25 abril, 2013

¿Revolucionarios o vividores?

Leo Zuckermann
Más que querer derrocar al Estado con una Revolución, lo que quieren los maestros guerrerenses es seguir viviendo a expensas de ese Estado burgués que tanto los explota. 
¿Revolucionarios o vividores?
La rebelión de los maestros en Guerrero crece. Ayer vandalizaron oficinas públicas y del PAN, PRD y PRI en Chilpancingo. La pregunta es qué quieren estos maestros. ¿Por qué se están radicalizando?
Revisé el sitio de internet de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) para ver su postura. Se posicionan claramente como un grupo de izquierda radical. Quieren la Revolución. En la página, de entrada, se puede escuchar “La Internacional”, el himno revolucionario por excelencia. Otra canción disponible es “Al Partido Comunista”. No esconden los maestros de Guerrero su filiación ideológica: son orgullosamente marxistas.


Están en su derecho. Para muestra, véase lo que dice uno de sus boletines: “Las reformas estructurales las realiza el Estado mexicano con la finalidad de adecuar la economía, la política, la educación para entregar totalmente el país al imperialismo, especialmente el yanqui. Para lograr este objetivo, realiza los cambios en la superestructura, de manera que logre la alienación completa del pueblo, ayudándose de los diversos aparatos de control como las corporaciones mal llamadas sindicatos, los partidos políticos, las diversas iglesias y los medios de comunicación masiva, para impedir que las masas desposeídas logren un análisis objetivo de la realidad y por lo mismo no comprendan la necesidad de organizarse para defender las conquistas logradas que hoy la burguesía pretender cercenar y para luchar por mejores condiciones de vida”.
Dice Carlos Ornelas, especialista en educación, que dentro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, a la cual pertenece la CETEG, hay todo tipo de grupos marxistas: leninistas, maoístas, trotskistas e incluso estalinistas. Uno pensaría, en suma, que lo que quieren los maestros de Guerrero es hacer la Revolución. Pero, como también dice Ornelas, en el fondo estos grupos lo que quieren es defender e incrementar los privilegios que les ha otorgado el Estado mexicano a lo largo de la historia. Más que derrocar al Estado burgués lo que pretenden es seguir medrando de éste.
Y tiene razón Ornelas porque, en el mismo sitio de la CETEG, se encuentra las leyes que quieren que el Congreso de Guerrero apruebe. Ahí queda lo claro lo que quieren:
1. Que a los egresados de las normales públicas se les otorgue una plaza automática de maestro.
2. Que “las autoridades educativas conforme a derecho y con base en los requisitos escalafonarios y  tomando en consideración los usos y costumbres de la región en los pueblos originarios” continúen “otorgando las promociones a los cargos de dirección y de supervisión,  a través de la Comisión Estatal Mixta de Escalafón en vigor”.
3. Que el estado asigne “un monto anual que no será menor al ocho por ciento del Producto Interno Bruto de la entidad” para la educación.
4. “Dicho presupuesto deberá abatir el rezago educativo en materia de infraestructura a través de un programa emergente de construcción, remodelación o reconstrucción de escuelas, en el medio rural y urbano, prioritariamente en los pueblos originarios”.
5. Que las evaluaciones de alumnos y maestras deberán hacerse “a partir de las propias escuelas, tomando en cuenta la diversidad sociocultural de la entidad; deberá ser democrática, procesual, permanente, formativa, sistemática e integral, a cargo de los propios maestros, estudiantes, padres de familia, comunidades en general y no a cargo de instancias e instrumentos externos y estandarizados, garantizando el respeto a los derechos laborales y sindicales de las y los trabajadores de la educación, sin poner en riesgo su permanencia en el empleo, para lo cual se creará el Instituto Autónomo de Evaluación Educativa de Guerrero”.
En suma, lo que quieren es más plazas, más dinero y decidir ellos en qué se va a gastar. Que las promociones se hagan de acuerdo con una comisión que ellos controlan, no a partir de las evaluaciones y, si acaso se evalúa a maestros y alumnos, tendría que ser como ellos quieren, por parte de una institución de Guerrero, que naturalmente van a querer controlar.
Más que querer derrocar al Estado con una Revolución, lo que quieren los maestros guerrerenses es seguir viviendo a expensas de ese Estado burgués que tanto los explota. ¿Revolucionarios? Qué va: más bien son una bola de vividores. Pero, claro, yo no soy nadie para decirlo porque pertenezco al aparato de control que usa la burguesía para alienar al pueblo, es decir, a lectores como usted.

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