
El PAN pide que se separe a Robles del cargo y anuncia juicio político al gobernador Javier Duarte.
Pero en corto, panistas destacados consideran que el mandatario de Veracruz tiene que cesar a los titulares de Economía y Finanzas de su gobierno para que vuelva la calma en Acción Nacional.
■La mañana de ayer comentamos el tema con el diputado federal Max Cortázar. Coincidimos en que Gustavo Madero no tiene más remedio que endurecer su postura. La estupidez en Veracruz le puso fin a la armonía construida alrededor del Pacto por México.
La postura del jefe panista puede arrastrar al PRD.
Va un dato adicional. Veracruz tiene que solventar observaciones de la Auditoría Superior de la Federación por seis mil 225 millones de pesos en la Cuenta Pública de 2011. Ocupa el segundo lugar en este triste podio, sólo detrás del Estado de México, según la página de internet de la Auditoría Superior de la Federación.
■Ya que estamos. La revisión de la cuenta pública reveló que el SNTE mantuvo seis mil 400 maestros “comisionados” —o aviadores, para ser más precisos— durante 2011. ¡Imagínese el costo!
 El auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, dijo ante diputados de la Comisión de Vigilancia que durante la revisión al Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) se detectaron “observaciones” por 14 mil 830 millones de pesos.
“Las principales observaciones están relacionadas con el personal: pagos indebidos por distintos conceptos como son: trabajadores comisionados del sindicato; plazas no localizadas en los catálogos de puestos, compensaciones discrecionales, trabajadores con dos o más plazas sin disponer de la compatibilidad de empleos”, dijo.
A raíz de la fiscalización, puntualizó, se reintegraron al FAEB mil 467.4 millones de pesos —516 millones de “comisionados”— y se identificaron “recuperaciones probables” por 13 mil 383.1 millones de pesos. ¿Sabremos algún día cuánto de esas “recuperaciones probables” se solventó? ¿Y qué pasó con los que no solventaron? Son preguntas al auditor.